Luna de miel en Portugal
Para todas aquellas parejas poco amantes de los largos vuelos Portugal es una propuesta interesante, de gran belleza y con mucha historia.
Información sobre Portugal
Los novios que habéis decidido pasar vuestra luna de miel en Portugal no deberíais renunciar a visitar las tres ciudades que mejor definen a este país: Oporto, Fátima y su imprescindible capital, Lisboa.
Es recomendable empezar el viaje en una ciudad diferente a Lisboa, que os ayude a conocer poco a poco la forma de ser portuguesa. Os proponemos Oporto, un conjunto desordenado de casitas viejas pero con mucho encanto. Dicen que Oporto es la ciudad del vino y de las gaviotas. Lo cierto es que os van a encantar los cientos de pequeños rincones que tiene esta ciudad. Por ejemplo, el mercado de la localidad resulta muy bonito por lo tradicional de las dependientas vestidas de negro, vendiendo los más diversos productos. El caos de las paraditas y los puestos del mercado se extiende al resto de la ciudad, así que no dudéis en perderos por el casco viejo, donde la mayoría de las calles os llevarán a la romántica Catedral, junto al río Duero.
Tras Oporto podéis visitar Fátima. Alejaos de las tiendas de regalos para turistas (todas venden lo mismo) y visitad los santuarios, intentando captar la espiritualidad del lugar. Después podéis iniciar un recorrido que os lleve a Cascais y Estoril, dos ciudades románticas de las que destacan sus jardines, sus rincones costeros y sus acantilados. También podéis visitar Sintra, con sus espectaculares fortificaciones de colores, el marco de algunas de vuestras mejores fotografías en este viaje. La increíble mezcla de la naturaleza, la historia, así como las costumbres y la hospitalidad de la gente de Portugal lo hace un sitio ideal para visitar durante todo el año.
Después de Sintra, el viaje os lleva a Lisboa, la ciudad del fado. Lisboa es una amalgama de olores, rincones, sabores... Los puntos imprescindibles son lugares emblemáticos como La Torre de Belém, el Castillo de San Jorge, la Plaza del Comercio, etc.
Podéis dirigiros a ellos con el característico tranvía amarillo en Alfama, que pasa por algunas de las callejuelas más pintorescas de la ciudad. No os perdáis la gastronomía local, influenciada por el mar, con sus buñuelos de bacalao o el Pastéis de Belém, el postre más típico de la capital. Por la noche podéis salir a tomar algo por el Barrio Alto, uno de los lugares con más animación por las noches.
La increíble mezcla de la naturaleza, la historia, así como las costumbres y la hospitalidad de la gente de Portugal lo hace un sitio ideal para visitar durante todo el año, pero (especialmente en primavera y verano) podéis aprovechar para finalizar el viaje en el Algarve (con lugares como Faro, Albufeira, Lagos, Sagres, etc.). Sus magníficas playas y su clima cálido la hacen ideal para tomarse unos cuantos días de relax para volver a la rutina completamente repuestos.
Tras este viaje de luna de miel en Portugal, podéis estar seguros de que habréis descubierto el verdadero encanto de este balcón del océano Atlántico, que habrá sido el escenario de algunos de los momentos más mágicos e irrepetibles de vuestra vida juntos.