Experiencia nefasta
Una experiencia desagradable, no lo recomiendo por nada del mundo. El proceso del vestido de novia es un momento bonito que toda novia esperamos con ilusión, pues en Eden Valverde ha sido una pesadilla. Cuidado porque vende una fachada que no es. Para comenzar, me dijo que haría lo posible por tener el vestido con el que soñaba, pero en cuanto realicé mi primer pago, todo cambió. Prometió buscar telas, pero en la semana siguiente del pago me dijo que debía elegir sobre las 3 telas que me había mandado, ninguna me convencía. Diseñamos un vestido, hubo partes del vestido que decidimos que se haría así si se encontraba la tela, si no, se haría de otra forma que ya dejamos hablada también; como por ejemplo, el escote. Una vez tuvimos la tela, se le olvidó lo que hablamos y solamente se ceñía al dibujo. Ya no había forma de cambiar nada. También me hizo algunas recomendaciones que yo dije que no quería, y ella, aún diciendo que hace lo que las novias le pidan, hizo lo que ella consideró. En otras recomendaciones como añadir botones a la parte trasera de la falda, me volvió a recomendar que no los pusiera; a pesar de yo quererlos, me “convenció” diciendo que si una vez hecho lo quería, se me añadían. Llegado el momento de la prueba, dije que me los pusiera, a lo que me contestó que no sería posible, que no estaba en el dibujo y que lo teníamos que haber hablado antes. Mi vestido tenía unas mangas abullonadas por las que he insistido en cómo las quería y me fui con una manga corta con un fruncido en una goma, porque me dijo que tenía razón, pero ya no podía encontrar tela (una tela normal de crepe que se consigue muy fácilmente). Le di la opción de comprársela y llevarla para que volviera a hacer la manga como deseaba, pero me dijo que no, que ella usaba tela de sus proveedores. Prometió buscar una pasamanería para arreglar la parte del escote que tampoco nos gustó, pero decía que no había. También tuve que perder de mi tiempo para buscarla y llevársela, a lo que después hacía fuerza para no ponerla porque no quedaría bien, es decir ella no quería la pasamanería, pero conseguí que se cosiera. El vestido tendría que haber llevado raja, pero acabó sin raja porque su modista, que en alguna prueba ni siquiera vino, me dijo que para hacer raja tendría que haberlo tenido en cuenta en el patrón. En el dibujo se acordó hacer la raja, pero ella decidió hacer el patrón sin ella. Bueno, esto son solamente algunos ejemplos del vestido. Para finalizar el pago y llevarme el vestido, una semana antes de la boda, porque no me lo podía llevar antes, si no, evidentemente lo hubiera llevado a mi modista. Me dijo que sabía que no era el vestido que yo quería y que ella se había equivocado en su trabajo, pero que solamente me podía pedir disculpas. Le dije que al menos bajara el precio porque estaba pagando por un dineral que no es el vestido que yo quería. Fui a hacerme un vestido a mi gusto, porque vestidos parecidos a lo que quería ya había en las tiendas, y acabé llevándome un vestido peor que el de cualquier tienda y más caro que los que vi. No me bajó ni un euro, dijo que su política de empresa es ceñirse al precio, pero se le olvidó que en su política de empresa es hacer feliz a una novia con su vestido. Que sus consecuencias de hacerlo mal serían mis reseñas. Pero la consecuencia real fue ir con un vestido que no me gustó, que compré otro para cambiarme y que la sobrecamisa, que era lo único que no encontraba en las firmas de vestidos, la odiara tanto que apenas la lleve puesta. Estos son solamente alguno de los ejemplos que viví durante la prueba de mi vestido, espero que lo penséis dos veces antes de ir, porque esta chica, profesionalidad tiene cero y seriedad, mucho menos.