No sabía lo que era organizar una boda hasta que no lo viví en primera fila. Y menos mal que tenía a Mayte y Alicia. Es un desafío que requiere no solo creatividad, sino también organización, atención a los detalles y la capacidad de manejar imprevistos. Estas dos wedding planners son un ejemplo perfecto de profesionalismo, dedicación y amor por lo que hacen. Por eso supe desde el primer momento que tenían que estar conmigo a pie de cañón.
Tanto Alicia como Mayte tienen la increíble capacidad para convertir sueños en realidad. Sus talentos radica en capturar la esencia de cada pareja y reflejarla en cada aspecto de la boda, desde la decoración hasta los pequeños detalles que marcan la diferencia. Me encanta la creatividad excepcional: siempre aportan ideas innovadoras que me sorprendieron, y a los invitados más. Resolución de problemas: Si algo no sale como estaba planeado, siempre tienen un plan B (¡y un plan C si hace falta!). La capacidad para mantener la calma y solucionar cualquier inconveniente es admirable.

Las dos son las estrategas incansables. Sus enfoques meticulosos y organizativos garantiza que todo salga a la perfección. Destaco de mi boda la organización impecable, el amor a cada detalle como si fueran suyas. La cercanía hacia mis invitados. Ambas comparten una pasión genuina por hacer realidad los sueños de los novios. Su energía positiva, profesionalismo y compromiso garantizan que cada boda sea única y perfecta.