Luna de miel en Suiza

Suiza es un paraíso para los amantes de la historia y la naturaleza. Cumbres, lagos, colinas verdes, castillos, museos y ciudades históricas. Si lo que os gusta es tener una extensa variedad dónde escoger este destino os sorprenderá.

Se trata de un país rico por estar en contacto con 5 países distintos: Alemania, Francia, Austria, Italia y Liechtenstein. Si queréis hacer la luna de miel en verano, el sol de las terrazas será perfecto para relajaros después de la organización de la boda. Si en cambio preferís ir en invierno, las cumbres nevadas y las estaciones de esquí serán vuestros aliados. Lo que es seguro es que pasaréis un viaje de novios de lo más romántico sea cuál sea la época en la que viajéis.

Os descubrimos los lugares más bonitos de este bello paraíso:

Zúrich: Es la ciudad más poblada del país, y la capital financiera y económica de Suiza. Se halla a orillas del agua con vistas a los Alpes y ofrece a los visitantes un sinfín de aventuras: más de 50 museos, galerías de arte, cultura y lujo. Además posee la vida nocturna más animada del país con bares, discotecas y salas de concierto.

Ginebra: Es la segunda ciudad más grande de Suiza. Está situada en la desembocadura del lago Lemán al Ródano y está casi completamente rodeada de territorio francés. Es conocida mundialmente por ser la sede europea de la ONU y la sede principal de la Cruz Roja. A pesar de las grandes avenidas y parques modernos, sigue conservando parte de su historia gracias a los monumentos más antiguos.

Lucerna: Se ubica ante el impresionante panorama alpino de Suiza. La ciudad se levanta a orillas del lago de Los Cuatro Cantones. Es considerada una de las ciudades más turísticas del país gracias a sus atracciones, sus tiendas de recuerdo y relojes.

Zermatt: Se encuentra en el distrito de Visp, a los pies del Monte Cervino. Es una de las estaciones de esquí más conocidas y exclusivas del mundo.

Basilea: Situada a orillas del Rin se encuentra la tercera ciudad más grande del país. En ella convergen diferentes culturas, además de la historia, el arte, la tradición y la arquitectura moderna.

Jungfraubahn: Todo aquel que visite Suiza no puede marcharse sin haber subido al tren de cremallera que ofrece vistas espectaculares de los montes Eiger, Moönch y Jungfrau. Atravesaréis el corazón de la montaña hasta llegar a la estación de ferrocarril más elevada de Europa, la Jungfraujoch, a 3.454 metros de altura.

Y aquí va nuestra última recomendación: Interlaken. Significa 'entre lagos' y se trata de la capital turística por excelencia de los Alpes Berneses. Cuenta con numerosas actividades tanto para invierno como para verano como por ejemplo el remo, la vela, el senderismo, el snowboarding y la equitación.