Son unas excelentes profesionales, muy detallistas con su trabajo, te asesoran muy bien según tu estilo y con mucha paciencia hasta dar en la tecla. Sin duda, repetiría con ellas

Sin duda ir hasta Granada valió la pena. Las chicas son un encanto y súper atentas, no pararon hasta que el vestido estaba perfecto.
Super recomendable.

Gracias a ellos la novia podrá llevar el vestido soñado, que no fue fácil, ya que casi nadie podía hacer lo que quería y de calidad.

Yolanda y Patricia me hicieron sentir maravillosamente bien. Yo tenía mil miedos porque, como todas, siempre estamos a disgusto con algo de nuestro físico. Ellas me han tratado de tal manera que me he sentido la mujer más bella del mundo el día de mi boda. Me han tratado con delicadeza y dulzura. Y también lo han hecho con mi madre. Ha sido una experiencia mágica. Mil gracias por todo.

Compré ahí mi vestido y quedé muy contenta. Yolanda es una gran profesional y Fátima también muy simpática. El arreglo de la modista, perfecto. Me guardaron el vestido por 1 año y medio por el Covid sin problema. Recomiendo mucho esta tienda

Compré mi vestido aquí y la verdad es que las chicas son una maravilla, pero me hice por los menos 7 pruebas… Había veces que iba y el vestido estaba igual que la vez anterior. Para rematar, en la última prueba me quedaba el bajo bien, pero al plancharlo la tela estiró y fui pisándome el vestido durante toda la boda y a la entrada al altar era una vergüenza porque quedaba superfeo. Encima el corchete se rompió al sentarme. Repito que las chicas son muy amables, pero falta más profesionalidad.

Gracias a que los visité, encontré el vestido que siempre había soñado. Un sitio muy profesional y elegante con el que seguro marcáis la diferencia y os hacen brillar.

Al principio pensé que era el sitio ideal para comprarme el vestido para la boda de una persona especial. El vestido me quedaba perfecto, pero por confiar en una supuesta profesional me lo han dejado fatal. Solo era meterle medio cm o menos en la espalda (detalle que 4 personas no nos dimos cuenta) y ya es cuando se lia. Y día y medio intentando arreglar lo que cada vez estropeaban más y escuchando que era porque había engordado. Es muy poco profesional tratar el peso de esa manera, ya que hay gente con problemas de alimentación. No reconocen sus errores y los intentan disimular con tu exceso de peso, que no es mi caso precisamente. Al final me reconoce la costurera que no sabe que ha pasado, que ha cortado más cremallera, que no tienen la máquina de coser adecuada para haber arreglado bien mi vestido. Yo solo cuento lo que yo he vivido y si cuento esto es porque lo he pasado fatal, porque si me dicen que no tienen la máquina adecuada no se toca. Y P. que me atendió en todo el proceso el último día ni me dió la cara, desapareció. Poco profesionales.
El forro lo cosieron mal y supuestamente la jefa lo plancho antes de dármelo, es decir lo vio y siguió para adelante. Lo dicho poco profesionales, solo les interesa vender

Muy contenta con el resultado final para novia y madre de la novia. Trato amable, personalizado y al detalle. Especial mención a Patri, es una profesional de los pies a la cabeza, supo lo que necesitaba desde el principio, sin presionar y es muy resolutiva. Lo recomiendo a las futuras novias.

Todas las pruebas del vestido fueron estupendas, en la tienda se mostraron muy amables y cercanas. Nada que decir de Belén, salvo que es una grandísima profesional y por la cual no me gustaría nada tener que escribir este post. El vestido constaba de una base, a la cual se le añadían unas mangas y cola que, durante la celebración, se iban quitando. Hasta aquí todo bien, el problema vino la semana antes de la boda. Las pruebas fueron mal, me hicieron esperar el miércoles antes de la boda, casi 1 hora de reloj con la ropa interior y los zapatos, esperando el vestido.
Cuando llegó, era la primera vez que me lo probaba todo montado. Las mangas no iban bien, era imposible ni levantar los brazos 2 cm, con miles de arrugas y con la sisa corta, la espalda estaba mal puesta y me tiraba. Las mangas no estaban cosidas a la altura que se había dicho. Y el vestido me iba realmente grande. Se me cogieron arreglos de los costadillos y las mangas, y me dieron cita para recogerlo el viernes a las 10:00, directamente, pero yo dije que no, que con tanto arreglo me lo quería volver a probar.
El jueves a las 22:00 horas me llaman por teléfono para decirle que el vestido no iba a estar al día siguiente por la mañana, que fuera por la tarde, pero, para mí, eso era imposible porque tenía invitados que venían de fuera y ya habíamos quedado para la preboda.
Me citaron a las 12:00, y cuando llegué, no habían hecho los arreglos, aunque ellas decían que sí, pero no. Me lo probé con el velo, el cual estaba completamente roto por el lado, como cortado a bocados como si lo hubiera hecho un niño. Obviamente, no me pude llevar el vestido, y me dijeron que me llamarían para recogerlo por la tarde. Me llamaron a las 14:00 horas y quedamos que iría a recogerlo a las 16:30 horas (abriendo excepcionalmente a esa hora). Cuando llegué revisé el vestido, por supuesto, antes, pero sin poder probármelo. El velo no me lo habían cambiado, ¡seguía roto! Se lo dije, ¡y me hizo esperar más de una hora! ¡Mas de una hora! Yo tenía a todos mis invitados citados a las 18:00 horas y lo sabían de sobra, a las 17:30 horas, ¡me fui! Teniendo que mandar a mi hermano a recoger el vestido.
Mientras esperábamos esa larguísima hora, mi padre, que estaba conmigo, le pidió unos tirantes para su chaqué (que también se había comprado allí), ¡y le cobraron la friolera de 40€! No tuvieron ni el más mínimo detalle después de todo lo que estaban haciendo. Lo peor es que el vestido estaba mal cosido y tuve que casarme así con él.
Al descoser la falda y las mangas estaba claro que lo habían hecho mal, ya que se veía como la mitad del vestido estaba cosida de una manera y la otra mitad de otra. Tardando muchísimo tiempo en poder quitarlo y perder mucho rato de la boda de estar con mis invitados. Además, la espalda estaba rota... Sin duda alguna, por mucho que te guste un vestido de su tienda, piénsalo bien, ¡porque encima son bien caros!

Destacar principalmente la figura de Patri, habiendo cambios y situaciones difíciles, se ha sabido amoldar y entender bien el estilo que buscaba y todo ello con un trato exquisito conmigo y mis familiares. Tienen un amplio abanico de opciones.
Muy agradecida. Victoria.