Al principio, cuando empezamos a organizar la boda, era un poco reticente al tema de contratar wedding planner porque creía que me iba a poder hacer cargo de todo. Menos mal que cambié de opinión y que la vida nos puso a Carmen en el camino. Por mucho tiempo libre que tengas, organizar una boda de las de hoy en día es una auténtica locura: la gestión de los proveedores, los tiempos, los detalles para los invitados, el organizar todo lo que quieres para el gran día... y más si vives fuera. Necesitas el apoyo de una profesional como lo son Carmen y su equipo, capaz de solucionarte los problemas que van surgiendo, ¡incluso en pocas horas!, y de hacer que tu preocupación porque todo salga bien se relaje. Tiene la capacidad de hacer de psicóloga en esos momentos de agobio, de calmarte y de controlar la situación aunque seas un novio un poco pesado. ¡Eso no está pagado! Nos ayudó con cosas tan diferentes como encontrar el alojamiento de la noche de bodas (espectacular sitio), gestionar un lugar de confianza para poder alojar a nuestros perretes, complementos preciosos para la novia, decoración especial que ella misma monta para los rincones de tu boda... es una todoterreno. Además te habla claro, que es importante de cara a las ocurrencias que uno pueda tener, pero lo hace con infinito tacto. Es una maga de coger ideas locas que se le ocurren a uno y darle un par de vueltas de tuerca para que encajen a la perfección tanto en tiempo como en contexto. Gestiona super bien los espacios de la celebración para que los detalles estén perfectamente ubicados, sin saturar y quedando siempre elegantes. Aún teniendo muchísimos conocimientos sobre protocolo, es muy flexible a la hora de pensar una ceremonia (civil) que se adecúe al espíritu de los novios, y se le ocurren ideas muy creativas para que la boda sea real y natural, sin perder el hilo de que no deja de ser una ceremonia. También comentar que el resto de proveedores nos han agradecido el trato que ha tenido Carmen con ellos y lo a gusto que han trabajado, siempre cordial y colaborativa. Tras toda la vorágine que supone una boda, tengo que darle a Carmen las gracias por habernos acompañado en todo el camino, y decir que estoy seguro de que sin ella y su equipo no hubiera salido todo tan perfecto como fue. ¡Mil gracias Carmen!

Organizar una boda en Jerez viviendo en Madrid era un reto enorme para nosotros, pero Carmen se convirtió en nuestra salvación. Coordinó a un sinfín de proveedores y asistió a muchas reuniones en nuestro lugar, lo que nos quitó un peso de encima. Además, estuvo siempre pendiente de nuestros invitados, aportando ideas y soluciones para que todo saliera perfecto. Incluso nos sorprendió con un precioso candy-bar que encantó a todos. Gracias a su dedicación y talento, nuestra boda fue más allá de lo que soñamos. ¡Gracias, Carmen, por hacer nuestro día tan especial!

Organizar una boda en Jerez viviendo en Madrid era un reto enorme para nosotros, pero Carmen se convirtió en nuestra salvación. Coordinó a un sinfín de proveedores y asistió a muchas reuniones en nuestro lugar, lo que nos quitó un peso de encima. Además, estuvo siempre pendiente de nuestros invitados, aportando ideas y soluciones para que todo saliera perfecto. Incluso nos sorprendió con un precioso candy-bar que encantó a todos. Gracias a su dedicación y talento, nuestra boda fue más allá de lo que soñamos. ¡Gracias, Carmen, por hacer nuestro día tan especial!

Nuestra boda no hubiera sido lo genial que fue si no hubiera sido por todo el trabajo, esmero y dedicación del personal de "Velo y Mantila" y en especial de la magnífica Weeding Planner Carmen Meira.

Nuestra boda hubiera sido muy distinta sin el trabajo y la dedicación del personal de "Velo y Mantilla", en especial de Carmen Meira, su líder. Todo salió perfecto.

Cuando Quique me pidió que me casase con él en el mes de enero jamás imaginé que lo haríamos en tan solo seis meses. Nosotros viviendo en Madrid, trabajando literalmente todo el día y queriéndonos casar en Cádiz… pensé que sería imposible, una locura… pero esa era nuestra ilusión, casarnos donde nos conocimos y esa ilusión se convirtió en realidad el 24 de junio, gracias a Carmen. Organizar una boda a distancia es complicado y tener a alguien que allane el camino es esencial para disfrutar del proceso. Y nuestra boda era una boda militar, con todo lo que ello conlleva, nada fácil de gestionar a no ser que encuentres a una persona como ella. Carmen me aportó muchísima serenidad, es reactiva, siempre dándome ideas, siempre proponiendo soluciones. Es una persona que trabaja con cariño y dedicación hasta para el más mínimo detalle. Tan sólo nos vimos dos veces antes de la boda. En el primer encuentro supe que podía dejarlo todo en sus manos y cuando digo todo, es todo. Su predisposición, su carácter afable, sus ganas de trabajar, su compromiso, su saber estar, sí, es una mujer elegante, organizada, educadísima… no deja nada al improviso. En todo momento te escucha y se involucra como si de su boda se tratase. Yo le dije lo que quería, la boda que yo me imaginaba en mis sueños y ella simplemente, lo hizo realidad. Se encargó de buscarme un buen catering, el mejor sin duda, que vino desde Lebrija, se encargó de buscarme al mejor florista, jerezano, con él decoró la iglesia y el banquete de manera excepcional, le pedí voces blancas y encontró un maravilloso Coro de niños nada menos que en Los Palacios (en Sevilla). Carmen nos ayudó con el misal de la boda, detallando el programa de la ceremonia religiosa. Se encargó del DJ que no pudo ser más ameno y divertido. Me decoró los baños de manera impoluta, incluso tuve a una persona que los mantuvo permanentemente limpios. Ella organizó una mesa de juegos para los niños, un Candy Bar en el que daban ganas de comérselo todo… Llevó el timming de la boda con precisión y no hubo un invitado que no me hiciese una referencia en relación con ella. Conocerla ha sido un regalo en mi vida. Durante meses ha estado pendiente de mi cada día y me he sentido acompañada aún estando ella en Jerez y yo en Madrid. Y gracias a Carmen, conocí a Patricia, ella se encargó de ponernos guapas a mi mami y a mi, también tuve la suerte de que me hiciese en tiempo récord una segunda falda que lucí en el chiringuito de la playa en el que disfrutamos por la noche.
¿No os parece un cuento de hadas? Pues así fue nuestra boda y, sin duda, Carmen ha sido fundamental para que lo que parecía imposible se hiciese realidad, por eso siempre le estaré, eternamente agradecida.
En definitiva, Carmen está empezando pero os puedo asegurar que lo mismo os organiza una pedazo de boda, que un congreso, que un evento por todo lo alto de vuestra empresa. No dudéis en contratarla porque empieza a estar muy solicitada y os aseguro que no os defraudará.

Al principio no creíamos necesario una weddig planner más allá que para estar un poco atenta el día B, pero contratar a Carmen ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado a la hora de organizar nuestra boda. Es una persona muy implicada y que antes de contarte los problemas, ya ha encontrado la solución a los mismos. Y todo ello con una sonrisa enorme. Hemos estado muy tranquilos tanto el día de la boda como durante los preparativos de la misma, ya que siempre nos ha estado aportando ideas y ayudándonos a cerrar todas nuestras exigencias, como, por ejemplo, encontrar el lugar ideal para que nuestras mascotas pudiesen quedarse y estar después en la ceremonia; o como asegurarse de tener tronas para todos los bebés que había en nuestra celebración, que no eran pocos.
También se ha implicado mucho con los proveedores que ya teníamos cerrados antes de contratarla y han acabado todos encantados.
En definitiva, no recomendaríamos, recomendamos a Carmen, incluso si crees que no necesitas wedding planner, porque ella tiene el súperpoder de hacer de vuestra boda el día más increíble de todos.

La mejor decisión que tomamos después de la de casarnos ha sido contar con DVyM!!!! No hay palabras para describir lo agradecidos que estamos a Carmen y a su equipo. Su implicación, sus ideas, su entrega, su disposición, su amabilidad... todo de 10!!!! Y cuando llega el gran día, ponerte en manos de una gran profesional que coordina cada detalle, proveedores, horarios... eso no tiene precio. Solo tuvimos que encargarnos de disfrutar a tope del día, DVyM se encargó de todo lo demás!!! Eternamente agradecidos!!!

Nos entendimos a la perfección desde el principio, fue la mejor decisión que tomamos, se encargó de que todo funcionase como un reloj y de que ese día no nos tuviesemos que preocupar de nada, se que es lo típico que se dice pero es absolutmente verdad de hecho se lo recomendamos a unos muy amigos que se casan en Septiembre porque de verdad que merece la pena. En nuestro caso además pusimos un detallito a cada invitado y salió todo perfecto gracias a ella, es más sin ella no hubiese sido posible hacer todo lo que queriamos e hicimos, también se encargo del candy bar y no faltó de nada los invitados encantados y bueno de sorpresa nos hizo unos cartelitos top.
Personalmente hablando,es como el hada madrina, se implica un montón, te ayuda cuando se te va de manos, te sugiere un monton de cosas/ideas que tu no caerías a parte de aconsejarte sobre combinaciones, tematicas de colores y está abierta a todas las locuras que se os ocurran.
Recomiendo 100% a Carmen de Velo y Mantilla