Eva se ha ganado el apodo de tiquismiquis por derecho propio. Las parejas que han confiado en ella para organizar su boda lo saben bien: no para hasta que todo está bajo control. Una Tiquismiquis no quiere realizar su boda; de esto te encargas tú. Solo quiere acompañarte, asesorarte y ponértelo fácil en cada paso.

Una boda hecha con cariño y con cuidado

Cuando no sepas cómo seguir, cuando algo te quede grande, cuando el estrés supere la ilusión… Una Tiquismiquis se convertirá en tu mejor aliada. Es la ayuda que necesitas tanto para planificar cada detalle como para supervisar que todo funcione el día B. Su objetivo es que tú no tengas que estar pendiente nada. Que si la pareja de tu primo era vegana en vez de vegetariana, que si ya ha llegado el bus para recoger a los invitados, que si se ha retrasado un proveedor… ¡Olvídate de las gestiones y dedícate solo a disfrutar!

Podrás contar con Una Tiquismiquis para todos los pasos previos al gran día. Desde propuestas de diseño personalizadas, visitas técnicas al lugar de la celebración, búsqueda y comparativa de proveedores, gestión del presupuesto, ensayos de ceremonia, recepción del material, montaje de decoración, asesoría constante y reuniones periódicas. ¿Y lo mejor? Que se adapta a tus horarios para hacértelo todo más cómodo.

Se ocupa de gestionar todo el protocolo, tanto interno como externo; eso sí que le toca a ella. Porque tu trabajo solo debe ser dar la bienvenida al gran día y aprovechar cada momento con los tuyos. Consigue la boda que siempre has soñado: ¡hazlo fácil con Una Tiquismiquis!