Solo tengo buenas palabras para Casa Boquera, a pesar de la crisis del Covid y de miles de inconvenientes que surgían, nos ayudaron en todo y, al final, tuvimos una boda donde todo el mundo quedó encantado, con el sitio que es muy bonito, con la comida, que estaba riquísima y con Isa, que está pendiente de todo y siempre soluciona los problemas que surgen muy rápido. Hay aire acondicionado en el salón, que antes no había, así que, aunque fuera haga calor, se está fresquito. ¡Gracias por todo!

Desde el primer momento se adaptaron a nuestra idea de celebración. El servicio, atención, instalaciones y profesionalidad son impecables. Ana se ha encargado de acompañarnos durante este proceso de preparación y todo salió mejor de lo que pensábamos. Los invitados quedaron felices y nosotros también. Las habitaciones son espectaculares y las vistas que ofrece el hotel, también. Sin lugar a dudas, este es el sitio para tu evento.

Tanto mi pareja como yo, teníamos claro que queríamos hacer el banquete de nuestra boda en Casa Boquera, ya que el entorno entre viñedos y la tranquilidad del lugar hace que sea un lugar estupendo para una boda. Nos casamos el pasado 10 de octubre en plena pandemia de Coronavirus. Isa, la gerente, es una persona encantadora ya que en todo momento nos hizo sentir relajados y cómodos. Además, personaliza tu boda haciendo que sea única y teniendo en cuenta todos los detalles. El día de la boda, ella estuvo pendiente en todo momento de todo, lo que permite a los novios estar más relajados. El cóctel al aire libre fue increíble y el banquete en el salón, también. El restaurante te permite personalizar el menú y es muy flexible a los gustos de los novios, es decir, no te imponen ningún tipo de menú, te dan la posibilidad de hacerlo como los novios quieran. El servicio de todo personal fue muy bueno, y la posibilidad de alojarte en el hotel es un punto muy positivo ya que te permite despertarte y poder desayunar allí y poder compartir experiencias con los invitados que también pernocten allí. Estamos muy agradecidos por el servicio que hemos recibido en Casa Boquera y queríamos felicitarlos. Totalmente recomendable.

Nos casamos el 19 de octubre. En primer lugar destacar la amabilidad de todos los que trabajan allí y que el sitio es muy bonito. Sin embargo, no puedo recomendarlo, especialmente si buscas un sitio en el que despreocuparte de la organización y no añadir estrés innecesario.

Algunas cosas que no me han gustado:
- Poca respuesta: durante el proceso de organizar la boda en algunas ocasiones tardaban semanas en contestar emails.
- Cambios de sistemas y presupuestos: cambiaron gran parte del personal mientras organizábamos la boda. Eso implicó que las cosas que nosotros acordamos a firma de contrato no se cumplieran. Tuvimos que cambiar el menú (no nos preocupó mucho porque somos flexibles) y lo peor fue la barra libre. Nosotros acordamos la barra libre por horas a pagar un precio por cada adulto, lo estándar, pero con el cambio de sistema la barra libre no era una opción y nos dijeron que teníamos que pagar cada copa que se consumiera. La diferencia en el sistema nos salió bastante más cara. Una sorpresa de última hora que nos dejó muy mal sabor de boca.
- Comida en el día: creo que esto es bastante estándar en las bodas. J., el cocinero, es muy bueno, hemos comido varias veces en el restaurante, pero en el día recibimos muchas quejas de los invitados porque el solomillo sabia a pescado. El mío estaba regular, nada especial.
- Tienes que estar pendiente: en el día de la boda y pese a que todos los proveedores tenían toda la información, tuve que estar pendiente de que las cosas fueran como queríamos.

Algunos ejemplos de cosas que no me gustaron:
- Vinieron 10 minutos antes de la boda para que confirmara que el novio y yo íbamos juntos caminando al altar. No era así: el novio iba con su madre y yo con mi padre y todo el mundo tenía esa información.
- Les dije que por favor el novio no fuera al altar hasta que yo avisara de que estaba lista. Pasaron de lo que dije y 5 minutos después el novio estaba en el altar. Me tuve que poner yo misma el velo por las prisas y no pude retocarme el maquillaje.
- Tuve que acercarme yo al DJ a decirle que tenía que poner la música para entregar el ramo.
Pese a todo esto que comento lo pasamos muy bien y el día fue genial porque a la hora de la verdad nos daba un poco igual todo. Eso sí, que sepáis que según mi punto de vista no están lo suficientemente presentes durante el proceso, aunque lo intentan, y que en el día si tienes una idea determinada de cómo quieres que vayan las cosas no puedes despreocuparte.

Después de tener el menú 5 meses antes de la boda por contrato me obligaron a cambiarlo a 10 días de la boda, por decir algo.

Todo genial, espectacular, trato superagradable, ¡la comida buenísima! ¡Superrecomendable!

Es un sitio perfecto en medio de viñedos y el hotel es precioso. Isa es la chica que se encarga de organizar las bodas es un encanto, no nos puso problema en nada y estuvo en todo momento pendiente de todo. El chef José David es un 10, todo buenísimo y muy elaborado. A todos los invitados les encantó la boda. Toda la gente del hotel se portó genial con nosotros. Sin duda, lo recomiendo al 100%.

En cuanto vimos el lugar, supimos que ese era el lugar perfecto para nuestra boda. Aunque el precio del cubierto es algo superior al de otros salones de la zona, la cocina de Borja lo merece. El cóctel sin duda fue lo mejor, todo fluyó increíble y los invitados fliparon con algunos de los platos. Un efecto wow desde que entré por el jardín para casarme con la montaña de fondo, hasta el momento tarta. La facilidad para poder quedarte allí a continuar la fiesta e incluso alquilar habitaciones para tus invitados es un punto extra. Repetiría mil veces. De hecho, ¡ya he vuelto a comer!

El sitio es increíble y la gente que trabaja en él maravillosa, sobre todo Isa, que es un encanto, superprofesional y se deja la piel en cada evento para que todo sea perfecto.