Mi madre estaba preciosa con un vestido que le hicieron a medida. ¡Sin duda, unas profesionales!

Me había quedado con ganas de poder ver in situ su trabajo cuando un sábado pasamos bajo su portal (unas llamadas al telefonillo y nadie al otro lado para abrir la puerta) y no podía dejar pasar la oportunidad de hablar con Mª Carmen sobre la idea que yo llevaba en mente del que quería que fuese mi vestido y lo que ella me aconsejaría. En la feria Nupzial ' 17 estaba ella con una muestra de su buen hacer. “Y si, o si, quizás“... Hablando con ella llegó el momento esperado. Las lágrimas me cayeron como si no hubiera un mañana de saber que, por fin, ya tenía quién me hiciese mis vestidos. Uno de ellos, colgado en ese perchero muestrario, hizo que me viera como de novia. Tenía que ser ella quién los confeccionase: Decidí reservar cita. De aquella cita a los dos días de celebraciones (boda civil/fiesta de enlace) ha sido siempre buen trato, buenos consejos, excelentes telas, manos expertas y, sobre todo, alguien a tu lado que sabe exactamente lo que te va a sentar como un guante. Sólo añadiré que la frase más dicha el día de mi boda fue: ¡Estás espectacular con ese vestido! A lo que yo respondía: ¡Y mañana más!

Han dejado muy guapa a mamá. Y mi vestido ha cambiado tontamente con el prendido.