Contraste, muy imperfecto. Lamentable.
Os cuento nuestra triste experiencia. Al recibir nuestro reportaje de boda (somos dos chicas), cuál sería nuestra sorpresa al comprobar que faltan muchas (¡muchas!) fotos significativas, muy importantes para mí (y seguro que para cualquier novia), y que para más inri habíamos solicitado previamente por escrito a este señor.
Os puedo asegurar que tengo solamente 1 ó 2 fotos de los preparativos, ninguna maquillándome, ninguna con mis padres y familia materna y paterna (lo solicité expresamente), ninguna con mis hermanos, ninguna del paseillo nupcial de brazo de mi padre, ninguna con mis pajecillos que son mis sobrinos, y solo 1 foto de la llegada de los invitados a la boda. Hemos sentido vergüenza al mostrar a mi familia las fotos. He llorado esta semana como hacía tiempo no lloraba. Mi pobre padre decía, al verlas: "hombre, por fin salimos en alguna (refiriéndose a mi familia)", "parece que no le hayas caído bien al fotógrafo, hija, apenas te hizo fotos", y otras expresiones. Si alguien en este mundo se merecía unas fotos eran ellos, por muchas razones que no vienen a cuento. Muy doloroso. No tengo una sola foto familiar de ellos conmigo para regalarles. Una anécdota: La mujer de mi padre le pidió una foto con la familia y su respuesta fue "luego". Y ese "luego" se convirtió en nunca. Yo le pedí expresamente que no rechazara ninguna petición de ningún invitado.
Siento un dolor difícil de explicaros. Por intentar darle un sentido, tenemos que admitir que es cierto que hubo una pequeña demora con la hora de la peluquería de mi chica, lo que retrasó todo el timing con arreglo a lo previsto (unos 40 minutos, calculamos). A pesar de ello, la ceremonia comenzó a las 19:30hrs como un clavo.
Como somos dos chicas decidimos que entrara yo primero, y ya casi en los últimos metros antes de sentarme en el trono, de repente mis invitados y yo le vemos correr desde el otro extremo del Parador. Y entonces me hizo dos fotos apresuradas, mal encuadradas además, sin gracia. Evidentemente no recogió nada de mi paseillo de 50 metros por el jardín del brazo de mi padre. No estuvo donde tuvo que estar. Otro ejemplo: entró a mi habitación ya vestida, me hizo cuatro fotos rápidas y se volvió a largar corriendo, dejando casi sin empezar la (tan deseada para mí) sesión de mis preparativos. Él puede contar lo que quiera en su defensa (concretamente responsabiliza a mi novia que le estaba pidiendo fotos); pero nosotras creemos que si hay demora y encima se dedica a hacer únicamente el reportaje de una de nosotras, pues la otra se quedará sin fotos. Lo que ha pasado, vaya. Y eso no puede ser responsabilidad nuestra, sino del fotógrafo, que si son "un equipo" como bien aseguran en su publicidad, deberían de ofrecer un servicio con total cobertura de todo el evento. Para cubrir esta boda, tal vez, debería de haber llevado a otra persona de su equipo, para cubrir la totalidad del reportaje de ambas novias, con todos esos momentos importantes que no volverán.
Para más inri el colmo de la desconsideración fue cuando me puse en contacto con él en espera de una explicación. Mi sorpresa fue mayúscula: se desentendió de absolutamente toda responsabilidad, sin asumir nada de nada. En actitud fría y dolorosa, consiguiendo más enfado todavía añadido a mi ya considerable dolor. Se excusa en decir que él no podía estar en dos partes a la vez. Ya, señor fotógrafo, sabemos que el don de la ubicuidad no lo tiene nadie, pero ese no puede ser un problema de la pareja de novias o de la peluquera que se retrasó, sino suya, que debería de preveer como profesional estas cosas (una boda de chicas va a requerir una serie de fotos (por duplicado) sí o sí: maquillajes, vestidos, ramos, paseillos, familias ). Pues este señor se centró en mi novia y no en mí. Y no se disculpó en absoluto, ni un "lo siento", ni por supuesto ningún intento de reparación o compensación, ni un ápice de humanidad.
No he visto nunca ninguna reacción igual en toda mi vida. Que sus fotos estaban bien hechas y que si faltan no es su problema. Balones fuera.
Pues eso, a nuestro entender, retrata la deportividad y elegancia que no tiene al no saber encajar una crítica de un trabajo no mal hecho pero sí a medio hacer, pero sobre todo deja ver a la persona que es.
Mi chica fue ayer a recoger el reportaje y a pagarle todo (pagamos religiosamente hasta el último euro, eso sí) y le dijo que me debe una disculpa que, por supuesto, a mí no me ha dado.
Por ello yo no lo recomiendo a este señor, ya de entrada, por esta falta de humanidad. Trabaja con personas y sentimientos, con las ilusiones del día más feliz de nuestras vidas. Mi familia está dolida y yo también, y si bien no se puede hacer nada por remediarlo, qué menos que una disculpa sincera ¿no?
Hemos anulado la postboda, evidentemente. Todo feeling se ha roto, y nuestra confianza en él. Buscaremos a otro fotógrafo que nos haga sentir especiales a ambas novias por igual.