Nunca imaginé que necesitaría ayuda para organizar mi boda. Siempre pensé que, con mi capacidad de organización, un par de listas y quizá la ayuda de amigas o familiares sería suficiente para llevarlo todo bajo control. Pero claro, una cosa es lo que imaginas, y otra lo que realmente sucede.

De repente te ves sumergida en un mar de proveedores, llamadas constantes, decisiones que jamás pensaste que tendrías que tomar (¿de verdad hay tantas formas de decir a tus invitados dónde van a sentarse?), listas interminables y detalles que parecen no acabar nunca. Todo empezó a ser tan abrumador que, en lugar de disfrutar del proceso, me sentía agotada y agobiada.

Y cuando el estrés empezaba a apoderarse de nosotros, fue cuando descubrí el talento de Paloma. Un auténtico punto de inflexión. Contar con ella fue, sin duda, la mejor decisión. No solo me ayudó a poner orden en el caos, sino que además me devolvió la emoción de planear nuestra boda. Se encargó de coordinar los aspectos más complejos ofreciendo soluciones para todo, siempre respetando nuestras ideas y asegurándose de que cada detalle reflejara nuestra esencia como pareja.

En todo momento me ofreció soluciones prácticas y siempre con una actitud tan calmada, entusiasta y profesional que inmediatamente nos dio la tranquilidad que tanto necesitábamos.

Gracias a Mitu Wedding pude volver a disfrutar del proceso y, sobre todo, del gran día, sabiendo que todo estaba en manos de profesionales. No paro de recomendarles a todas las parejas que conozco que planean su boda, ahora sé que pedir ayuda profesional no solo es necesario, sino también la mejor manera de asegurarte de que tu boda sea realmente inolvidable.