En nuestra boda queríamos un salón elegante, cocina propia y jardín donde hacer el cóctel. Arzuaga cumplió con creces los 3 requisitos. En el cocktail disfrutamos de los pinchos en el maravilloso jardín. El salón elegante y con unas de las mejores vistas de Valladolid es la joya de la corona, sin olvidarnos de la comida que estuvo en su punto perfecto, sabrosa y hecha insitu. El servicio atento y profesional. Los invitados disfrutaron muchísimo y alabaron todas las instalaciones donde realizamos la boda, así como la comida que estaba perfecta. Ese día, el equipo de eventos de Arzuaga se ocupó de absolutamente todo, lo que nos permitió disfrutar muchísimo de nuestros invitados y despreocuparnos de toda la organización. Fueron además muy flexibles a los cambios que hicimos durante todo el proceso. Flexibilidad y adaptación por parte de ellos, nunca faltó. Además de permitirnos hacer todas las actividades que teníamos pensadas a lo largo de ese día para nuestros invitados, que no fueron pocas. La mayoría de los invitados hablaba de boda 10.

Impresionante el sitio. Celebramos nuestra boda allí y superaron nuestras expectativas con creces.
La atención impresionante, tuvieron en cuenta cada detalle. Los invitados quedaron encantados , la comida increíble, pedimos lechazo y todo el mundo nos dijo que el sabor era excepcional.
Hicimos la ceremonia en la sala de barricas y muy bonito todo.
Además pillamos época de vendimia y a pesar de que había máquinas trabajando ni nos enteramos.
Luego nos quedamos otra noche más para disfrutar del spa (que nos lo regalaba en hotel) y nos encantó!
Marta, la organizadora del evento, estuvo súper atenta y atendió todas nuestras peticiones. También jorge, estuvo con nosotros hasta el final y nos ayudó con todo

Teníamos un listón muy alto con ellos como proveedores del banquete y no decepcionó en absoluto, la gente encantada, cantidad y calidad en la comida y bebida, un personal de 10, vamos, que repetiríamos sin dudar

Tuvimos una boda maravillosa en el hotel
Destacar el servicio que fue súper atento y cuidado todo detalle.
Lo único a destacar es que el coctail las personas celiacas tuvieron poca opción. Si que me gustaría que esa parte mejorase.
Pero todo maravilloso

Si quieres ir a lo seguro, no lo dudes. Muy profesionales, buena comida. Si quieres lo tienes todo sin tener que moverte. 2 grandes salones y la zona del cóctel impresionante, todo al detalle y, por supuesto, Marta una gran profesional.

¡Solo podemos decir gracias! Todos y cada uno de los detalles, la profesionalidad, amabilidad y esfuerzo de cada una de las personas que ese día estuvieron con nosotros, hicieron que pasásemos un día de 10. Todo eso unido a un salón impresionante, con un paisaje único y una atención y respuesta genial. Gracias de nuevo, ¡tenemos ganas de volver a casarnos de nuevo allí!

Hotel impresionante, sitio espectacular y, por encima de todo, el trato de todo el personal, de matrícula de honor. Si tuviéramos que repetir la boda sería exactamente en el mismo sitio. Mil gracias.

Simplemente el mejor o uno de los mejores lechazos de Valladolid.
Situado en la zona de la Ribera del Duero, puede presumir de ser un lugar agradable y tranquilo donde poder pasar un gran día.

Tanto el restaurante como el hotel cumplen y superan las expectativas que nos marcamos cuando elegimos este sitio para el día de nuestra boda. Atención y trato inmejorable.
Tienen un gran equipo de profesionales que cuidan hasta el más mínimo detalle, haciendo que nuestro gran día fuera una experiencia inolvidable.

La comida, exquisita y las instalaciones, de lo mejor de la zona. Obviamente, por no hablar del vino. Poseen bodega propia y posibilidad de hacer visitas guiadas de la mano de sus mejores expertos.

Un auténtico placer y un auténtico acierto haber elegido y confiado en Arzuaga y su equipo.

Mención especial a Marta y Álvaro, siempre pendientes de nosotros y de cada pequeño detalle del enlace.

Millones de gracias.
CyC

Nos casamos el pasado 28 de mayo, y fue un placer contar con ellos en la boda. El día de la boda resultó todo precioso, y la gente quedó privada de lo bonito que fue todo. Marta es un amor, y con su compi Marta te hacen que todo salga perfecto. Gracias a las dos por vuestro trabajo, en especial nombrar a Marta, la directora, por su cariño y dedicación. Gracias a ella tuvimos una boda de sueño.

Todo salió sobre lo previsto, en tiempos de covid se pudo realizar todo lo mejor posible. Buena atención.

La organización fue perfecta, la comida genial y el cóctel en el jardín de pinos una maravilla. Recomendable 100%.

Fueron los protagonistas y directores de la peor boda que puedes imaginar. Partiendo del punto de que nos casábamos el 22 de agosto (fecha afectada por el Coronavirus) nosotros sabíamos que sería difícil, pero nos animó en un primer momento que P. y M. nos animaros diciendo que pondrían todo de su parte para que saliese bien. Para sorpresa nuestra fue todo lo contrario, hubiéramos preferido que nos dijesen que lo cancelaban antes de hacernos pasar por todo lo que pasamos, una constante sucesión de negativas a todo lo que proponíamos (siempre de acuerdo con las leyes que iban saliendo) para intentar que saliese bien aún con el Coronavirus. Todo lo que nos ponían eran problemas y una actitud horrible, intentando desde que faltaba un mes hasta el día antes que cancelásemos la boda. Ya en el día de la boda su actitud fue alucinante, no solo no nos dieron la enhorabuena al vernos o tener un gesto amable, a mi pareja ni la saludaron. En la ceremonia no nos dejaron utilizar cañones de pétalos de rosa naturales (sin razón aparente). Lo peor fue al llegar al banquete cuando antes de llegar le dijeron a nuestra organizadora que montase ella misma unas mesas altas que había llevado porque como no eran de ellos no querían saber nada. Al llegar los invitados no contaron a 6 personas que se quedaron sin mesa, ¡lo peor de todo fue ver cómo no había entrantes suficientes! Nosotros contratamos un menú de 23 entrantes y tuvimos que ver cómo a las mesas les daban a elegir entre uno y otro alegando que no había para todos, ¡se nos caía la cara de vergüenza! Alucinante también ver cómo después de haberles avisado que había invitados celiacos, no tenían preparado nada para ellos, así que cuando estos les preguntaron qué podían comer, los camareros les dijeron que solo el embutido, fin, no les dieron ninguna otra opción. 23 entrantes y ellos solo podrían comer el embutido. Sin olvidarnos de la enorme espera que tenían que hacer los invitados cada vez que pedían algo de beber… Luego pasamos al comedor donde en un primer momento habían colocado los nombres de las mesas de manera errónea. En el momento del baile y ya durante toda la noche, la música era prácticamente nula hasta el punto de que no la podíamos oír mientras bailábamos, esto era así porque decían que si lo subían podía incitar a que la gente bailase. Durante toda la noche estuvimos acompañados por uno de "seguridad" que no era más que un matón de discoteca sin autorización con una porra colgando, encargado de que todos cumpliésemos con las medidas, pero que lo que lograba más bien era dar una sensación de miedo constantemente. La parte de la barra libre iba a ser en mesas aparte, lo cual nos enteramos el día antes que nos habían dicho que no. Otro dato fue que, aun habiendo reservado el espacio para nosotros, no dejaron de celebrar su barbacoa nocturna que ofrecía una maravillosa estampa desde los ventanales. El servicio de camareros (no todos, por supuesto) de vergüenza en cuanto a modales, contestando de muy malas maneras a algún invitado cuando fue a pedirse una copa al acabar la barra libre. La tarta nupcial dijimos que nos la llevarán a la habitación para podérnosla llevar, tarta que nunca más volvimos a ver. Nos cobraron un menú de fotógrafos porque les metieron un poco de lomo en pan. En definitiva, una cosa tras otra (y seguro que me dejo alguna) que hicieron que no quiera volver a ese lugar ni para la visita al spa que nos incluía y que, por supuesto, dejaré pasar con tal de no revivir ese día. Yo no vi las 5 estrellas por ningún sitio y ojalá hubiera leído un comentario como este antes de celebrar allí mi boda.

Excelente ambiente y bonitas vistas. Staff amable y eficiente. Buena comida y flexibilidad a tu gusto. Lo recomiendo 100%.

Nos casamos en la finca La Planta bajo la encina milenaria y en nuestra opinión, no puedo haber un sitio más bonito y espectacular que ese. Todos los invitados quedaron encantados con el sitio y el ambiente que se crea bajo un árbol de dimensiones y belleza tan increíbles para nosotros resultó muy emotivo.
En Arzuaga todo sale de 10. Son muy profesionales y están pendientes al milímetro para que todo sea perfecto. Desde el cóctel, la comida, el baile, la estancia de muchos de nuestros invitados en el hotel... Todo por su parte es fantástico. Agradecemos mucho a Patricia y su equipo, su trabajo y el cariño con el que nos ha tratado desde el primer día. Recomendable, sin ninguna duda.

La ceremonia era en la finca, y se puso a llover, a 45 minutos de la hora de la ceremonia, cambiaron todo a la sala de barricas de la bodega, para poder celebrarlo, estaba precioso. El cocktail no pudo ser fuera, y se montó en otra parte del salón. Tuvieron mucha capacidad de reacción ante la tormenta. Todo precioso y perfecto. La cena estaba maravillosa. Muchas gracias a Gemma y Marta, y al equipo de camareros y cocina.