Por fuera, una casa solariega del siglo XVIII que luce la belleza y autenticidad de antaño; por dentro, rincones llenos de magia y singularidad. Este lugar es una bellísima mezcla entre historia y nueva creación para que la boda se convierta en un acontecimiento único, enmarcado por un espacio de puro encanto.

Los espacios que necesita cada momento de la boda

Un original reloj de agua, obra del artista local Fernando Capdevila, olivos centenarios y mil rincones llenos de encanto decoran con gusto exquisito las instalaciones de Can Traver.

Los salones para el banquete beben igualmente de la excelencia y se amoldan a cualquier tipo de celebración, desde el más íntimo al más mayúsculo. Una carpa situada en la era de la casa, al abrigo de dos majestuosas torres, ofrece el cobertizo ideal para oficiar el nupcial enlace.

Y qué mejor que inaugurar el recién estrenado amor con un generoso y creativo aperitivo en un amplio y noble porche, disfrutando de las vistas que apuntan a un fantástico paraje ribeteado de rocosas montañas.

Equipo humano altamente profesional y las más modernas tecnologías

Can Traver ofrece un servicio de máxima calidad, aportando apoyo, asesoramiento y soluciones a medida para que la fiesta devenga un éxito rotundo. Y, entre todo, un entorno repleto de vegetación permitirá las mejores fotografías, y su gran capacidad, el albergue de los coches de todos los invitados.

La cocina de la casa, de base tradicional catalana y mediterránea, no renuncia a los platos de vanguardia. Basada siempre en productos de temporada y de alta calidad, confecciona menús personalizados.

Visita este lugar, imagina como sería casarte aquí y... ¡hazlo realidad! Contacta hoy para solicitar más detalles.