Ingeniera y artista a partes iguales.

Cuando tenía 6 años les dije a mis padres que me apuntasen a la escuela de música, que de mayor quería ser directora de orquesta. Casi 30 años después, puedo decir que no iba mal encaminada, y que mi amor por la música iba a ser de por vida.

Actualmente, compagino mi trabajo como especialista en innovación, diseñando estrategias de negocio y ayudando a innovar a las empresas con la música y el deporte.

Estaré encantada de ponerle unas notas de dulzura y pasión a vuestra boda. Me emociono casi igual o más que los novios, poniéndole la banda sonora a vuestras historias de amor.

Docente y artista apasionada de la música desde los 4 años.

Siempre me ha encantado la música. Recuerdo que mis padres me apuntaron con 4 años a las clases de música que ofrecía el ayuntamiento de mi pueblo, cuando todavía no había en este una academia oficial. Me bastó una melodía: "Debajo un botón", que interpretaban dos chicas mayores que yo al piano, para decirle a mi madre que quería recibir clases de dicho instrumento. Luego llegó el conservatorio, donde, tras largos años de esfuerzo y sacrificio, me di cuenta de que ese sentimiento que tuve desde pequeña hacia este arte nunca había desaparecido.

Ahora, compagino mi labor de docente de secundaria con la interpretación, donde intento expresar en cada nota el sentimiento más profundo de mi interior.