Soy Flor, y es un placer que hayas llegado hasta aquí para conocerme. Me enamoré de la fotografía gracias a mi padre y su cámara Minolta (analógica), con la que pude trastear. Una cámara robusta, pesada, como las de antes. Pero mi pasión por los animales, pues de niña mi sueño era trabajar para National Geographic, fue lo que me motivo a moverme hacia el estudio del arte fotográfico en todas sus variantes, fotografía periodística, documental, artística. No fue hasta que finalicé mis estudios de fotografía en la esucela Efti cuando pude converger mi experiencia de fotoperiodista y con mi proyecto personal, que es este, crear mi propia marca en fotografía de bodas. ¿Por qué la fotografía de bodas? Voy a darte varias razones para que me entiendas mejor:

1. Es un día único, no sólo para los novios, familiares y amigos sino para mí también. Cada familia es única y cada momento irrepetible.

2. La adrenalina del momento. Dado que es un día único e irrepetible, los nervios del directo siempre acompañan.

3. La creatividad es parte fundamental de mi trabajo, pues ofrezco fotografías naturales, espontáneas y muy expresivas.

4. Me encanta la gente, la alegría, las risas y las lágrimas de emoción. La calidez y compresión de mis clientes me endulzan la vida.

5. La libertad con la que cuento para realizar mi trabajo.