Nacido en Málaga hace algo más de 40 años, siempre he residido aquí, pero, para contar vuestra historia de amor, me voy con vosotros hasta el fin del mundo, sin excepciones.

Dicen que siempre estoy tras la cámara, pero, cuando trabajo, mi mente y mi corazón están mucho más cerca de vosotros. No nací con una cámara en la mano, pero mis inquietudes de niño ya apuntaban a algo así. Era muy fan de las noticias y los programas de TV, y me imaginaba cómo se haría todo aquello.

Los avatares de la vida me llevaron a estudiar Comunicación Audiovisual y a orientarme hacia el diseño gráfico, pero mi propósito estaba en ser algún día fotoperiodista. Al final, y no me preguntes por qué, mi vida giró más en torno a un ordenador que a la cámara en sí y, aunque nunca me he separado de una, mi profesión ha sido durante años la de diseñador gráfico.

Ese gusanillo adormecido empezó a dominar mi vida hace unos años y empecé a descubrir el poder de la imagen que cuenta historias de personas. Desde entonces supe que mi profesión tenía que ser esta: fotógrafo de bodas.

Tras toda una vida profesional dedicada a la atención de un negocio familiar de joyería y relojería, que aún regentamos, he decidido tomar un nuevo rumbo en los ámbitos de la fotografía y el maquillaje.

Siguiendo los pasos de mi marido y en continuo aprendizaje en el manejo de equipos y procesos, en continua formación teórica y práctica, y adquiriendo experiencia como fotógrafa adjunta en el equipo de Roberto López Fotografía.

En el ámbito del maquillaje, Laparra MakeUp es desde hace un tiempo mi gran apuesta empresarial y personal. Maquillaje social, de eventos, de fiesta, para producciones de cine, video y fotografía o para cualquier ocasión especial. Trabajo con las mejores marcas y ofrezco un servicio personalizado y a domicilio, aunque dispongo de mi set de trabajo profesional.