Para una boda pequeña como fue la nuestra (de unos 80 comensales), fue el lugar idóneo. El sitio, en el mismo Sardinero, y con un día soleado como el que tuvimos fue imposible pedir más. Nos encantó el cóctel de bienvenida en la terraza de la parte de arriba, los camareros muy atentos sirviendo, decoración en plan chill out de una terraza ibicenca, el jamón 5J, riquísimo, cortado por un profesional y preguntamos por un cóctel con productos tradicionales cántabros (ya que solo unos cuantos de los que estábamos allí eran de la tierruca). Luego pasamos a la zona del banquete, la entrada fue espectacular con música de U2 (tal y como habíamos pedido), las mesas estaban organizadas tal y como habíamos pedido, ya que no queríamos para nada la típica mesa presidencial. Entre plato y plato fueron rápidos en servir (Fernando estuvo en el comedor supervisando y sirviendo), hubo un pequeño lío y confusión a la hora de servir la carne, ya que pedimos que preguntaran a los comensales el punto en el que querían la carne y cuando empezó a salir la carne, algún camarero no sabía a quienes pertenecían los platos que llevaban. No quisimos tarta nupcial, pero sí pedimos de postre el hojaldre de Santos con chocolate caliente y una bolita de helado sabor vainilla (¡estaba impresionante!). Creemos que hasta aquí todo salió perfecto, solo hubo pequeñas cosillas sin importancia.
Luego pasamos a la celebración, que es la parte que más descontentos nos quedamos. Contratamos horas extras (hasta las 6 de la mañana), nos reservaron toda la primera planta (donde está el restaurante fue el banquete y donde está la taberna fue la celebración). Quisimos que la terraza de la primera planta estuviera abierta para que la gente saliera a fumar o a tomar el fresco, así que pedimos que nos pusieran un guarda de seguridad. Realmente no sirvió de mucho porque se coló gente que iba al BNS o que era amigo del DJ. Luego, el DJ (este chico, una decepción) porque además de no saber poner la música adecuada para animar, hubo momentos de silencio (me dijeron que era debido a un problema técnico) y además metió gente que él conocía. Tengo que decir que no estaba ni Fernando ni Willy para controlar y por eso seguramente el chico hizo lo que le dio la gana. Así que si decidís celebrar vuestro día aquí, os recomendaría que os llevéis vosotros vuestra mezcla de música. Por último, nos reservaron una habitación en el Gran Hotel Victoria, con una botella de cava, un bonito y agradecido detalle.
Pongo nota. Cóctel 10, banquete 7, celebración 5, servicio de camareros 8, atención por parte de la organización 7, materia prima 8, lugar 10 (con sol). Espero que lo que cuento aquí os sirva de algo. Es un lugar estupendo, ayudó el tiempo para que fuera más especial y además ayudó el que ese día estaba eufórica de felicidad. ¡Muchas felicidades a todo/as y suerte!