El hotel Rigat fue todo un descubrimiento… habíamos pasado por la puerta del hotel millones de veces, pero nunca habíamos “caído” en mirarlo para celebrar nuestra boda. Lo vimos en bodas.net y pensé que quizás no encajaba con la idea que tenía en mente, pero de todas formas decidimos darle una oportunidad e ir a verlo.
El día de la visita nos llevamos una grata sorpresa, superó todas nuestras expectativas. Tiene un encanto único y especial. Después de eso tuvimos muy claro que nos casaríamos en el Hotel Rigat.
En nuestro caso celebramos una boda pequeña e íntima, fuimos un total de 25 personas.
Durante los meses previos, tanto Alba que era la responsable de organizar todo el evento, como el director, estuvieron pendiente de nosotros y de nuestras peticiones. Nos ofrecieron todas las facilidades del mundo para que todo se realizara tal y como nosotros deseábamos. Hay que decir que su atención fue excelente en todo momento, estuvieron pendientes hasta del más mínimo detalle.
Aprovechando la ocasión decidimos quedarnos a dormir en el mismo hotel la noche antes del evento y la misma noche de bodas, ya que había familia que venía de lejos. Fue todo un acierto. De nuevo, gracias a Alba, el día de antes de le celebración pudimos relajarnos y disfrutar de todo el hotel que es una auténtica maravilla, tranquilo, con muy buena energía, a pesar de estar en primera línea de playa es súper silencioso, no se oye apenas nada, puedes estar relajado en la estupenda piscina en absoluto silencio, o bien puedes sumergirte en ella para escuchar la melodía de piano del hilo musical. Sin duda alguna volveremos como huéspedes.
El día de la boda, todo salió mejor de lo planeado. Los invitados entraron por un acceso directo al precioso jardín, donde hicimos la ceremonia. Las Moreras lo cubren todo, brindando intimidad y apenas nos hizo falta decoración floral. Las vistas al mar desde el jardín son impresionantes.
Después de la ceremonia, hicimos el aperitivo en la terraza de la piscina, de nuevo con las espectaculares vistas. Lo maravilloso del lugar es que desde cualquier parte del hotel disfrutas del paisaje de la Costa Brava…
El aperitivo fue “guau” no pararon de salir platos, cada una de las variedades estaba deliciosa, y sobre todo la variedad, podías encontrar aperitivos para todos los gustos y por supuesto acompañado de la barra libre de bebidas.
La cena la hicimos en el salón la Barca d’Or, al ser tan pocas personas Alba nos ofreció poder realizar tanto la cena como la fiesta posterior en el mismo salón, lo cual fue genial de esta forma no teníamos que estar mareando a los invitados de un lado a otro.
El salón es único. Al principio tenía una idea en cuanto al estilo de la decoración para la boda totalmente distinta, pero al ver por primera vez el salón lo tuvimos clarísimo. Es un espacio precioso, interesante, mágico, tan mágico que los invitados entraron al salón con la melodía de Harry Potter. (Quedó genial y muy divertido, sobretodo cuando escuchabas el “guau” de los invitados al entrar al salón.) La cena de nuevo sin palabras. Estaba deliciosa, sin duda alguna la cocina del Rigat es maravillosa, de diez. Pudimos elegir y adaptar el menú a nuestra medida. De primero hicimos la gran concha de perlas de melón con marisco. Como plato principal fue el meloso de ternera y de postre el biscuit glasé, todo estaba espectacular… como ya he dicho la cocina de este lugar es de diez…
La tarta de boda nos la hizo el pastelero del hotel a nuestro gusto. Después de tanta comida decidimos que fuera fresca y ligera, así que elegimos una tarta de limón. Uff… que tarta… puro sabor a limón… Le habría pedido matrimonio al pastelero si no me estuviera casando en ese momento….
La fiesta con barra libre ya os podéis imaginar lo bien que fue… jejejej
Alba estuvo con nosotros en todo momento, hasta el final de la fiesta. Fue un amor y un encanto…. Se preocupó por todo, que todos los invitados estuvieran a gusto, que nosotros disfrutáramos, que todo saliera mejor que como nosotros queríamos. Gracias a ella pudimos disfrutar de nuestro día y tendremos un recuerdo maravilloso.
Nosotros quisimos hacer al día siguiente una comida con algunos familiares que no pudieron venir la noche de antes y de nuevo Alba nos la organizó en el hotel. Nos preparó una mesa en la terraza del salón para tener intimidad. Nos organizó un aperitivo y un arroz con bogavante que de nuevo estaba riquísimo. Una simple comida familiar que hicimos, nos lo convirtió en un evento especial.
Y que decir del personal… Todo el personal del Rigat es maravilloso, tanto los camareros, como el personal de limpieza, etc. Fueron súper atentos en todo momento.
Si volviera a casarme, lo haría de nuevo en el mismo lugar y de la misma forma, se lo recomiendo a todo el mundo e incluso lo hemos recomendado para ir a comer o para pasar un fin de semana.

Todos los invitados quedaron encantados, tanto con el lugar como con el servicio y la comida.

Muy atentos en todo momento, muy profesionales, 100% recomendable, gracias a Sebastià por hacerlo posible.

No podríamos haber elegido mejor sitio para celebrar nuestro compromiso. Las instalaciones tienen mucha presencia, elegancia y buen gusto, así que realmente no necesitas muchas cosas más para decorar y hacer de tu boda un cuento.
El trato es inmejorable y Cristina que es quien nos ayudó y condujo nuestra boda es un encanto y muy profesional, al igual que todos los compañeros que estuvieron desempeñando sus tareas, y qué decir de la comida, ¡exquisita! Mi mejor amigo que es metre calificó la puesta en escena de los platos, vestimenta y comportamiento de 10. ¡Gracias equipo por hacer de nuestra boda mi mejor cuento!

Nosotros celebramos nuestra boda el día 16/09 y solo podemos decir que todo salió perfecto. Son auténticos profesionales que inspiran absoluta confianza desde el primer momento. Cristina y Sebastià son fantásticos. El entorno es muy bonito y la comida genial. A los invitados les gustó mucho.
Gracias por todo.

Una boda delante del mar perfecta, en la costa brava. Un trato exquisito y ayuda desde el primer momento para montar ideas: comida, bebida, servicio, todo perfecto. Y una suite para pasar el fin de semana. Un lugar perfecto, con mucho personalidad.

Un hotel del más alto nivel frente al mar donde poder realizar ceremonia, banquete y fiesta en el mismo sitio. El hotel y en general todo su espacio exterior tienen mucho encanto. Permite realizar una ceremonia en una zona ajardinada preciosa, un aperitivo en la terraza de la piscina y un banquete en un comedor abierto al exterior, desde cualquier sitio con vistas al mar. La comida es de mucha calidad y en cantidad y el servicio efectivo. Destacar a Sebastià, el director del hotel, que desde el primer día hasta el fin de la boda se desvive para poner todo lo que está a su alcance y más para tener las cosas a nuestro gusto. Con él nunca hay problemas, todo tiene solución y si no la encuentra. A destacar que con todos los inconvenientes derivados de la pandemia, todo han sido facilidades por parte del dueño y el director.

Nos casamos el 23 junio en este hotel, ¡todo fue maravilloso! ¡Todo fue fácil!

El mejor día de nuestra vida se vivió allí, ante el atento servicio de los profesionales que hacen que vuestro día sea espectacular. Con especial admiración de la profesionalidad de Cristina Dulsat, que hace que todo lo posible se haga realidad. Las preocupaciones del evento desaparecían solo hablando con ella, se encarga de todo, ¡era como tener una wedding planner!
Todos los invitados se quedaron fascinados de la cocina con su gran variedad y cantidad en su catering y un menú sublime, sin contar con las vistas y lugar de ensueño. Solo puedo dar las gracias a Cristina, Tià y todo su equipo.

Sin lugar a dudas, ¡si me volviese a casar lo haría en el Rigat! Todo fue maravilloso, desde el primer día nos atendió Cristina. Desde que la conocimos y vimos el lugar, tuvimos clara la decisión. Cristina es super profesional, ¡te ayuda y orienta en todo lo que necesitas! La ubicación, el servicio, ¡todo genial! ¡Muchas gracias!

Si retrocediéramos en el tiempo volveríamos a elegir sin duda el Rigat Park. Sus instalaciones, entorno y equipo humano de 10. Nos dejaron hacer todos los preparativos que teníamos en mente. Todo fueron facilidades y en cuanto calidad precio: inmejorable. La suite, obsequio para los novios, en el emblemático y colonial Rigat es inolvidable. Recomendable 100%.

El sitio fue inmejorable, tanto por el enclave del hotel, la calidad de la comida y por el trato que nos dieron en todo momento. Abiertos a todas las propuestas que les dimos y mas. En ningún momento tuvimos ninguna pega de nada, al contrario ellos mismo nos daban ideas y nos facilitaron muchas cosas. Hicieron que nuestro día fuera mágico. Son profesionales no al 100%, al 100%. Gracias sobre todo a Cristina por ayudarnos a que todo saliera perfecto.

Todo el equipo del Rigat hizo de nuestra vida un día maravilloso. La organización y comida excelente. Todo perfecto, hicieron que el día fuera más de lo que habíamos soñado.
El lugar y todas las ubicaciones son preciosas y muy cuidadas.

Estamos muy contentos con todo el personal del Hotel Rigat, del trato recibido, de su profesionalidad, del servicio y no solo nosotros, los novios, sino también los invitados. Todo el mundo quedo gratamente sorprendido y satisfecho, tanto por el trato tan amable y atento de todo el personal, como del menú, por su calidad, variedad y cantidad, (cosa que no pasa en todos los hoteles o restaurantes cuando vas a una boda, de ahí la sorpresa por parte de algunos invitados.) Y también hay que destacar las maravillosas vistas al mar.