Opiniones de Restaurant Les Moles

Cuando elegimos Les Moles ya sabíamos que acertaríamos con la comida. Así que contratamos su cátering, pero por problemas con el proveedor del espacio, finalmente decidimos hacer la boda ne el restaurante y fue la mejor decisión que tomamos!! El lugar es increíble, cuidan de cada detalle, lo personalizamos al máximo, la fiesta estuvo genial y la comida, como ya esperábamos, encantó a todo el mundo.

Son muy profesionales, atentos, cercanos…Hicieron que todo fuera más fácil. Los recomendamos al 100%. Hacen un trabajo increíble, además de que el entorno és fabuloso, elegante y a la altura de cualquier evento.

Es de los mejor sitios donde he estado y me siento orgulloso de que haya sido en mi boda

Salimos super contentos de les Moles, como todo aquél que se casa, el tema del convite es aquello que más preocupa. Nuestros invitados no pararon de repetir lo bien que habían comido. A Geroni lo felicitamos y le dimos en persona, a su mujer al día siguiente. A Laura que decir, que mil gracias por todo y por su paciencia en todos nuestros cambios de última hora.

A sido un gran acierto decidir hacer nuestra boda en les moles! Todo quedó espectacular! Y en las manos del mejor chef !

Les Moles es un sitio con un encanto propio, sus vistas, sus jardines, el espacio, etc.
Pensaba que la perfección no existía pero si lo juntas con el servicio y la calidad de la comida, obtienes la perfección.
Encantados con Laia y Jeroni.

No se me ocurriría un sitio mejor donde celebrar una boda. La estética, espectacular y bien cuidada. La comida, buenísima y el servicio, increíble. Joan, nuestro wedding planer, nos hizo sentir cuidados y tranquilos en todo momento. Al principio pensamos que era caro porque tiene una Estrella Michelin y dos soles Repsol, pero te puedes configurar el menú completamente adaptado a tu bolsillo. Gracias a los consejos de Jerony, el chef, todo salió genial.

Nos decidimos por Les Moles por su exterior, por su comida y por el trato que recibimos desde el minuto uno. Y no nos defraudaron, al contrario, superaron nuestras expectativas. Aunque nos tocó hacer cambios por el Covid, el resultado final fue espectacular. Cuando se hizo de noche, se iluminó el jardín y la pedrera, fue precioso. La comida, pues de estrella Michelin, no hay palabras. Y el trato del chef y la organizadora de eventos fue inmejorable. Ellos son en gran parte los responsables del mejor día de nuestra vida.

Antes de entrar en detalles, creo que vale la pena empezar por lo más negativo de nuestra experiencia o lo que más nos molestó. Cosas que, aunque sean pocas, ensombrecen todo lo bueno y hace que te vayas con un mal recuerdo de ese día. Lo que más nos molestó: en los aperitivos se quedaron sin cerveza. Se olvidaron de comprar y empezaron a sacar botellines de cerveza caliente que también se terminaron y para la barra libre ya no había nada. Bueno sí, Voll Damm, que después aún te tiran en cara que perdían ellos dinero porque es más cara. Y de descuento o rebaja en el precio por esa falta de profesionalidad y servicio, ni hablar. No se puede fumar en las mesas del exterior, que tiene su lógica, pero que te enteres en el mismo momento que te sientas en la mesa, a través de un altavoz como si fuera un aviso del metro para los pasajeros… No tiene nombre. Contratamos un grupo de música rock y un buen sistema de iluminación y sonido, pero nada del otro mundo. Pero el sistema eléctrico no aguantaba y saltaron los plomos varias veces. Un desastre. Presumen que organizan grandes conciertos y las instalaciones están preparadas para ello, pero ya se vio que no. Aunque lo peor es que te venden la moto que allí ha tocado Chenoa, Café Quijano, Bebe, etc. Y, claro, te confías que el sitio está preparado para hacer conciertos (aunque después ves que actúan con dos altavoces y 4 focos de nada). Además, que te obligan a poner la música bajita porque hay un vecino que se queja. Y, por supuesto, todo esto te lo dicen el mismo día de la boda. Increíble. Y claro, una boda en que la temática era "Concierto Rock", pero con la música bajita, con cortes de luz y sin cerveza… Ya me dirás. Al terminar la cena, hicieron levantarse a todo el mundo (un poco de malas maneras) para recoger las mesas, no dejaron siquiera alguna mesa o sillas para que la gente se pudiera sentar o dejar sus cosas. Aunque tienen una zona con sillones alrededor de la barra, es insuficiente, sobre todo para la gente mayor, que, aunque en nuestro caso no había mucha, los invitados se apelotonaban como podían en los sofás para poder descansar. Comida: lo mejor del menú es que puedes personalizarlo totalmente. No es uno o dos menús cerrados. Puedes variar los entrantes y platos como quieras. Tienen una gran variedad de entrantes, pero el marisco carísimo, el resopón un poco escaso y las tartas nupciales las contratan a otra empresa y son algo regulares. Vinos y bebidas muy bien. Pero en general todo está bastante bueno, aunque pecan de aparentar mucho y no ser tanto. Quieren ser originales y modernos cuando a veces lo tradicional le da mil vueltas. Aunque si vas a este restaurante, ya sabes a lo que vas. De precio bien, con 120 por comensal puedes hacer un menú correcto con todo incluido. Instalaciones: el salón interior para banquetes y su decoración, aunque es simple y algo encajetada, cumple con su función perfectamente. Los jardines son "bonitos" después de la última reforma, aunque falta que crezcan un poco los árboles y la vegetación, pues da la sensación de que todos son plantas y arbustos de baja estatura y muchas zonas donde solo se ve tierra y poco de verde. Pero en unos años estará bastante bien. La mola, aunque da la sensación de una pared tosca de roca, le da personalidad al sitio y por la noche cuando encienden las luces que se reflejan en ella y va cambiando de color, es espectacular. La zona de ceremonias es algo simple. Le falta decoración que tienes que aportar tú totalmente, porque si no queda muy soso. Son unos bancos de piedra, una mesa de metal y ya. Unos toldos para días de calor, decoración vegetal, cubre bancos, un arco nupcial o una simple alfombra son necesarios. Pero es habitual que en todos los sitios tienes que aportar tú las decoraciones. Disponen de un escenario muy grande con muchas posibilidades. Eso sí, las instalaciones eléctricas no aguantan mucho equipo como ya he dicho antes. La parte de baile es bastante grande. La zona para banquetes al exterior es muy correcta. Aunque más luces decorativas por la noche en esa zona, se echan en falta. La falta de personalización es notable, como mantelería que tienes dos opciones. Aunque de centros florales de la mesa tienen muchos, bonitos y están incluidos. Buen detalle. Baños, barra, zonas para sentarse, etc. Todo correcto. Además, tiene varias zonas por el exterior donde poner photocalls, decoraciones, etc. Tiene muchas posibilidades. Dentro de las cosas que no puedes hacer a modo de información: tirar traca, fuegos artificiales, farolillos voladores, cañones de confeti, pasar con vehículos por algunas zonas y un largo etcétera. Servicio: camareros eficientes y organizados. Entrantes y platos bien de tiempo. Aunque en la barra uno o dos camareros más hacían falta pues se hace cola para pedir bebidas. Las botellas de vino no las dejan en la mesa, te la sirven los camareros que están bastante atentos, pero a veces por la faena no están y te quedas sin beber hasta nuevo aviso. Trato personal: la verdad es que no muy bueno. Te sientes todo el rato como si te hicieran ellos el favor de dejarte comer en su magnífico restaurante de estrella Michelin. Trato poco cercano y un poco apático. Sobre todo por parte del dueño. No te sientes muy apoyado en un día tan señalado. Al principio bien, pero una vez pagas la señal ya es otra cosa. Todo son negativas. Aunque alguna petición la aceptaron y se agradeció. Obvian detalles que no te enteras de ellos hasta el día antes de la boda, o incluso en el mismo día, que te hace una gracia… Aunque la chica que se encarga de los detalles y la organización un poco mejor, más simpática y comprensible y muy atenta el día de la boda. Conclusión: en resumen, hay cosas a mejorar. Y, por supuesto, esto es solo una opinión personal a través de nuestra experiencia, que, aunque quedamos contentos, en resumen la experiencia fue regular. Escogimos Les Moles para organizar nuestra boda por sus menús personalizables y de buena calidad. Pero, sobre todo, porque era el único sitio donde podíamos hacer ceremonia, aperitivos, cena y fiesta en el exterior de noche.

Ceremonia impresionante, comida excelente, tuvieron un problema con el audio de la música, eso fue lo único que hizo que no fuera perfecta. Lo demás fue genial.