Luna de miel en Estonia
Su riqueza cultural e histórica atrae al año miles de turistas cautivados por la belleza paisajística que ofrece este país nórdico.
Información sobre Estonia
Situado al noroeste de Europa, Estonia limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al oeste con el mar Báltico y al norte con el golfo de Finlandia. En los últimos años, se ha convertido en uno de los países Bálticos más singulares gracias a su combinación de historia y modernidad.
Estonia recibe al recién llegado con un sinfín de atractivos turísticos que harán de vuestra luna de miel un viaje diferente y sorprendente. Se trata de un país costero en el que se puede disfrutar de sus playas de arena blanca pero también de frondosos bosques, lagos, ríos y una flora admirable.
El clima es oceánico, por lo que os recomendamos visitarlo sobre todo en primavera o verano. Eso sí, si sois amantes de la nieve y el frío id en invierno. El país ofrece una Navidad de cuento con paisajes blancos de ensueño.
Si queréis descubrir más sobre este bello rincón de Europa, tomad nota de los sitios imprescindibles para visitar:
Tallin: Es la capital de Estonia. Una ciudad pintoresca que aún conserva sus murallas medievales y en la que podréis maravillaros con sus calles empedradas y sus edificios de hace más de cinco siglos. Pasear por el casco antiguo de la ciudad os transportará a un auténtico cuento de hadas. Otra de las paradas fundamentales es la Catedral de Alejandro Nevsky, que alberga una mezcla de varios estilos, y el castillo de Toompea.
Parnu: Es el lugar por excelencia de los estonios y finlandeses en verano. Las largas playas con aguas tranquilas son el principal atractivo de la ciudad, pero no el único. En el casco antiguo se encuentra una amplia oferta hotelera, restaurantes y centros de ocio.
Tartu: Es una ciudad de tradición universitaria que ofrece un escenario tranquilo y con amplias zonas verdes. Muchos la consideran la capital espiritual del país.
Isla de Saarema: Es la mayor isla de Estonia y un destino perfecto para hacer excursiones. La capital cuenta con un impresionante castillo episcopal del siglo XIV bien conservado además de centros balnearios especializados en tratamientos de arcilla.
Haapsalu: Famosa desde la antigüedad por los efectos curativos de sus aguas marinas y del fango termal. Sus balnearios destacan por la excelente relación calidad-precio y por la variada oferta de actividades de tiempo libre sobre todo en verano.
Otepää: Si sois amantes de los deportes de invierno no podéis perder la oportunidad de visitar esta pequeña ciudad. Es popular gracias a su centro de esquí en el que se llevan a cabo varios campeonatos mundiales de esquí de fondo.
Nuestra última recomendación tiene que ver con su gastronomía. Sea cuál sea la región que visitéis, dejad que vuestro paladar pruebe delicias exquisitas como el Kotlet, una hamburguesa con cebolla típica del país, y el leib, un pan negro con especies muy rico. Sin olvidar las tradicionales Kartulid (patatas), parte importante de todas las comidas estonias.