Luna de miel en Martinica

Conocida como La Perla del Caribe o La isla de las flores, Martinica es sin duda un lugar paradisíaco en el que pasar vuestra luna de miel. Os enamoraréis de sus playas de arena blanca y agua cristalina y os cautivarán sus selvas tropicales.

Martinica es una isla francesa situada en las Antillas, en el Mar Caribe. Se trata por lo tanto de una región europea pero con todo el sabor y el mestizaje caribeño. Sin duda esto es un gran atractivo para los turistas del viejo continente, pues pueden disfrutar de todo el exotismo que ofrece el Caribe, pero con infraestructuras que cumplen las normativas europeas. Además su moneda oficial es el euro.

Se dice que en Martinica siempre es verano, y es que su temperatura media es de unos 26ºC y tan solo 6 días al año las temperaturas bajan hasta los 18ºC. Los meses más calurosos son marzo, abril y mayo, mientras que los más fríos son diciembre y enero. A la hora de planificar vuestra luna de miel también podéis tener en cuenta que la estación lluviosa va de mayo a noviembre y la seca de febrero a abril.

Si estáis pensando en pasar vuestra luna de miel en esta preciosa isla aquí tenéis algunas de las cosas que no podéis dejar de ver.

Fort-de-France. Se trata de la capital administrativa de la isla. No dejéis de pasear por su bahía, considerada como una de las más hermosas del mundo, o por los preciosos jardines de La Savane. También podéis visitar sus mercados de frutas, verduras y especies, o el de pescados, y contemplar la imponente catedral de Saint-Louis, la biblioteca Schoelcher, la estatua de la emperatriz Josefina o la Basílica Montmatre de Balata, se trata de una réplica más pequeña del Sagrado Corazón de París.

Día de playa. Si sois amantes de las playas no podéis dejar de disfrutar de la Playa de las Salinas, con sus imponente arena blanca, sus increíble agua cristalina y su agradable paseo de cocoteros. Desde esta playa podréis ver la Roca del Diamante y la isla de Santa Lucía.

Fondos Blancos. Otro de los atractivos de la costa de Martinica son sus fondos blancos. Se trata de fondos de arena que prácticamente afloran a la superficie del mar. Sin duda es toda una experiencia adentrarse caminando a más de 100 metros de la orilla de la playa y ver cómo el agua tan solo te cubre hasta la cintura. Podréis encontrar los fondos blancos a lo largo de la costa sur atlántica de la isla, entre la península de Santa Ana y Le Robert. Uno de los fondos blancos más famosos es el de la Baignoire de Joséphine.