Lo recomiendo? Si, las chicas te ayudan en todo, son muy atentas, profesionales y puntuales

Mi vestido ideal! La atención muy bien, las modistas muy simpáticas y te recomendaban algún detalle

Llegué a Rosa Clará un poco choff porque me había probado el vestido que siempre había tenido en cuenta en otra tienda y no me había gustado nada. Me atendió Maica, me estuvo preguntando por mis gustos y después pasamos a probarme algunos vestidos. ¡¡Y captó lo que quería a la perfección!! Cuando me trajo mi vestido y me lo probé, supe que ese era el mío. Tanto comerciales como costureras son muy profesionales y se esfuerzan porque quedes contenta. La única pega es que la rejilla de mi vestido se rompió un poquito el día de la boda al vestirme, pero ellas poco pueden hacer en eso, al final son prendas delicadas. Encantadísima con mi vestido y con el trato recibido.

Desde el dia uno supieron entender lo que queria y me facilitaron todas las pruebas necesarias hasta conseguirlo. Como venia de fuera, adaptaban las citas a los dias que yo pasaba en Madrid. Me encanto el resultado y la atencion durante el proceso, Gracias.

Desde el primer día me trataron en Rosa Clará con amabilidad y simpatía, han hecho un vestido que era la combinación de dos que me gustaban, y ha quedado de ensueño! Gracias por hacer realidad el mejor vestido para mi, las recomiendo 100%

El vestido increíble. El trato muy bueno. Muy recomendable. Muchas gracias.

Di muchas vueltas buscando un vestido, y en Rosa Clará dimos con la tecla. Encantada con mi vestido y super cómoda, trato muy profesional. Supieron adaptar el vestido y buscar alternativas para ir lo más cómoda posible, muy resolutivas.

Fueron super amables y ayudaban con todos los detalles. Te hacen sentir muy cómoda

Compré el vestido aquí pensando que iban a ser super profesionales y que no me darían ningún problema y menudo error.
Te gastas una pasta y una vez pagas ni te escuchan. Precisamente no me gasté poco dinero. Creo que nadie ni con el vestido más barato se gasta poco ...
Les compré el vestido, bata, camisón y cancán.
La primera prueba con la asesora muy bien.
Luego ya ni me subían al cojincito, ni me estiraban bien el vestido, todo corriendo y deprisa. Tenía que insistir en cada prueba en las cosas que había que arreglar porque según ellas todo estaba perfecto siempre. Pretendían que me llevase el vestido largo de bajo y ancho de pecho. Tuve que insistir hasta en tener una prueba más a poco de la boda porque eso evidentemente no estaba bien por mucho que insistieran.
Cambié el cancán por uno más caro y no me devolvieron la diferencia del dinero hasta la última prueba y aun querían alargarlo más. A ellas hay que pagarles al momento y bien rapidito y con tarjeta pero al revés tardan lo que quieren y te lo tienen que devolver en efectivo. A mí esa posibilidad no me la dieron q la hora de pagar el cancán ...
Bueno,en una prueba que se suponía que era la final me trajeron un velo que no era el mío y cuando dije que no era mío lejos de decir ay disculpa te traigo el tuyo. Me dijo " Sisi tiene que ser, que estaba con tu vestido". En fin como si no supiese cómo es mi velo.
También cuando yo lo compré me garantizaron que podían mandarlo a Murcia, la ciudad donde me he casado. Porque de no ser así no lo hubiese comprado con ellas. Pues nada en la última prueba me dicen que no lo envían, que han cambiado de transportistas y que no me aseguran que llegue. Una falta de profesionalidad y empatía que te mueres. Porque que una marca que trabaje con vestidos de novias se permita tener trasportistas con los que no le llegan a tiempo los vestidos pues ya me diras tú...
El tocado lo iba a coger con ellas también, pues nada me aseguraron que traían uno que me gustaba y sino me quedaba con uno que previamente me había probado. Pues ni me lo trajeron y tampoco me avisaron de ello, tuve que preguntar yo. Y el otro que me gustó seguramente lo venderían porque ni me lo trajeron y me enseñaron otros diciendo que uno es el que me había probado. En fin como si no me acordase o tuviese fotos de cual era. Te tratan de tonta así de claro y son ellas las que no dan ni una.
Con esto de no poder mandar el vestido tuve que pedirle el favor a mi padre de que me llevase de Madrid a Murcia porque yo bajaba con mi pareja en coche y ya evidentemente con el vestido pues no era una opción. En fin un vestido de ese valor económico y sentimental hecho una pelota en un coche 4 horas . Vaya tela.
A pesar de insistir en los arreglos, en la misma iglesia se me rompió una de las mangas que me habían hecho y el pecho todo el rato se me escurría y tenía que llevar un cuidado increíble para que no se me cayeran los pechos. Cosa que avisé en las pruebas, pero todo el rato alegaban que me tenía que hacer al vestido.
Que queréis que os diga, para mí en todo fallaron. No tuve ni una experiencia bonita ni un buen resultado.

A pesar de que una familiar generó un momento muy incómodo, Carmen me ayudó muchísimo, entendió la situación y me recordó que debía centrarme en disfrutar del proceso. Me probé varias opciones y no me sentía a gusto con nada, hasta que escogí un modelo que no era para nada ninguna de las cosas que tenía en mente, pero al ponérmelo me hizo una silueta perfecta y Carmen me ayudó a darle un par de toques, que hizo que simplemente fuera perfecto. Aunque al final fue un poco más de lo que llevaba en mente gastar, me incluyeron todos los arreglos y fueron flexibles en que llevara elementos de fuera de Rosa Clará. La única parte a mejorar es la flexibilidad para las pruebas del vestido, que tuvo que ser en horas y días no muy fáciles para horarios de trabajo convencional, pero por suerte pude apañarlo. Mil gracias Carmen.

Cuando fui a recoger el vestido, me tuvieron 1 hora esperando para hacer la prueba y ver que estaba todo correcto.
Al probármelo, nos dimos cuenta de que faltaban las presillas para abotonar la otra cola que llevaba el vestido y que no me habían estrechado el can can. Se lo llevaron para hacerlo y estuve 1 hora más esperando para probármelo de nuevo.
Me lo vuelvo a probar y, todo bien salvo porque faltaba una de las presillas. Se lo llevan de nuevo y otra hora a esperar, y porque me quejé (ya que tenía cita en la finca), sino me tienen más tiempo esperando. Me dicen que ya está todo, que lo han planchado y esperado a que enfríe nuevo y que si me lo vuelvo a probar, tendrán que volver a planchar y esperar a que enfríe.
Cuando al día siguiente (día de la boda), poco antes de salir de casa mi madre se dispone a abotonar la cola y se da cuenta que falta la presilla y que ahí sigue el hilo rojo que pusieron para ver qué ahí faltaba. Suerte que se le da bien coser y pudo hacerme un apaño.
2 días después de la boda, llamé enfadada quejándome y me dijeron que lo sentían y me regalaron la limpieza. Cuando fui a recogerlo de nuevo en un día y una hora que me dijeron que les venía bien porque tenían poca gente, acabé enfadada otra vez porque me tuvieron otra hora y media esperando y por más que me quejaba, fue como si les diera igual.
En definitiva, la calidad del vestido es estupenda pero el servicio en esa tienda, concretamente, es pésimo.
Una decepción para el precio que pagas.

Porque el vestido era bonito, sino… Es una pena y una vergüenza que en sitios de renombre pasen cosas como las que me pasaron a mí. El día que fui a comprar mi vestido no me preguntaron rango de precios, me dijeron el precio de mi vestido cuando ya me había enamorado de él y precisamente barato no era. La atención de algunas modistas dejaba mucho de desear, las mangas de mi vestido me imposibilitaban muchos movimientos y la señora me decía que no me moviera ni hiciera esas cosas que lo iba a romper. Me dijeron que me iban a poner una silicona en el pecho para que la pedrería no me rozara en el cuello, pues no lo hicieron al igual que tampoco cosieron juntas las capas del vestido para que me fuera más fácil manejarlo como dijeron que harían. Para el precio que tienen los vestidos, la atención no es la adecuada.

Tenía muy claro el vestido que quería y, aunque en la primera cita no estaba, me lo trajeron en 15 días.

Fue el segundo vestido que me probé y me imaginé llegando al altar, qué decir de mi vestido, que es de ensueño. La pedrería, el plumeti, la espalda, el velo, maravilloso. Lo dejan impecable.

¡Gracias! ¡El vestido de novia lleva mucho nervio y en Rosa Clará se han encargado de ayudarme con todo hasta con la ropa interior! ¡Gracias por todo y perdón por los nervios de las pruebas!