Opiniones de Salones El Moreno

Celebramos la boda aqui, y fue la mejor decisión que pudimos tomar, lo celebramos en el exterior y fue todo perfecto. Aparte la comida buenísima, los invitados super contentos. Sobre todo destacar el trato del personal de 10, en todo momento super pendientes de cualquier cosa que pudiéramos necesitar.

Cuando uno va a casarse espera varias cosas de un buen salón:

- La cantidad/calidad de la comida estuvo a la altura del evento, una copa de espera variada y elaborada, cuidando detalles como las sillas, la frecuencia de bandejas a pesar de los carritos, disponibilidad de los camareros, etc.; los platos fueron una fiel muestra de la prueba de menú, mejores incluso, refinados y de sabor increíble; la recena fue una muy grata sorpresa por la variedad y calidad de pequeños bocados calientes para saciar a los ya más que satisfechos invitados.

- La presentación y decoración fue muy cuidada, adaptándose a la idea que llevábamos, aportando todo aquello que tenían disponible y pudiera sumarnos. Nunca pusieron impedimentos, siempre flexibles a cualquier idea o cambio de última hora. Se aprecia la restauración sin romper la magia de lo clásico.

- El trato antes del evento fue de lo mejor que nos pasó, fueron increíblemente pacientes, cariñosos y empáticos ante los nervios previos por los imprevistos que siempre surgen. Cada puntualización o sugerencia solo bastaba decirla una vez, todo lo llevan fielmente anotado.

- El confort fue su marca distintiva, daba igual culminar la boda dentro del salón bailando o fuera en las terrazas, la sensación de bienestar se percibía cualquiera que fuese el gusto del invitado.

- La limpieza se presupone en un evento así, pero su nivel de pulcritud fue sobresaliente en mesas, suelos y baños a pesar del paso de las horas.

- Los camareros siempre con una sonrisa, educados y amables. Muy cercanos en la copa de espera, atentos a las bebidas en la comida e implicados hasta el último minuto de la barra libre.

Destacar cualquier elemento sería desmerecer al resto, es la combinación perfecta entre la profesionalidad en el producto y el servicio y la familiaridad en el trato. Sin duda, la elección de estos salones fue el mayor acierto para recordar nuestro día con una sonrisa.

Cuando uno va a casarse espera varias cosas de un buen salón:

- La cantidad/calidad de la comida estuvo a la altura del evento, una copa de espera variada y elaborada, cuidando detalles como las sillas, la frecuencia de bandejas a pesar de los carritos, disponibilidad de los camareros, etc.; los platos fueron una fiel muestra de la prueba de menú, mejores incluso, refinados y de sabor increíble; la recena fue una muy grata sorpresa por la variedad y calidad de pequeños bocados calientes para saciar a los ya más que satisfechos invitados.
- La presentación y decoración fue muy cuidada, adaptándose a la idea que llevábamos, aportando todo aquello que tenían disponible y pudiera sumarnos. Nunca pusieron impedimentos, siempre flexibles a cualquier idea o cambio de última hora. Se aprecia la restauración sin romper la magia de lo clásico.
- El trato antes del evento fue de lo mejor que nos pasó, fueron increíblemente pacientes, cariñosos y empáticos ante los nervios previos por los imprevistos que siempre surgen. Cada puntualización o sugerencia solo bastaba decirla una vez, todo lo llevan fielmente anotado.
- El confort fue su marca distintiva, daba igual culminar la boda dentro del salón bailando o fuera en las terrazas, la sensación de bienestar se percibía cualquiera que fuese el gusto del invitado.
- La limpieza se presupone en un evento así, pero su nivel de pulcritud fue sobresaliente en mesas, suelos y baños a pesar del paso de las horas.
- Los camareros siempre con una sonrisa, educados y amables. Muy cercanos en la copa de espera, atentos a las bebidas en la comida e implicados hasta el último minuto de la barra libre.

Destacar cualquier elemento sería desmerecer al resto, es la combinación perfecta entre la profesionalidad en el producto y el servicio y la familiaridad en el trato. Sin duda, la elección de estos salones fue el mayor acierto para recordar nuestro día con una sonrisa.

El trato desde el principio es genial! Se adaptan y buscan un servicio que pueda ser de tu agrado. El sitio lo tiene decorado super bonito, amplio y limpio. La comida estaba espectacular, los invitados quedaron super satisfechos y nosotros también. El patio y las terracitas muy bonitas. Fue un día inolvidable

Nos casamos el pasado 15 de Julio en este maravilloso salón de boda. Decir que desde el primer momento, Trini fue súper cercana con nosotros y muy atenta. Fueron varias las veces que fuimos a consultarle dudas y siempre nos atendió encantada. El día de la boda todo salió de fábula, los camareros y el metre fueron super profesionales, la comida estupenda, el servicio, la atención... Aún nos llegan mensajes de los invitados comentando lo bien que estuvo todo. Muchas gracias por todo y los recomendamos sin duda, son fabulosos.

Se portaron muy bien con nosotros. En especial Mari Trini que estuvo muy pendiente de todo, nos puso todo a nuestro gusto y más incluso de lo que pedimos. Totalmente recomendable

¡Sin palabras! Gran profesionalidad, comida exquisita y en su punto. Sitio grande y precioso. Se adaptaron a todo lo que les propusimos. Resumiendo, le doy un 10.

Se han actualizado y modernizado, me he casado y quería darles las gracias por el trato recibido y por el buen funcionamiento en todos los sentidos.
Gracias.

Muchas gracias por todo, M. Trini y José Joaquín. Habéis ayudado en todo lo que hemos necesitado y siempre rápidamente.

Salió todo a pedir de boca. Tenía mis dudas pero a quienes critican se deberían dar un punto en la boca, bastante competentes.