Un niño activo, y sí, he dicho niño porque me considero un niño muy activo. No me gusta estar quieto, mi familia posee un gimnasio en el centro de Granada y de ahí me introdujeron al deporte como medio de vida. Superación de uno mismo, educación y, sobre todo, respeto.

Creo en el arte y en cualquiera de las facetas que puedas abarcar, por eso práctico Bboying desde hace más de media vida. Es uno de los medios de expresión que no puedo dejar junto con la fotografía.

En esta vida que me ha tocado protagonizar he hecho de casi todo, no he tenido miedo de nada, he sido camarero durante mi adolescencia, había que pagar una cámara muy cara para mis posibilidades y había que conseguir dinero, por desgracia, para conseguir sueños.

Gracias a un trabajo así perdí rápidamente la vergüenza, y me llevó a hacer espectáculos de breakdance por muchos rincones de Andalucía, muchos que ni si quiera sabía que existían...

Ahora os preguntaréis:¿A que viene que este tío nos cuente su vida?Todos somos fruto de lo que hemos vivido, sin lugar a dudas puedo decir que estoy donde estoy porque he caminado por donde he caminado, he sido sub-campeón de España de salto de altura con monociclo, sí, con monociclo, he competido con el Breakdance por toda España, he sido jurado de campeonatos Nacionales tanto aquí como en Portugal y La República Checa. Tuve un monólogo de más de una hora y media. Creé un espectáculo circense, Geometrix,como producto de una mala época de mi vida con el cual pude expresarme y liberarme.

Tengo un estudio de fotografía que monto siempre que algún encargo lo requiere, o simplemente por placer, no puedo evitar pensar en algo y no parar hasta conseguirlo, pero sobre todo disfrutando el camino.

De ahí viene la otra parte de mi vida que consigue sacar lo mejor de mí, el mundo de la motocicleta. Después de otro mal momento pude comprar una motocicleta de marchas, y tanto viajé que acabé "quemándola" hasta la que me acompaña en estos días, la que yo llamo cariñosamente: Charo, ya que es una Honda Shadow.

Posdata: ¡No me importa haceros una foto con ella!

A estas alturas os habréis preguntado ya, o quizás no, pero ahí va, ¿por que retratista? Por qué no decir fotógrafo, photographer, artesano de la imagen, guapetón... Es muy sencillo: Es mi pequeño homenaje a mis mayores. Recuerdo un viaje a Zaragoza a ver a la Tía de mi padre, una señora luchadora como ella sola que cuidó a su familia y a todos los que venían de la calle. Llegué a su casa, comimos toda la familia que cabía en ese pequeño comedor y hablando de nuestras vidas, de a qué nos dedicábamos, yo le dije gritando: ¡Yo fotógrafo Tía! Ella no lo escuchó bien, ya que estaba un poco "tocá" del oído y al repetírselo por segunda vez ella me dijo sin dudar: ¿Retratista? Os juro que se me escapó una sonrisa de la cara, se me puso la piel de gallina y recordando tantas veces como me lo dijo mi abuela, mis tíos, todos mis mayores, dije: Si "Tía", soy retratista.

No hay quien sepa más el valor de una fotografía como aquellos que aprecian realmente lo que cuesta. Antes no todos podíamos tener fotografías, y las que teníamos eran retratos. Doce fotografías tengo del día de mi comunión, y encima de un tipejo con muy mal carácter. Treinta mis padres del día de su boda, de un increíble fotógrafo granadino y mejor persona que a día de hoy aún le recuerdo que por su culpa se casaron mis padres: Manolo García.

No quiero ser el malafolla de fotógrafo de mi comunión, me niego a que tengáis un mal recuerdo de una mala actitud mía, como tampoco quiero entregaros un pequeño número de fotografías de ese día por muy buen fotógrafo que sea por falta de medios.