Decidimos celebrar nuestro banquete de bodas en el Palau de la Mar y no podemos estar más felices con el resultado. Todo fue perfecto.

El hotel está en un entorno privilegiado en el corazón de Valencia y es precioso, clásico y muy elegante. Pero lo que más destaco es la atención totalmente personalizada y cuidada hasta el más mínimo detalle. La propuesta que nos presentaron nos enamoró desde el primer momento (tras haber barajado unas cuantas), y Bianca, la comercial, atendió todas nuestras peticiones y dudas (que fueron muchas), con una profesionalidad, efectividad y mimo que no podemos sino aplaudir.

La comida fue excelente y deliciosa (los 8 pases del cóctel de bienvenida en el jardín interior fueron un éxito, ¡y no digamos el trampantojo de mandarina como postre! Nos conquistó a todos y queremos felicitar a cocina). La jefa de sala, Karina, fue encantadora e impecable, e hizo que la celebración fuera muy especial y llena de magia. Se nota que están acostumbrados a la celebración de eventos, porque todo estaba pensado y elaborado para hacer de la experiencia algo más.

La decoración fue preciosa, con estilo y siguiendo nuestra línea.

Nuestra boda fue íntima y en total fuimos 13 invitados, y nos atendieron tan bien o mejor que si hubiéramos sido un evento gigantesco.

Estamos muy agradecidos de haber optado por ellos en un día tan especial y único: ¡repetiríamos siempre!

Solo tengo buenas palabras para Bianca Cristina y todo el personal. Estuvieron atentos a todas nuestras necesidades desde que solicitamos presupuesto hasta despues de la boda y la comunicacion fue muy buena. Ese dia salio todo perfecto y tuvieron muchos detalles con nosotros que agradeceremos siempre.

Hospes Palau de la Mar no es solo un hotel ubicados en pleno corazón de Valencia, es un lugar único y mágico donde sentirse realmente bien, como en casa. Celebramos nuestra boda en agosto y fue todo perfecto. Tanto en la fase de preparativos como en el día B, todo fue fácil, gracias a la profesionalidad de su equipo. Mención especial a la parte gastronómica, punto importante de la celebración. Todo absolutamente de 10.

Fue una boda de ensueño en un sitio perfecto, no faltó ningún detalle, y el trato recibido fue insuperable. La ceremonia la celebramos en la basílica de San Vicente Ferrer de Valencia, un lugar mágico desde el primer día que la visitamos por primera vez.

Todos los invitados nos felicitaron por la alta calidad de la comida, y para unos novios creo que lo principal es que sus seres queridos disfruten en el banquete. Lo recomiendo por sus instalaciones, por el trato, profesionalidad y porque salió todo perfecto. Nos llevamos un gran recuerdo, muchas gracias. Pilar M.