Un sitio idilico para realizar una boda clásica y preciosa. El lugar es increiblemente bonito con decoración de palacio antiguo, súper bonito.
El trato fue increible, la comida no podia estar más buena y todos super antentos. Ninguna queja.

El sitio para celebrar la boda es espectacular, el claustro es precioso, la comida fue estupenda , los invitados quedaron encantados con los platos. La atención de Miguel durante todo el día con nosotros acompañandonos en cada detalle ha sido inmejorable.

La comida es inmejorable. Nos trataron como reyes el cocinero y la atención personal fue increíble.

Siempre tuve claro que mi ilusión era celebrar el banquete de mi boda una noche de fin de verano, bajo un cielo estrellado en un patio cargado de historia y arte. Soy una enamorada de este Parador, de su porte y elegancia, y por ello lo escogí para celebrar mi día más importante, aunque en el momento que tomé la decisión desconocía que el trato, la atención y el cariño que iba a recibir sería tal. Todo el personal del Parador se volcó con nosotros, desde el jefe de cocina y su creatividad para crear un menú vegano, a la jefa de comedor, que siempre nos ofreció soluciones y apoyo y hasta el director, que se involucró en cada detalle de la noche. Gracias a todos por vuestra ayuda, colaboración en las sorpresas, flexibilidad en los cambios de última hora y cariño, cariño para que todo saliese como debía, para que todos disfrutásemos como lo hicimos y recordásemos esa noche como una noche mágica anclada en el tiempo. PD.: la calidad de la comida, su abundancia y presentación fueron el broche para una noche más que perfecta.

Acabamos muy contentos con el resultado a pesar de todos los cambios de última hora.

Nosotros decidimos hacer la boda en el parador porque siempre nos gusto el patio interior.
Fue de tarde, asÍ que hicimos un cÓctel en la terraza que da al río, nos pareció de tiempo bastante escaso, estaba contratado por unas horas determinadas pero antes de que se cumplieran empezaron a bajar a los comensales para la cena.
Luego había determinados invitados que no comían el lechazo y se los dimos en una lista con el nombre de cada uno y en la mesa en la que estaban sentados y creo que no acertaron con ninguno, les tuve que llamar la atención porque me estaba dando muchísima rabia ya que nos habíamos molestado en dárselo e iban totalmente perdidos. Hubo un momento en el que me dijeron "no te preocupes, los camareros lo tienen controlado" y en ese mismo momento vi como servían mal a un invitado y fue cuando tuve que llamar la atención.
En servicios de este tipo y en un parador no debería haber ningún tipo de fallo, ya que se paga con creces cada uno de los servicios.
También el tema del sonido es complicado, me lo había comentado ya alguien que tuvo mala experiencia, que no me dejaría ponerlo muy alto, pero nunca pens´é que seria tan sumamente pesados, todo el tiempo haciendo gestos para que la bajaran, un rollo. Sé que es por si hay algún huésped, pero es que la cena finalizó a las doce o quizás un poco mas tarde, osea que a las diez no hay ninguna excusa con ese tema.
Nosotros pusimos unas cestitas en los baños con cosas de emergencia para nuestros invitados, pero en ese baño entraba todo Dios, de hecho creo que hasta una señora llamó a toda la familia, le faltó bajar con una bolsa para llevarse cesta incluida, de vergüenza. La gente que está alojada ese fin de semana en el parador, igualmente creo que lo deberían de tener un poco controlado, en el sentido de tener baño solo para invitados del enlace, ya que en el parador hay varios baños.
La comida estaba bien, el lechazo muy bueno.

La comida fue optima, el servicio fue bueno, la atención a los novios extraordinaria. El paraje es ideal para una celebración, aunque lo más bonito es el patio del edificio. El servicio en la barra libre fue un poco lento.

Todo salió simplemente perfecto. En entorno es una delicia, un palacio renacentista del siglo XV, la atención fue maravillosa tanto en el restaurante como en el hotel, ya que nos alejamos allí. La calidad de la comida inmejorable todo el mundo quedó y contento y sorprendido de lo bien que comimos. Un 10 para paradores.

Escogimos el Parador de los Condes de Alba y Aliste como lugar de celebración del banquete de nuestra boda y sin duda fue todo un acierto. El cóctel de bienvenida en la terraza fue todo un éxito con unas vistas incomparables y la comida en el Salón de los Condes les gustó a todos nuestros invitados. Desde el principio el equipo del Parador nos ha dado todas las facilidades en la celebración de nuestro enlace y estamos realmente encantados con la elección. ¡Recomendable sin duda alguna!

Atentos en todo momento, no falto ni un detalle fue más de lo que esperaba Conchi y todos los camareros fueron lo más.

Quisimos celebrar nuestra boda en el Parador de Zamora por el incomparable marco, así como por la calidad reconocida de su servicio. Nuestras expectativas se han visto superadas. Trato inmejorable y personalizado, atención a los detalles, buen consejo, seguimiento de cada duda o cuestión, calidad en el servicio y cocina deliciosa. Además de comer buen producto, nuestros invitados pudieron comer la cantidad que quisieron. Vivimos fuera y sin la atención de Miguel y Conchi hubiera sido imposible que todo saliera tan bien. Estamos encantados de cómo salió todo y muy contentos con el servicio y con el trato recibido. Todos los invitados nos felicitaron. Nuestra valoración sobre el servicio es de 10. Si tuviera que recomendar un sitio en Zamora para celebrar una boda sería sin duda el Parador. Obviamente para futuras celebraciones contaremos con ellos. ¡Un millón de gracias a todo el equipo!

Muy contentos con el servicio recibido, especialmente con la atención del departamento de dirección y habitaciones. Trato cercano y amable.

El día de nuestra boda todo salió muy bien. En el Parador de Zamora siempre nos han tratado muy bien y se han adaptado a nuestras necesidades. En la prueba del menú salimos muy contentos, el trato fue estupendo y la comida riquísima. Conchi ha organizado todo muy bien y nos ha ayudado con los detalles. ¡Estamos muy contentos!

Nos gustó muchísimo todo. El sitio es increíble, la atención estupenda. La comida, que era algo que nos preocupaba muchísimo fue excelente, repiten muchas veces para que el invitado se quede satisfecho.

Celebramos nuestra boda en El Parador de Zamora. Es un lugar precioso, la mayoría de nuestros invitados eran de fuera y les encantó, también la comida, muy buena cocina, bien elaborado todo y abundante. Conchi y Miguel nos han tratado de maravilla desde el minuto número uno, son muy buenos profesionales y muy agradables y atentos. Estamos muy contentos, repetiríamos de nuevo.