Nuestra experiencia en Masia Papiol fue excepcional en todos los sentidos. La ubicación del sitio, rodeado de viñedos, añadió un toque idílico a nuestra celebración. Un ambiente agradable en un jardín espléndido para hacer el aperitivo para empezar nuestro día especial.
El servicio y atención al cliente fueron de primer nivel. Tanto Jordi en cocina como Mercè en sala nos preocuparon en todo momento que tanto nosotros como nuestros invitados se sintieran cómodos y atendidos. No faltó de nada. Su profesionalidad fue evidente desde el primer momento que entramos en la masía hasta que nos marchamos.
El menú de boda estaba delicioso y bien elaborado. Todos los platos eran exquisitos con el mismo nivel que el día de la prueba del menú. Aún hoy recibimos elogios constantes de nuestros invitados recordando el sitio, la comida y la fiesta.
La decoración del lugar fue impecable y se adaptó perfectamente a todas nuestras demandas: decoración del aperitivo, mesa de golosinas, centros de mesa… y la presentación de la tarta “espectacular”.
La relación calidad-precio fue excelente. La boda fue un éxito total, el dj, david, de 10: cercano y animando la fiesta con un muy buen repertorio. Los responsables de sala inmejorables: viñedo y chema atentos en todo momento a nosotros ya nuestros invitados. Los camareros y camareras llenos de amabilidad.
En resumen, no podemos estar más contentos con nuestra elección de Selma Alta Gastronomía y Masía Papiol. Fue una experiencia memorable y no dudaríamos en recomendarlo a otras parejas que estén buscando un sitio perfecto para su boda. Gracias al personal ya la dirección por hacer que nuestro día sea inolvidable.
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La nostra experiència a Masia Papiol va ser excepcional en tots els sentits. La ubicació del lloc, envoltat de vinyes, va afegir un toc idíl·lic a la nostra celebració. Un ambient agradable en un jardí esplèndid per fer l’aperitiu per començar el nostre dia especial.
El servei i l'atenció al client van ser de primer nivell. Tant en Jordi a cuina com la Mercè a sala ens van preocupar en tot moment que tant nosaltres com els nostres convidats se sentissin còmodes i atesos. No va faltar de res. La seva professionalitat va ser evident des del primer moment que vam entrar a la masia fins que vam marxar.
El menú de boda era deliciós i ben elaborat. Tots els plats eren exquisits, amb el mateix nivell que el dia de la prova del menú. Encara avui rebem elogis constants dels nostres convidats recordant el lloc, el menjar i la festa.
La decoració del lloc va ser impecable i es va adaptar perfectament a totes les nostres demandes: decoració de l’aperitiu, taula de llaminadures, centres de taula… i la presentació del pastís “espectacular”.
La relació qualitat-preu va ser excel·lent. La boda va ser un èxit total, el dj, david, de “10”: proper i animant la festa amb un molt bon repertori. Els responsables de sala immillorables: vinyet i txema atents en tot moment a nosaltres i als nostres convidats. Els cambrers i cambreres plens d’amabilitat.
En resum, no podem estar més contents amb la nostra elecció de Selma Allta Gastronomia i Masia Papiol. Va ser una experiència memorable i no dubtaríem a recomanar-lo a altres parelles que estiguin buscant un lloc perfecte per al seu casament. Gràcies al personal i a la direcció per fer que el nostre dia sigui inoblidable.

Fueron poco profesionales. Estubimos preocupados durante todo el proceso ya que después de firmar el contrato se volvieron desagradables con nosotros, incluso en más de una ocasión la dueña alzó el tono de voz a mi pareja. Contratamos un músico 1:30h pero solo le dejaron tocar 1h y lo pusieron detras de un arbusto (estaba apalabrado otro sitio). La cerveza estaba caliente ya en el aperitivo, ponian hielos en los vasos.... lo nunca visto. Les dijeron a mis amigos que no queriamos ninguna sorpresa de ellos durante la cena, menos mal que mi madre estaba atenta y pudo arreglarlo! Y de alta gastronomia nada... los aperitivos que llevaban marisco estaban secos y el primer plato "el canelón frio" no se lo comió nadie. Se llenan la boca diciendo que hacen la comida al momento, y nada era como acordamos. A los staff (pagamos menu por ellos) les pusieron sobras de la fideuà del aperitivo. Vergonzoso. Además, para más inri, el jefe de cocina con el que hablamos durante todo el proceso, en nuestro dia no estaba. Fatal. No fue lo que acordamos. Lo peor de todo es que al dia siguiente a las 10 A.M. nos pidieron 650€ de barra libre. Suerte que teniamos un video hecho por un invitado donde certificaba que efectivamente, la barra libre empezó media hora más tarde. En definitiva, nuestro dia fue genial ya que aparte de ellos contratamos a más profesionales que si supieron tapar la poca profesionalidad de ellos.

¡Muchas gracias a Mercè y Jordi para conseguir que nuestro día fundido único e inolvidable! Escogimos este lugar porque queríamos una fiesta animada y divertida. El entorno rodeado de las viñas es precioso y está alejado del pueblo por lo cual pudimos alargar la fiesta hasta la noche sin restricción horaria. También escogimos este lugar porque Mercè y Jordi son cocineros y sabíamos que la comida sería muy buena, puesto que escogen el mejor producto y tienen muchos años de experiencia. Lo que también nos convenció fue la flexibilidad que nos dieron en todo momento para llevar colaboradores externos (grupo de música, fotógrafo, animadores por la fiesta, fotomatón…) sin imponernos ninguna restricción. También hay que destacar que soy bastante perfeccionista y tenía muchas ideas por la boda que ellos supieron adaptar y estaban dispuestos en todo momento de hacerlas posible. Daban lluvia por el día de nuestra boda, y estuvieron muy pendientes del tiempo, y finalmente decidimos poner una carpa. No nos tuvimos que preocupar de nada, puesto que lo tenían todo organizado y se hicieron cargo de la contratación de la carpa. Fue perfecto, porque los días antes estábamos un poco estresados y nos dio mucha tranquilidad que ellos hicieran cargo de todo. También quiero destacar el gran trabajo de Nieves, florista (Arte Tupiari). No nos convenció ningún centro de mesa de los que había el día en las Puertas Abiertas, y pudimos ir a la tienda y hablar con ella y escoger exactamente el que queríamos. También queríamos hacer un arco de flores para hacer un photocall y nos dejó el arco y nos lo decoró precioso, así como la lámpara del comedor.

Todo el mundo nos felicitó especialmente por la picapica (cantidad y calidad) y por la profesionalidad de todo el personal durante el aperitivo, la cena y el baile.

Muchas gracias por todo, Nàdia y Adrián.

----------------------------------------------------------- Moltes gràcies a Mercè i Jordi per aconseguir que el nostre dia fos únic i inoblidable! Vam escollir aquest lloc perquè volíem una festa animada i divertida. L’entorn envoltat de les vinyes és preciós i està allunyat del poble pel qual vam poder allargar la festa fins a la nit sense restricció horària. També vam escollir aquest lloc perquè la Mercè i el Jordi són cuiners i sabíem que el menjar seria molt bo, ja que escullen el millor producte i tenen molts anys d’experiència. El que també ens va convèncer va ser la flexibilitat que ens van donar en tot moment per portar col·laboradors externs (grup de música, fotògraf, animadors per la festa, fotomatón…) sense imposar-nos cap restricció. També cal destacar que soc bastant perfeccionista i tenia moltes idees per la boda que ells van saber adaptar i estaven disposats en tot moment de fer-les possible. Donaven pluja pel dia del nostre casament i van estar molt pendents del temps, i finalment vam decidir posar una carpa. No ens vam haver de preocupar de res, ja que ho tenien tot organitzat i es van fer càrrec de la contractació de la carpa. Va ser perfecte, perquè els dies abans estàvem una mica estressats i ens va donar molta tranquil·litat que ells fessin càrrec de tot. També vull destacar el gran treball de la Neus, florista (Art Tupiari). No ens van convèncer cap centre de taula dels que hi havia el dia de les portes obertes i vam poder anar a la botiga i parlar amb ella i escollir exactament el que volíem. També volíem fer un arc de flors per fer un photocall i ens va deixar l’arc i ens el va decorar preciós, així com la làmpada del menjador.

Tothom ens va felicitar especialment pel pica-pica (quantitat i qualitat) i per la professionalitat de tot el personal durant l’aperitiu, el sopar i el ball.

Moltes gràcies per tot, Nàdia i Adrián.

Desde que conocimos a Jordi supimos que le contrataríamos. Tanto él como Mercè y todo el equipo han hecho que nuestro día más esperado haya sido el más bonito de nuestra vida. Muy atentos tanto con nosotros como con los invitados. Muy predispuestos a cambios de última hora, buscando soluciones a imprevistos, pensando siempre en nuestro bienestar. La calidad de la comida, la bebida, la decoración, la atención, limpieza y servicio fue todo excelente. Gracias. Ojalá podamos repetir la boda más a menudo.

Organizar una boda en tiempos de Covid, desde la distancia (y con hijos) no es fácil, ¡pero lo repetiríamos otra vez! Jordi y Mercé nos ayudaron mucho, con todos los cambios de normativas cada dos por tres, encontraban soluciones enseguida.
Al final tuvimos suerte y pudimos celebrar la boda que habíamos planeado en nuestras cabezas desde el principio. Ricard, el DJ, un 10, Chema, el maître, otro, y Neus, la florista, un encanto. Muy fácil trabajar con todos ellos. Una boda preciosa, diferente y entretenida, donde grandes y pequeños disfrutaron. ¡Gracias, equipo!

Fue una buena experiencia con ellos. El trato, genial, y la comida, muy buena.

Desde el primer momento nos sentimos como en casa, tenían en cuenta hasta el último detalle y gracias a eso pudimos estar tranquilos durante todo el proceso de preparación y sin nervios, lo tenían todo controlado. Sin duda si pudiéramos repetir el día de nuestra boda, volveríamos a elegir el mismo sitio, fue un día precioso y no tuvimos que preocuparnos por nada. Gracias a Jordi, a Mercè y a todo su equipo por conseguir que fuera un día inmejorable.

Si está buscando un lugar tranquilo, rodeado de viñedos, con unos espacios amplios y acogedores y con un servicio 100% profesional, Masía Papiol es tu sitio. Desde el primer momento que entramos en la Masía Papiol y nos atendió Jordi, nos sentimos muy a gusto y empezamos a imaginar cómo sería nuestra boda. Lo que no sabíamos es que sería mucho mejor de lo que nos habíamos imaginado. Todo el mundo nos felicitó por el lugar (que tiene mucho encanto), la comida (buena cantidad al picoteo y todo exquisito) y por los tempos (Mercé es un gran wedding planner. Lo tiene todo siempre controlado). Muchos de los invitados nos dijeron que era de las mejores bodas en las que habían estado. Y todo ello gracias a Jordi y Mercè y a todo el equipo de Selma Alta Gastronomía. Sin lugar a dudas, si me volviera a casar, escogería Masía Papiol. 100% recomendable.

Nos casamos el 22 de junio y nunca habíamos vivido una noche tan mágica y tan especial como la de aquel día. La masía es un lugar precioso, las viñas y la decoración de los jardines hacen que sea un entorno muy acogedor. La primera vez que fuimos a ver la masía fue para junio también y yo salí con la piel erizada. Hay que estar allí, verla y pasear por sus jardines. Jordi y Mercè son los que están al frente, sin duda alguna, unos grandísimos profesionales. Llevan años en el sector y saben perfectamente cuidar todos y cada uno de los detalles que conllevan en una boda. Nosotros sólo tenemos palabras de agradecimiento y cariño hacia ellos y hacia todo su equipo (destacando mucho a Chema, que es estupendo). ¡No dudéis en visitar la masía y conocerles, os encantarán! Nosotros volveríamos a elegir Masía Papiol para celebrar nuestro día. Fue mágico.

Nos casamos este sábado 29 de junio ¡y fue espectacular! Sin duda volveríamos a casarnos ahí. El trato, increíble, Merce y Jordi están atentos y te lo hacen todo muchísimo más fácil. Todo el personal, increíble, el dj Ricard, majísimo, y siempre con una sonrisa. Todas las peticiones que queríamos se cumplieron. La comida, ¡excelente! Lo recomendamos 100% si tuviéramos que volver a casarnos, no tenemos duda de que volvería a ser en masía Papiol. Muchas muchísimas gracias por todo. Un día inolvidable.

La comida fue buenísima, y el lugar tiene mucho de encanto. Quedó una boda muy bonito. La comida el día de la boda estuvo mejor que a las puertas abiertas y que en la cata. El mejor que tiene este lugar es que el catering, la masía, la música, las minutas, la ceremonia y la organizadora pueden entrar en un mismo pack, así que se te facilita mucho el trabajo. Jordi (el chef) es profesional y Chema se aseguró que pudiéramos comer todos los aperitivos, a pesar de que le costó perseguirnos. En nuestra boda había mucha gente del extranjero (unos 80) y no hubo ningún problema. Se invitaron 270 invitados (y lo estábamos preparando todo para unas 250 personas) y al final acabamos siendo unos 175. Jordi (nuestro contacto) tuvo paciencia y flexibilidad en este aspecto. No nos convencieron las minutas que nos ofrecieron el día de puertas abiertas, y ellos diseñaron unas minutas que se adecuaban más a nuestras necesidades.
La organizadora, Mercè, nos decepcionó. Yo, como novia, no quería saber las sorpresas que nos harían los amigos y lo dejé a cargo de mi hermano. Él tuvo problemas para posarse en contacto con ella, puesto que ella no respondía y mi hermano no estuvo contento con el servicio que ella ofreció. Yo (la novia) no hablé con ella prácticamente nunca hasta el día de la boda. Como resultado, la organización el día de la boda no fue perfecta... Por suerte ni el novio ni yo bebimos mucho y estábamos bastante atentos a todo, así que ayudamos bastante que todo fuera rodado, pero no tendría que ser así. Otra aventura fue el libro de firmas. Una amiga nos hizo el libro como regalo, y este no apareció en el aperitivo. Mi amiga me lo hizo saber, y se ve que mi padre se lo había dejado al coche y, solo saberlo, lo cogió del coche y lo dio a Mercè. Pues Mercè dijo que esperaba a ponerlo después de la comida porque ya era tarde para ponerlo en los aperitivos. Después de la comida y del baile, cuando había gente que ya se iba, el libro todavía no había aparecido y mi amiga me lo volvió a recordar. Yo me enfadé y mi padre también. Fue mi padre quién cogió el libro de la "cocina" y cogió el micro diciendo que quien quisiera firmar antes de irse, lo hiciera. Además, después de la boda, alguien me dijo que les faltó agua en la mesa durante la comida y que el agua no llegaba pidiéndola, pero supongo que esto pasa de vez en cuando. Y la última, nos desapareció una botella de sangría con billetes dentro (un regalo de unos amigos). Tengo que decir que nos regalaron unas 11 botellas, algunas llenas de sangría con monedas dentro, y las dejamos encima de la mesa porque teníamos que hacer otra cosa. Pues la botella donde había los billetes desapareció, y llamamos el día siguiente y ya no estaba. Incluso dudamos que nos hubiéramos imaginado aquella botella, pero en el vídeo de la boda se ve claramente que sí que existió. En esta situación, yo habría agradecido que, una vez nos dieron el regalo, alguien hubiera cogido las botellas y en vez de dejarlas a la vista, las hubieran guardado en un lugar seguro, mientras nosotros bailábamos. Nuestra boda fue a comienzos de octubre, pero las viñas en las fotos todavía salen bien. En definitiva, la boda estuvo bien y los invitados estuvieron muy contentos.

---------------------------------------- El menjar va ser boníssim, i el lloc té molt d'encant. Va quedar un casament molt bonic! El menjar el dia del casament va estar millor que a les portes obertes i que en el tast. El millor que té aquest lloc és que el càtering, la masia, la música, les minutes, la cerimònia i l'organitzadora poden entrar en un mateix pack, així que se't facilita molt la feina. En Jordi (el Xef) és professional i el Chema es va assegurar que poguéssim menjar tots els aperitius, tot i que li va costar perseguir-nos. En el nostre casament hi havia molta gent de l'estranger (uns 80) i no va haver-hi cap problema. Es van convidar 270 convidats (i ho estàvem preparant tot per a unes 250 persones) i al final vam acabar sent uns 175. En Jordi (el nostre contacte) va tenir paciència i flexibilitat en aquest aspecte. No ens van convèncer les minutes que ens van oferir el dia de portes obertes i ells van dissenyar unes minutes que s'adequaven més a les nostres necessitats.
L'organitzadora, la Mercè, ens va decebre. Jo, com a núvia, no volia saber les sorpreses que ens farien els amics i vaig deixar-ho a càrrec de mon germà. Ell va tenir problemes per posar-se en contacte amb ella, ja que ella no responia i mon germà no va estar content amb el servei que ella va oferir. Jo (la núvia) no vaig parlar amb ella pràcticament mai fins al dia del casament. Com a resultat, l'organització el dia del casament no va ser perfecte... Per sort ni el nuvi ni jo vam beure gaire i estàvem bastant atents a tot, així que vam ajudar força que tot anés rodat, però no hauria de ser així. Una altra aventura va ser el llibre de signatures. Una amiga ens va fer el llibre com a regal i aquest no va aparèixer a l'aperitiu. La meva amiga m'ho va fer saber i es veu que mon pare se l'havia deixat al cotxe i, només saber-ho, el va agafar del cotxe i el va donar a la Mercè. Doncs la Mercè va dir que esperava a posar-lo després del dinar perquè ja era tard per posar-lo als aperitius. Després del dinar i del ball, quan hi havia gent que ja marxava, el llibre encara no hi havia aparegut i la meva amiga m'ho va tornar a recordar. Jo em vaig enfadar i el meu pare, també. Va ser mon pare qui va agafar el llibre de la "cuina" i va agafar el micro dient que qui volgués signar abans de marxar, ho fes. A més, després del casament, algú em va dir que els va faltar aigua a la taula durant el dinar i que l'aigua no arribava tot demanant-la, però suposo que això passa de tant en tant. I l'última, ens va desaparèixer una ampolla de sangria amb bitllets a dintre (un regal d'uns amics). S'ha de dir que ens van regalar unes 11 ampolles, algunes plenes de sangria amb monedes dintre, i les vam deixar a sobre la taula perquè havíem de fer una altra cosa. Doncs l'ampolla on hi havia els bitllets va desaparèixer i vam trucar l'endemà i ja no hi era. Fins i tot vam dubtar que ens haguéssim imaginat aquella ampolla, però al vídeo del casament es veu clarament que sí que va existir. En aquesta situació, jo hauria agraït que, un cop ens van donar el regal, algú hagués agafat les ampolles i en comptes de deixar-les a la vista, les hagués guardat en un lloc segur, mentre nosaltres ballàvem. El nostre casament va ser a començaments d'octubre, però les vinyes a les fotos encara surten bé. En definitiva, el casament va estar bé i els convidats van estar molt contents.

¡Nos casamos el 21 de julio del 2018 en Masía Papiol y no podríamos haber elegido mejor! Gracias Mercé y Jordi por hacer que nuestro día quedé en nuestro recuerdo como un lugar de ensueño. Todo el personal estuvo pendiente de cada detalle, muy atentos con nuestros invitados, nos sentimos acompañados en todo momento, ¡se anticipaban a cualquier necesidad que pudiéramos tener! El aperitivo y la comida fueron perfectos, todo superbueno, los invitados quedaron encantados y después de 6 meses siguen recordándonos lo especial que fue nuestra boda. Agradecer de forma especial a Chema, nuestro maître, ¡un fenómeno y grandísima persona! Sin dudarlo volveríamos a celebrar nuestra boda en Masía Papiol, de nuevo gracias por todo, ¡nunca lo olvidaremos!

Si buscáis la perfección, algo único, espectacular e inolvidable Masía Papiol con Selma Alta Gastronomia es sin duda el sitio perfecto. No hay palabras para agradecer a Merce y Jordi el día tan espectacular que pasé el día de mi boda. Agradecer a ellos, a él maitre Chema, y a todos porque todos fueron fantásticos hicieron que el día de mi boda fuera espectacular e inolvidable. Todos los invitados aún siguen alucinando con el día de mi boda, todos se enamoraron de todo, lo de la boda era todo perfecto de ensueño y nos hicieron sentir muy felices, gracias de todo corazón porque nunca olvidaremos ese día lo recomiendo. De verdad, no os arrepentiréis de a ver confiado el día más importante a ellos son unos profesionales de los pies a la cabeza.

Nos casamos el 22 de septiembre de 2017 en Masía Papiol y no tenemos palabras para describir ese día, fue una boda de ensueño. Tanto Mercè, Jordi como todo el equipo son grandes profesionales. Toda pareja tiene expectativas y quiere que sea un día estupendo, pero es que realmente ellos se superaron con creces, hicieron que fuera inolvidable. ¡Ese día cuando entras por la puerta tienes que olvidar los nervios y dejarte llevar! Lo tienen todo controlado, puedes confiar, están preparados ante cualquier adversidad; no sé cuántas veces montaron y desmontaron la ceremonia y pica pica en los jardines por riesgo de lluvia, siempre había plan B, transmiten tranquilidad. Está todo preparado al mínimo detalle, el entorno es maravilloso y la gastronomía deja sin palabras a todos los invitados. Lo recomendamos al 100%. ¡Repetiríamos ese día y tenemos claro que Selma Alta Gastronomía estaría con nosotros!

Comida de alta calidad, todo buenísimo, muy profesionales, muy buen trato, buen servicio y muy flexibles. Lugar encantador entre viñas, personal muy amable. La sorpresa de la tarta nupcial fue todo un acierto. Volvería a repetir sin ninguna duda.