Tanto Juan como Belinda junto a todo el equipo del restaurante, hicieron que fuera un día maravilloso y el más feliz de nuestra vida.
Gracias por hacernos sentir como en casa.

Juan eres increíble jamás pensé que el sueño que tenía sería junto a vosotros!! Profesionales 100x100 todo el servicio espectacular comida, música, ambiente, no tengo palabras para describir ......En nuestro corazón para toda la vida!!!

Todo genial, cualquier contratiempo solucionado al acto, ya era nuestro restaurante favorito, y no defraudo en la celebración, gracias a juan y a su equipo

Son geniales en lo que hacen, recomendaríamos. Hicieron que nuestra boda fuera increíble y que pudiéramos disfrutar de todo en todo momento sin preocupaciones, super pendientes de cada detalle y de cada persona. Son geniales

No puedo estar más contenta con ellos! Todo todo todo una pasada. Juan es increíble, la comida estaba espectacular y el servicio y el trato fué fantástico, repetiría mil y una vez más con ellos

Desde que visitamos el restaurante no tuvimos dudas. Su magia, su ermita, la buena energía... ¡Pero, sobre todo, las personas que forman ese gran equipazo! Juan, Toni y todos los camareros, cocineros... ¡Todos se merecen un 10! Es una gran familia, un equipo exquisito y una calidad inigualable. Gracias a todos/as por hacer nuestro sueño realidad. Si queréis una boda donde cuidan hasta el mínimo detalle, cuidan a tus seres queridos y, sobre todo, a los novios... ¡Visitadles y os aseguramos que ya sabemos dónde celebraréis vuestro día!

Fue espectacular, no me puedo imaginar una boda mejor que en este restaurante, desde el administrador hasta los camareros y cocineros... la comida, espectacular... increíble, no tuvimos que preocuparnos de nada.

Desde el primer momento Juan estuvo siempre dispuesto a ayudarnos en lo que necesitáramos Yo tenía mucha decoración hecha por mí, y no dudó ni un momento en ayudarnos a colocarla toda tal cual la queríamos. El día de la boda estuvo por y para nosotros, incluso me trajo los zapatos planos cuando ya no podía aguantar el tacón. El sitio es muy bonito y acogedor. Nosotros éramos una boda pequeñita, pero se sintió superbonito y a gusto.

Nos casamos el 25 de julio, en momentos de mucha incertidumbre por el Covid. En todo momento Juan nos transmitió calma y tranquilidad. Habréis observado que todos lo nombran en las opiniones, y no es para menos. Es un máquina que controla hasta el más mínimo detalle, pero a su vez te deja hacer y se amolda a todo lo que le pidas. Nuestra boda fue de unos 20 invitados, por la tarde, y pretendíamos que fuese algo bastante informal. Un par de visitas con Juan y rápidamente captó la idea y nos aconsejó en multitud de temas que fueron un acierto. Se nota que hay mucho oficio. Pasamos de la informalidad a algo con más cara y ojos sin ser para nada excesivo. Para la ceremonia reservamos la capilla, todo un acierto. El convite lo hicimos íntegramente en el exterior, que queda junto a la capilla. Si que es cierto que por la fecha, quizás apretó demasiado el calor a la hora del baile, pero el entorno que nos permitieron decorar con plena autonomía, se convirtió en algo mágico, con zonas para photocalls y recordatorios en jardines bajo higueras. Las mesas redondas estaban perfectamente decoradas por ellos, la barra de bar rollo surfera, genial para una boda en pleno verano. La comida, sin palabras, diría que excesiva y de calidad. Pedimos el Menú Gallego, todo un acierto. El pica-pica dejó de servirse cuando la gente parecía que dejaba de comer. Sobró. Los platos excelentemente cocinados. Un 10. El personal otro 10. No es que no tuviesen un no por respuesta, es que simplemente se adelantaban a las necesidades porque no dejan de observar (y escuchar) para que no faltase nada a nadie. Tanto en mesas como en barra, y de forma superamigable. Y mientras tanto, Juan marcando los tempos sin que se te hiciese pesado o dejases de disfrutar del momento. Y otro tanto para el DJ, un fiera, con un repertorio guapo y variado que también te encontraba lo que pidieses (y ya sabemos como somos la gente cuando nos venimos arriba...).
Básicamente nos tuvieron que echar de lo a gusto que estuvimos todos. En resumen, fue una agradable sorpresa que nosotros mismos no imaginábamos, ni en nuestros mejores sueños, que fuese a ir tan bien. Gracias, Juan & equipo. Os debemos una visita más pronto que tarde.

Trato exquisito, grandísima profesionalidad. Inmejorable. Un lugar se ensueño en el que han cuidado todos los detalles.

No podíamos haber elegido mejor restaurante. Juan y su equipo son geniales, ni la lluvia pudo con ellos. Supieron gestionar este tema a la perfección, al final paró y pudimos disfrutar del exterior. Todos los invitados nos felicitan por la comida y por el servicio. Gracias por hacer que nuestra boda fuera un día único.

Muy recomendable. Trato excelente, gran relación calidad-precio y dispuestos a aportar soluciones en cualquier duda que pueda surgir. Un equipo increíble que hizo un enorme trabajo con igual resultado. ¡Sin ninguna duda nos volveríamos a casar en Santa Margarida! ¡Muchas gracias a Juan y a todo el equipo!

Todo fue estupendo, la atención de los camareros y camareras fue excelente, al finalizar la noche, sobretodo en el baile eran como uno más de la familia, animaron también mucho. El organizador Juan muy atento con nosotros y dispuesto a ayudarnos en todo el tema organizativo, no tuvimos ningún tipo de impedimento en aquello que le proponíamos. El menú elegido fue abundante y la familia estuvo muy contenta con todo. El dj Toni a pesar de que le dimos la selección de canciones que queríamos que sonara y no fue posible ponerla, amenizó el baile de tal manera que apenas nos dimos cuenta. Y no podía faltar el maestro de ceremonias Toni el que nos hizo una ceremonia espectacular, muy cercana, muy reflexiva y sobretodo muy representativa a como nosotros somos (transparentes, cercanos, familiares) en definitiva hecha des del corazón. La gran mayoría de parejas dicen que se les pasó rápido el día, pues nosotros lo disfrutamos tanto, estuvimos tan a gusto que no tenemos esa sensación. Mil gracias en mayúscula a todo el gran equipo que hizo de ese día un día que siempre recordaremos.

Estoy encantada con el restaurante todo fue perfecto mejor de lo que esperaba fue un día que jamás olvidaré gracias a todos los trabajadores de Santa Margarida. Se lo curraron mucho en todo. Estoy muy agradecida.

No tengo ninguna crítica respecto el restaurante. Desde el momento en que te pones en contacto con ellos hasta el día de la boda te dedican el tiempo que fuese necesario. Además, lo puedes personalizar todo. Trabajan con una floristería en la que puedes encargar algún ramo que quieras dar de regalo a algún familiar y lo llevan al restaurante el mismo día de la boda, de forma que quedan súper frescas y no te tienes que preocupar con nada.
¡El día de la boda te miman muchísimo! Están súper pendientes, tanto los camareros como el maître. En fin, para mí, sin duda, ¡un 10!