Luna de miel en Menorca

Son muchas las ventajas de elegir esta isla como vuestro destino de luna de miel: la cercanía, el dinero, el idioma o la moneda no suponen ningún inconveniente y sus paisajes y rincones no tienen nada que envidiar a otros destinos conocidos como paradisíacos.

Por todo esto y mucho más, Menorca es uno de los grandes destinos a tener en cuenta y hoy os explicamos todo lo que no os podéis perder si viajáis hasta allí en vuestro viaje de novios.

Ciudadela antigua: en sus calles se respira su historia y su cultura más tradicional. No podéis dejar de ver la judería, la Catedral de Menorca o el Puerto de la Ciudadela. Un lugar perfecto para perderse juntos.

El Puerto de Mahón: desde la costa podréis admirar el bello paisaje que dibujan las casas blancas de Mahón. Además, es uno de los grandes centros gastronómicos de Menorca, por lo que no podéis dejar pasar la oportunidad de probar platos tan típicos como la caldereta de langosta, el queso de Mahón, la sobrasada o la carnixua.

Calas Fonts (Es Castell): se trata de una peculiar cala que destaca por la gran vida que tiene por la noche. Buenos restaurantes y un mercado nocturno crean un ambiente único y especial.

Son Bou: es la playa más grande de la isla y por ello una de las más conocidas y turísticas. Sus aguas y su entorno contribuyen a su gran belleza. Al oeste de la playa, los más atrevidos podrán realizar nudismo. En su acantilado se abren gran cantidad de bocas de una necrópolis hipogéica talayótica, donde también podréis encontrar una basílica paleocristiana.

Macarella y Macarelleta: si preferís huir de las grandes multitudes, las calas Macarella y Macarelleta son de visita obligada por sus aguas cristalinas y su entorno natural. Además, alrededor de estas calas y como sucede en toda la costa sur se encuentran numerosos restos neolíticos y monumentos prehistóricos.

Monte Toro: es la montaña más alta de Menorca. En ella podréis visitar el Santuario de la Virgen de Monte Toro, que data del siglo XVII y que fue construida sobre una antigua iglesia gótica.

Pero Menorca no se acaba aquí. Sin duda no podéis perder la ocasión de alquilar una moto y recorrer la isla descubriendo calas llenas de magia en las que disfrutar de las puestas sol. Y si os gusta el mar, atreveos a pasar vuestra estancia alojados en un yate o un catamarán.