Soy una de tantas novias que por culpa de la pandemia tuvo que retrasar su boda un año, pero en mi caso, sobre todo, después de haberla celebrado, puedo decir que tuve suerte de que así fuera. Conocí a Laura Monge un tiempo después de haberme decidido por otro atelier de mi localidad. Cuando empiezas a meterte en el mundo de las bodas es abrumador la cantidad de proveedores del sector y a veces ocurre que la emoción te invade y tomas decisiones de manera precipitada, sin haber indagado lo suficiente. Eso fue lo que me ocurrió a mí con mi vestido. En diciembre del 2020 tenía un vestido que ni me gustaba ni me sentaba bien. En mi desesperación contacté con otros ateliers para intentar arreglar aquel vestido, pero nadie se atrevió a retocarlo. Nadie excepto la mejor de las opciones, Laura Monge. Como gran profesional y sin desmerecer a nadie, Laura me pidió que le enviase fotos del vestido para intentar analizar el problema y aconsejar al otro taller los cambios a realizar para darle un cambio. Entre mi desconfianza hacia el primer atelier y la dificultad del arreglo, decidimos que Laura volvería a rehacer mi vestido aprovechando las telas del antiguo. Una vez llevé mi antiguo vestido a Laura Monge, analizamos cada parte del anterior vestido y, sobre todo, me probé trajes de su colección para determinar los cortes y estilos que más me favorecían. Esto es algo que quiero resaltar, porque yo en el primer atelier no me probé trajes enteros, sino partes de arriba de un lado, faldas de otro... Lo que dificulta ver los cortes que mejor sientan a cada figura. Y a partir de ahí todo fue magia. El trabajo que hizo probablemente fue más difícil que crear un vestido de cero, porque tuvo que adaptar las telas antiguas al nuevo diseño, totalmente distinto. El resultado fue todo lo que una novia sueña cuando decide hacerse su traje a medida: un vestido que la represente, que sea cómodo y que se ajuste a su cuerpo, que disimule los defectos y ensalce a la persona, sin eclipsarla. Para mí Laura Monge fue la mejor parte de haber retrasado mi boda, porque tuve la oportunidad de convertir mi vestido en una verdadera obra de arte. A las futuras novias les recomiendo que antes de decidir, visiten varios ateliers y descubran por sí mismas aquello que merece la pena. A veces la puntuación de las reseñas no hace justicia a la calidad que se ofrece en cada sitio.

Laura captó mi estilo al instante y realizó el vestido más bonito que podía haber imaginado. Su diseño de perfección arquitectónica, encajes románticos, silueta perfecta y una cola de tul sedoso hizo que el día de la boda me sintiera una auténtica princesa. Yo quería un vestido recto, romántico, con algún detalle especial y lo conseguí con creces. Muchísimas gracias a Laura y Ari por su cercanía que hizo de cada prueba un momento especial en la preparación de la boda. Siempre salía del atelier en una nube!! 20 sobre 10 debería ser su puntuación!!

Desde el primer momento Laura captó mi idea, y me iba haciendo propuestas que diré que estaban siempre acertadas dado sus altos conocimientos de patronaje. Disfruté muchísimo cada prueba, sobre todo por el trato tan cercano que me dieron desde el primer día. Gracias a Laura y Ari por crear mi vestido perfecto.
¡Gracias!

Esta aventura empezó cuando mi hermana decidió hacer su vestido de novia con Laura. Fui a sus pruebas y conocí a Laura y a Ari. Al año emprendí el mismo camino que mi hermana, y no dudé ni un segundo en quienes quería confiar para el día más especial de mi vida. Ya fui consciente anteriormente, pero plasmar en un vestido todo lo que me imaginaba, me pareció maravilloso. Delicadeza, cariño y pasión. Además de hacernos sentir como en el salón de casa, la forma de trabajar de Laura y Ari ha hecho que tanto mi hermana como mi madre vistiesen de ellas también el día de mi boda. Vestidos preciosos, cómodos y hechos con el mimo y profesionalidad que tanto les identifica.
Como dijimos el día que recogimos mi vestido: una pena no tener una tercera hermana para volver pronto, aunque seguro la vida nos regala eventos para confiar de nuevo en sus manos.

Volvería a elegir Laura Monge mil veces

Cuando llegué al atelier de Laura Monge había pasado por muchas tiendas de novia, que lo único que me habían hecho era tener aún más claro lo que no quería. Laura me ayudó a entender lo que me gustaba, a sacarle partido a mi estilo y a mi cuerpo y crear el vestido de mis sueños. Creó un vestido elegante, diferente y tremendamente especial, un vestido único, y solo para mí. Gracias, Laura y Ari, por vuestra paciencia y cariño en cada paso que dimos. No puedo estar más contenta de haberos elegido.

Me hablaron de Laura y pedí una cita con ella. ¡Allí me atendió su hija y nos encantó, tanto que no mire en más sitios! ¡El vestido quedó precioso y fue todo un éxito! ¡Si me volviera a casar les volvería a elegir sin ninguna duda!

¡No puedo estar más que agradecida a Laura Monge! Voy a contar mi experiencia desde cero para poder ayudar a otras novias. Cuando empecé el proceso de búsqueda de vestidos de novia visité varias tiendas muy conocidas. La gente me decía cuando ves el vestido de tu boda tienes que sentir un flechazo, pues yo me iba probando vestidos que sí que me quedaban bien y eran bonitos, pero las telas y tejidos no encajaban en lo que yo estaba buscando sobre todo en cuanto a calidad, y eso se nota al final en cómo te sienta, cómo te ves, y cómo se adapta a tu cuerpo. Tenía bastante claro cómo quería que fuera el diseño y lo que me sentaba bien y lo que no, así que pensé en ir a un atelier y hacérmelo a medida. Había oído varias conocidas que habían hecho lo mismo y habían acabado con un vestido que este año se lleva mucho, está de última moda o yo trabajo con estos cortes, y, al final, no habían quedado del todo contentas porque no se veían ellas mismas. Me habían recomendado a Laura Monge, así que decidí probar. Cuando la conocí me pareció muy cercana. Le dije el diseño que quería para mi vestido e hizo un boceto en un minuto con toda clase de detalles. Me quedé alucinada. El siguiente paso fue escoger la tela, y Laura no paró de enseñarme diferentes tipos hasta que de repente la encontramos. Fue creando el vestido de cero, aportando ideas, y adaptándose también a las mías. El resultado final fue mucho mejor de lo que yo me había imaginado y lo más importante me sentía yo misma. El día de la boda, todo el mundo me preguntaba dónde me había comprado el vestido, sin duda, causó sensación. Para mí, lo mejor de Laura Monge es que sabe ver qué es lo que quieres y explotar aquello que más te favorece, siempre adaptado a tu gusto y tu estilo. La recomiendo, sin duda, para mí la mejor decisión.

Casualidades del destino que hacen de tus indecisiones un acierto y seguridad.
Laura y Ari son todas unas profesionales que supieron hacerme sentir yo en el día más importante de mi vida. Con mis dudas y exigencias, cambiaron mi mentalidad respecto a lo que yo imaginaba para mí, de tal forma que tengo claro que las elegiría mil veces. Siempre atentas y controlando todos los detalles. Un placer siempre.

Y tanto es así, que mi hermana se casa este año y se hará el vestido también en el atelier de Laura. Enormemente satisfecha con el resultado, estuve supercómoda y captó toda mi esencia. El proceso de creación fue una delicia. Cuida los patrones con mimo y las telas son de altísima calidad. Es una arquitecta de la moda.

Desde el primer momento que fui a informarme y “cotillear” un poco, me trataron como a una princesa y Laura captó en cuestión de segundos mi estilo y mi idea, y efectivamente, conforme salí de allí, supe que aquel vestido era el mío. Si me volviera a casar, sé que mi vestido volvería a ser de Laura Monge.

El vestido lo diseñamos juntas con toda su experiencia y opinión, y lo que a mí me gustaba, estoy encantada con el vestido, todo el mundo decía lo espectacular que era.

Sin lugar a dudas recomendaría el atelier de Laura Monge. Desde la primera visita hace que sientas y disfrutes la elaboración del vestido, que será único e irrepetible, hecho a medida, hecho para ti y a tu semejanza. El vestido fue un éxito en mi boda y el recuerdo que tendré será imborrable.

Lo que más me gusto de Laura es que no intenta venderte lo que ella quiere sacar en su próxima colección, sino que se adapta a tu estilo y te aconseja qué es lo que mejor te quedaría. Tu puedes ir sin ideas, con una idea o en mi caso con un montón y ella sabe como darle orden, como diseñarte un vestido para que te quede como un guante, estés cómoda y sabe captar tu estilo. Además que aporta toda su larga experiencia y su creatividad.
Otra de las cosas que valoré muchísimo es su profesionalidad. No hubo retrasos en la entrega, el acabado del vestido fue impecable. Muy profesional.

Buscaba un diseño original y atemporal que me estilizará y Laura no lo pudo hacer mejor. Plasmó mi personalidad y mis gustos en un vestidazo de tres piezas.
Excelente calidad-precio con un trato cercano y cariñoso.
Os elegiría una y mil veces!
Gracias !!

Laura Monge es una gran profesional, una artista, con un sexto sentido para interpretar lo que te va. Un placer y un privilegio haber tenido la suerte de conocerla, me cautivó en el minuto cero. Un acierto rotundo poner en sus manos el diseño de mi vestido de Madrina.