Para Marijke Küsters cada boda es un evento único y muy personal que requiere de todo el mimo posible para documentarla de la mejor forma. Para él, el reportaje de bodas es mucho más que unas cuantas imágenes. No solo significa disparar la cámara, es asegurarse de que cada pareja se sienta cómoda delante de sus objetivos y, de esta forma, poder captar la esencia y la singularidad de cada nuevo enlace.

Servicios que ofrece

Marijke Küsters os acompañará a lo largo de toda la celebración, pero lo hará de una forma tan discreta que prácticamente será invisible a vuestros ojos. Con esta forma de trabajar persigue captar e inmortalizar las emociones más puras y auténticas. Basado en años de experiencia, cree que las imágenes más bonitas, cándidas y naturales son aquellas que resultan de la conexión entre el fotógrafo y sus clientes.

Por este motivo, establecerá contacto con vosotros antes de la boda para conoceros con más profundidad y poder descubrir cuáles son vuestros gustos y vuestras preferencias.