Lo que yo quería, aunque al principio me costó verlo el último día estaba perfecto!!!!

Fui a esta tienda para comprar un mono de novia para cambiarme en la barra libre y estar más cómoda. La dependienta se olvidó de llamarme para recoger el mono; cuando llamé yo, preocupada, me dijo que el mono llevaba ahí dos semanas (me lo dijo en un tono poco amable, sin demasiados modales, teniendo en cuenta que no me había llamado habría esperado unas disculpas de su parte). Tiempo después, cuando iba a ir a recogerlo, me dio cita y literalmente se olvidó de que había quedado conmigo esa tarde. Cuando la llamé, me dijo que atendía con cita, a lo que ya molesta le dije que había cogido cita e iba desde lejos; después de unos segundos ya se acordó de mí y vino a la tienda (veinte minutos esperando al sol en pleno julio). Una vez comprado es cuando miré las opiniones del sitio y vi que había arreglos mal hechos de otras clientas, así que no me fie y me llevé el mono para que otra costurera me lo arreglara. Tuve que decirle yo que me descontara el precio del arreglo (si es por ella, pago el importe incluido el arreglo). Fui a la tienda porque era la única que tenía el mono que quería, pero no repetiría y os recomendaría que miraseis bien los sitios a los que vais porque debe ser una experiencia bonita y única, no un constante agobio e incertidumbre. Doy mi opinión con toda la sinceridad del mundo, no como un ataque hacia nadie, simplemente creo que el trato no fue bueno (sobre todo, porque después fui a otra tienda donde había comprado el vestido de novia y el trato no tuvo nada que ver, todo profesionalidad, buen hacer y sobre todo, ilusión por un día tan especial como es el día de tu boda). No repetiría.

Al principio dude entre un vestido y otro, pero María me dejó cambiarlo, lo encargamos y al final quedé preciosa. Millones de gracias. Además le hizo la corbata a mi hijo y unos fajines a mis hijas.

Cuidado dónde os metéis, lo barato puede saliros muy caro. Para mí fue una experiencia horrible, me lo hicieron pasar muy mal.

María es un amor de persona, ella te escucha y de ahí crea tu vestido de princesa.

Todo fue perfecto, lo necesité unos días antes y me lo entregó sin problemas.

Teníamos ya todo cerrado con otra modista, pero nos dejaron tirados por cierre. Ella se adaptó a nuestros diseños e ideas sin ningún inconveniente. El resultado ha sido fenomenal.

Me hicieron un vestido en Vega Novias precioso, y se deshizo —literalmente hablando— en plena ceremonia. Con mucho bochorno sujetando la parte de arriba para que no se me viera el sujetador. No dio respuesta ni solución la propietaria, el daño ya estaba hecho pero al menos devuelve el dinero, ¡que no fue poco! Pues no, así que por favor, no deseo a ninguna novia el momento que pasé yo. Algo que debería recordar con magia se convirtió en un mal recuerdo, fotos y todo estropeado en uno de los días más importantes de mi vida. Los invitados dándome imperdibles para poder sujetar los tirantes. Un desastre de negocio. ¡No te la juegues! No merece la pena arriesgarse.

Me hicieron el vestido desde cero, el que yo quería, el resultado no pudo ser mejor. El precio mucho más barato que en otros sitios. También le hicieron el traje a mi pareja y a mi hijo. Todo el mundo nos felicitó. Lo recomiendo.

Cuando las conocí les llevé unos pequeños bocetos de las ideas que tenia, ya que no había visto ningún vestido exactamente como lo quería. Me hicieron todas las pruebas que fueron necesarias. Me asesoraron muy bien y el vestido quedó perfecto, sin ninguna incidencia.

Jamás pensé que encontraría el vestido de novia a la primera, pero aquí encontré uno que cumplía todo lo que yo quería, y a un precio inmejorable. El trato fue exquisito y gracias a ellas tuve un perfecto vestido.

El vestido de novia que más me gusto lo encontré entre los que esta tienda tenía. Lo encargué en diciembre, con las medidas tomadas, y llegó el 19 de abril (1 mes y medio más tarde de lo que pensábamos).

En la primera prueba, la modista me dijo que tenía que bajar 4 cm de cintura, que cenara menos. La segunda prueba fue el 9 de mayo y había adelgazado 4 kilos, el vestido me hacía una forma rara atrás y la modista decía que era por mi espalda. La tercera prueba (según ellas no hacía falta más) fue el 20 de mayo (a 4 días de llevarme el vestido y con 3 kilos menos). Lo primero que me dice la modista al ponerlo es que había engordado, que me quedaba más justo, cosa que ya me mosqueó y la dije que el vestido había llegado pequeño desde el primer día y, al medir, la sorpresa es que entre las medidas del vestido y las que me había tomado en diciembre había 10 cm en la cintura; al darme la vuelta el bajo estaba mal subido e irregular por toda la falda, tuve que volver a los dos días, el bajo seguía irregular y más alto en algunos lados y más bajo en otros, algunas capas del vestido sin subir el bajo y la cintura (que había sacado para que me quedara mejor), desigual en la parte de la cremallera.

Al día siguiente, el bajo quedó mal y la cintura estaba igualada, pero tiraba hacia arriba, no seguía la línea de la cintura. Me llevé el vestido y puse una hoja de reclamación. El día de la boda el hombro se descosió en parte.

Encontré el vestido que estaba buscando y totalmente ajustado a mi presupuesto. Vicky y María son encantadoras y unas grandísimas profesionales. Con ellas todo han sido facilidades, en todas las citas fueron puntuales, me hicieron todos los arreglos que les pedí y el vestido quedó perfecto. El día de la boda me vi preciosa y estoy muy feliz de haberlas escogido a ellas para comprar mi vestido.

Gracias a Vicky todo fue genial. Encontré el vestido de mis sueños. Una verdadera profesional que se implica con sus clientes y los trata de maravilla, te escucha y sabe lo que necesitas. Repetiría experiencia sin duda.

Me hicieron el vestido que yo quería y como yo quería tan solo con ver una foto y decirles las modificaciones que quería. Todo fenomenal. Si tuviera que volver a buscar sitio, volvería a ellas sin dudarlo. Gracias, Vicky, por todo.