Contratamos a E. 16 meses antes de la boda después de conocernos en un punto medio entre su ciudad y la nuestra. Durante este tiempo, fuimos hablando por Instagram de vez en cuando. Se suponía que íbamos a quedar más veces para conocernos más, pero fue pasando el tiempo y finalmente no quedamos hasta 4 meses antes de la boda. Fuimos nosotros a su ciudad a comer con ella y con su pareja, al cual no conocíamos. Durante esa comida nos dice que le ha salido otra boda para la misma fecha y que cree que es mejor que la nuestra la oficie su pareja. La verdad es que nos quedamos un poco cortados y nos pareció mal decir que no sin conocerlo. Nos hizo él una entrevista de casi dos horas de preguntas y nos marchamos. Nuestra familia empezó a llamar para participar en la ceremonia y no cogían el teléfono. Yo no hacía más que insistir para leer el texto y él me decía que tenía mucho trabajo. Cuando por fin se puso con el texto la mayor parte de anotaciones de la entrevista que nos había hecho no las entendía ni él. Obviamente, no las había tocado en 3 meses. Después de un par de rifirafes nos pusimos de acuerdo con el texto. El día de la boda llegó 45 minutos antes de la ceremonia cuando nunca había estado en la finca, casi llega antes el novio a recibir a los invitados que llegó 15 minutos después. Leyó lo acordado, sí, pero dejó mucho que desear. Había una alfombra roja. Bien, pues fue incapaz de decirle a la niña de las arras que entrara por la alfombra para darle tiempo a que sonara la canción. La niña se levantó de su silla en la primera fila y nos las trajo. Menos de un metro andó la niña hasta nosotros. Los cañones de la salida de los novios se dispararon fuera de tiempo porque nadie les dijo cuando había que dispararlos, pero lo más gordo de todo es que le avisamos que no queríamos que la gente se levantara a darnos enhorabuenas ahí delante del “altar”. Queríamos poder salir con una canción y tener salida de novios, cosa que no ocurrió. Él lo dijo muy tarde y todo el mundo se apelotonó a darnos besos y abrazos. Yo oía como la música con la que tendría que haber salido del brazo de mi marido sonaba y no podíamos movernos de delante del altar. Me he quedado sin la salida de novios en un día irrepetible. Eso si, al día siguiente de la boda, nos pidió la mitad que le quedaba por cobrar por Whatsapp. Ni siquiera esperó a que pasara la luna de miel. Me arrepiento muchísimo de haber contratado a E. en su momento porque si hubiera sabido que no lo iba a hacer ella no la hubiera contratado. Cualquier familiar lo hubiera hecho mejor y me hubiera ahorrado 350€. Cuando contratas alguien y le pagas supones que es alguien profesional y esperas que al menos coordine de dónde tiene que salir la gente y los tiempos de las canciones para que suenen. Me eché a llorar conforme acabaron las fotos de grupo, momento en que él, por supuesto, ya se había marchado. Nadie me podrá devolver nunca no haber tenido la salida de ceremonia de marido y mujer.

Salacadula es atenta, organizada, detallista, creativa... Cuando uno desea una boda especial, diferente y cuidada al detalle, hay mucho trabajo detrás. Por eso es imprescindible contar con alguien que te ayude, y no podría haber encontrado una wedding planner mejor. Se la recomiendo a cualquier pareja que busque su boda soñada, y lo que es más importante, poder disfrutar de ella.

Elena ha sido una pieza fundamental en nuestra boda. Ella ha sido la responsable de que pasase de ser una boda ordinaria a una espectacular, fue muy comentado por todo el mundo lo especial que era nuestra boda y fue gracias a ella. Tiene muchísima visión y gusto a la hora de decorar y organizarlo todo, y una ideas muy buenas para hacer realidad tu visión de las cosas. Se encargó de coordinarlo todo de modo que no tuve que preocuparme por nada el día de la boda, ni durante todo el proceso. Te hace la vida mas fácil en esos días de tanto estrés. Imprescindible 100%.

Tras habernos informado con diferentes empresas para que nos ayudasen sobre todo en la decoración de la boda y también porque queríamos maestro de ceremonias y estar relajados en ese día tan especial, nos decidimos por Elena de Salacadula. Es encantadora y desde el primer momento no sólo entendió lo que buscábamos sino que aportó nuevas ideas que hicieron de la boda algo espectacular. Sin ella y Santi no habría sido posible que todo saliera tan bien. La recomiendo encarecidamente porque nos facilitó la vida y dentro del presupuesto de la boda no nos pareció un servicio caro y sí algo necesario.

ContratÉ a Salacadula para la organización y decoración de mi boda. Era una boda civil y de tipo cóctel, algo no muy habitual pero todo salió genial, a la gente le gustó todo muchísimo y a nosotros también. Recomendamos Salacadula al 100%, porque el resultado fue espectacular. La decoración, preciosa, además estábamos muy tranquilos porque Elena estaba ahí para cualquier cosa.

¿Qué puedo decir de Elena Casanellas y Salacadula? Sin ella, mi boda no habría sido igual. Me escuchó, me asesoró e hizo realidad todo lo que estaba en mi imaginación. Y la coordinación el día de la boda fue impecable. Gracias a ella, mi marido y yo vivimos nuestro día de una forma relajada y tranquila, porque sabíamos que ella estaba ahí, pendiente de todo, pero siempre en un segundo plano. Además, hizo su labor demostrando un gran cariño y mucha paciencia. Amable, profesional, eficiente y siempre con una sonrisa. Merece la pena contar con Salacadula para tu boda. Desde aquí, te mando un abrazo enorme.

No tengo palabras!
Salió una ceremonia preciosa! Siempre estaremos agradecidos.
Un artista!!

Encontrar a Elena fue toda una suerte y haber podido trabajar con ella fue mágico. Se convirtió en la pieza clave para que nuestra ceremonia fuera tal y como soñábamos. Desde el inicio conectamos con ella y su dulzura y tranquilidad nos hicieron confiar en ella para esta tarea, y no podemos estar más felices y agradecidos. Quedamos las veces que fueron necesarias, muy accesible a la hora de escuchar nuestras peticiones y cambios del guion y una profesional para la coordinación del mismo. Hizo que la ceremonia fluyera y ayudó a nuestros familiares y amigos en sus aportaciones. ¡Gracias por tanto!

Tuvimos la gran suerte de contar con la ayuda de Elena y Santi para nuestra boda. La Candy bar mas bonita que he visto en mi vida, y qué decir de la ceremonia, totalmente adaptada a nuestros gustos. También nos ayudaron a organizar una fiesta "neon" y todo el mundo quedó encantado. Fueron todo facilidades y quedó todo perfecto. ¡Muchísimas gracias!

Todo fue perfecto, en una palabra. Elena es superprofesional, se nota que ama lo que hace y lo hace con pasión. También tuvimos a Santiago de maestro de ceremonias y fue un éxito.

Trabajar con Elena es una delicia. Tiene mil ideas y además todo súper económico y hecho a mano y con amor. Entendió en seguida nuestro estilo y todo lo que nos propuso nos encantó. Aunque tengas las cosas claras va genial tener a alguien que sabes que el día de la boda se preocupará hasta del último detalle para que tú puedas disfrutar.

Aún habiendo contratado únicamente maestro de ceremonias, maravilloso, atención fantástica y muy currado. La gente disfrutó muchísimo de la ceremonia.
Tanto Elena como Santi maravillosas personas, ojalá hubiésemos tenido presupuesto para contratar más servicios con ellos.

Fue la mejor ayuda para el día de mi boda. Se supo adaptar a mis preferencias así como aportar nuevas ideas. La recomiendo sin duda, fue una ayuda 10 e hizo que mi boda fuera lo especial que buscaba. Con su capacidad de trabajo, de escucha al cliente, también de precio y el resultado de su trabajo no puedo más que agradecerle que estuviera a mi lado en ese día.

Tuvimos la gran suerte de dar con Elena, que nos ayudó con la decoración y la coordinación del día de la boda. Elena hizo que todo fuese super fácil,
siempre nos escuchó en todo momento y nos sugirió muchísimas ideas. Desde el primer momento pudimos ver que esta es la verdadera pasión de Elena. Sin duda alguna, recomendamos a Salacadula a quien vaya a preparar su gran día. ¡Muchísimas gracias por todo!

No puedo decir mas que: ¡genial! Elena me hizo el candy bar y el rincón del fumador. El trato fue excelente, se implicó mucho en el trabajo y estuvo disponible siempre que la necesité. El resultado precioso. Respecto al precio, creo que es barato teniendo en cuenta su dedicación.