Restaurante - Finca La Masía de Chencho es una exclusiva finca con novedosos salones con mucho encanto para vuestro gran día. Historia y futuro al compás del arte. Sus cuidados jardines os recibirán al entrar en la finca, no dudéis en disfrutarlo el día de vuestra boda.

El pasado y el presente se combinan a la perfección en La Masía de Chencho y adulan solo la excelencia de lo que hoy en día es uno de los lugares con mayor prestigio de la provincia de Alicante.

Espacios y capacidades

La Masía de Chencho cuenta con dos salones totalmente reformados con un moderno diseño y perfectamente acondicionados para la celebración de banquetes nupciales. Uno de ellos cuenta con capacidad para 140 comensales y el otro puede acoger hasta 350 y ambos cuentan con discoteca para poner el broche de oro a la celebración. Cuenta con una cocina exclusiva para la preparación de todo tipo de menús, garantizando así un servicio rápido y eficaz.

Además de los salones, la Masía cuenta con espaciosos jardines de 3.000 metros cuadrados, ideales para la celebración de cócteles, ceremonia civil y banquete si así lo desean. Déjense envolver por las mágicas noches en el campo ilicitano en un entorno incomparable. El "Olivar de la Masía" es un fantástico jardín donde se pueden encontrar valiosas piezas de este árbol y el otro jardín, rodeado de preciosos ficus, es ideal para la celebración de ceremonias.

Mesas para ocho o doce comensales vestidas elegantemente para la ocasión, dan un toque de sofisticación a los salones. Ambos tienen acceso directo a los jardines, con lo cual podrán disfrutar de fantásticas vistas durante la celebración del banquete.

El restaurante también ofrece varias estancias adicionales por si la vuestra, es una boda íntima y reducida: "La Cueva de los Enamorados" o el salón Fernando III.

Los invitados podrán pasearse a gusto por toda la casa y conquistar la vista con las antigüedades y las piezas de arte que copan sus rincones, como numerosas pinturas y joyas. Y para enamorar aún más si cabe a los acérrimos del arte, en la parte superior del edificio se pueden encontrar todavía varias salas privadas que aún conservan la cocina y el baño originales.

Servicios que ofrece

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Historia

Esta antigua casona, ubicada en el corazón del campo ilicitano, fue construida en 1830. En sus orígenes, fue utilizada como casa de labranza y permaneció intacta hasta que en 1984 su propietario, Rafael Reyes Morales, la restauró por completo, manteniendo intacto su carácter rústico y campestre.