Me sentí como en un cuento de hadas el día de la boda y eso fue gracias en gran medida a la obra de arte que fue el vestido. ¡La cantidad de cumplidos que recibí por el vestido! De lo que más me han dicho: que me sentaba fenomenal, que estaba guapísima, que hacía tiempo que no veían a un vestido de novia tan bonito... Y es que yo me sentí guapísima el día de la boda.
Gracias a Rosa Clara Salamanca y a todo su equipo, en especial a Marisol, por atender con ese cariño, esa dedicación y esa cercanía. Supieron ver exactamente lo que buscaba, me guiaron con una profesionalidad exquisita con los cambios que quería hacerle al vestido; los tejidos se ven claramente que tienen una calidad increíble (no me pesaba nada el vestido, no me daba calor y eso que era agosto y llevaba manga francesa, un lujo!!). Las citas con Rosa Clara se convirtieron en uno de mis momentos favoritos del proceso, o el favorito. Y eso que yo vivía fuera y no podía ir tanto, pero ellas se adaptaron perfectamente y la verdad es que todo eran soluciones, facilidad y buen gusto. Guardo este vestido como una joya. Como ya he dicho en el título: estoy eternamente agradecida.

Llevé un vestido de ensueño a mi boda. Muy contenta con el trato. El precio caro pero el resultado muy bueno.

Vestido comodísimo y trato de 10. Son vestido muy caros tanto el de la novia como el mío, pero se nota que son muy buenos.

Tanto a mi madre, a mi cuñada y a mi nos trataron genial. Marisol es una grandisima profesional, de 10!!

Tenía muy claro lo que quería cuando entré en Rosa Clará (ya había echado un vistazo a la página web). Y eso a veces complica las cosas porque cierras muchas posibilidades a la hora de probarte vestidos. Solo puedo dar las gracias por su cariño, amabilidad y profesionalidad, porque desde la primera charla inicial echando un ojo al catálogo me captaron inmediatamente. Y aunque parezca mentira solo me probé un vestido, y ese fue mi vestido tal y como me lo había imaginado, tal y como lo quería. Me vi radiante con él y no quise probarme ninguno más. Increíble pero cierto. Todo han sido buenas sensaciones con ellas y flexibilidad total con todos los problemas que nos ha ocasionado el Covid y el haber tenido que aplazar la boda dos veces. Gracias por todo, chicas, sois increíbles. El sábado que viene voy con una amiga a buscar el suyo.

Compré mi vestido de novia en Rosa Clará y no pude estar más acertada. Desde el primer día que me lo probé supe que era mi vestido. Elegancia 100%. Lo recomiendo sin duda.

Marisol nos atendió de una forma maravillosa. Siempre hizo que todo fuera fácil a pesar de toda la incertidumbre del Covid.

Cogí el vestido casi un año antes de la boda. Con todo el problema de la pandemia, me hice dos pruebas del vestido, mes y medio antes de la boda y la segunda 3 semanas antes. Yo le añadí alguna cosa al vestido que me pusieron sin ningún problema. Quedó tal cual yo quería. Todo perfecto, el trato muy bueno. Y, aparte, gracias a la ayuda de Silvia pude mantener mi fecha de boda, por varios problemas que tuve a consecuencia del Covid.

Beatriz Guillén me atendió con mucha delicadeza y se esforzó por probarme todo tipo de vestidos pese a la dificultad que teníamos por las tallas. Fue un grato agradable y gratificante porque sin saberlo coincidió que nos conocíamos. Nos enseñó primeramente modelos en el ordenador y después conforme a lo que nos gustaba, nos fue mostrando modelos. ¡Todo perfecto!

El trato fue muy bueno desde el primer día, muy amables y atentas a todo lo que necesitaba. Me atendieron con todos los detalles que iba necesitando y adaptaron el vestido a lo que necesitaba. Todo genial.

Una experiencia increíble. Son unas grandes profesionales que te tratan con mucho cariño. Muy contenta con el proceso y con el resultado. Totalmente recomendable.

Jamas pensé que me fuera a sentir tan bien con un vestido de novia. Me han atendido muy bien.

Muy contento con el vestido, y muy bien con los tiempos y la flexibilidad, ya que estaba fuera de la ciudad y concertaba las citas cuando yo podía. Me dieron la facilidad de cambiar el visto como yo quisiera. 100% recomendable.

Mi suegra decidió comprarse allí su vestido de madrina después de dar vueltas por un montón de sitios y estaba espectacular. El trato de las dependientas fue inmejorable. Los precios son algo elevados pero el vestido estaba impecable y era precioso.

Un trato espectacular y unas chicas muy cariñosas con un asesoramiento increíble ayudándote con cada detalle.

Lleve un vestido espectacular desde que llegué me dejé llevar por ellas, por sus consejos, por sus experiencias y sintiendome como en casa