Luna de miel en Tenerife

La isla de Tenerife es famosa por el majestuoso volcán de el Teide pero es también una isla llena de encantadores rincones naturales como los bosques de laurisilva o los imponentes acantilados en la zona norte. Este tipo de accidentes geográficos hacen que las temperaturas y el clima puedan ser muy diferentes en función de la zona en la que nos encontremos.

Destaca por la fusión entre el desierto, bosques subtropicales y sus parajes volcánicos. Sus aguas cristalinas y su fina arena oscura hacen de esta isla un atractivo destino para muchos turistas internacionales, así que ¿por qué no descubrirla en vuestro viaje de novios? Si todavía os faltan motivos, esperad a ver todo lo que puede ofreceros:

El Valle de la Orotava: la unión entre el verde de los palmerales, el negro de la tierra volcánica y el azul intenso del mar, dotan a este lugar  a faldas del Teide de una belleza inigualable. Su casco histórico cuenta con muchas calles empedradas desde donde podremos partir a visitar la antigua Ruta de los Molinos de agua construidos durante los siglos XVII y XVIII.

Parque Nacional del Teide: es la seña de identidad de esta magnífica isla. Se caracteriza por albergar una gran cantidad de especies vegetales y animales, muchas de ellas únicas de la zona. 

San Cristóbal de la Laguna: su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999 y antiguamente era la capital de la isla. Actualmente conserva más de 600 edificios de arquitectura mudéjar y en todos sus rincones se respira una fusión entre la cultura europea y la americana.

El Drago Milenario: se trata de un árbol lleno de simbolismo y mitificado por todas las generaciones que lo han conocido. El más conocido se encuentra en Icod de los Vinos y mide 17 metros de alto, alcanzando las 150 toneladas de peso.

Os recomendamos que al llegar a la isla contratéis un coche de alquiler, así podréis moveros libremente y visitar además de los lugares imperdibles que os hemos aconsejado, rincones perdidos y llenos de magia.

Y por supuesto, un viaje de novios a Tenerife no es lo mismo si no disfrutáis de su gastronomía. Es indispensable que probéis sus mojos, como se conocen a las salsas típicas de la región.