Para Estudio Villa María la fotografía de bodas es un modo de guardar la memoria. Su trabajo es intuitivo: hacen fotografías naturales, pero a la vez cuidadas y llenas de emoción. Desde hace quince años han fotografiado bodas en lugares cercanos y remotos, en el norte y en el sur. Les apasiona la literatura y el cine, y por eso creen que documentar una boda es, ante todo, contar una historia emocionante y personal.

Ellos son Miriam y Pablo, fotógrafos documentales con gran experiencia, que han creado este proyecto desde que trabajan juntos en Cantabria. Viven en Santander, pero viajan a donde sea necesario. Su estudio es un lugar lleno de plantas y fotografías antiguas. Allí es posible conocerlos personalmente, beber un café y charlar sobre la importancia de las imágenes y los álbumes familiares.

Servicio que ofrece

Lo esencial, dicen, es mirar con atención, tratando de ser invisibles para contar vuestra historia con imágenes bellas, naturales, sin artificios. Hacen fotografía de bodas porque piensan que la memoria es importante.

Os ofrecen una amplia variedad de servicios, desde la cobertura completa del evento, hasta sesiones de retrato y preboda. Disponen de tarifas generales, pero también elaboran presupuestos personalizados adaptados a las necesidades de cada pareja.

Hacen álbumes de la mejor calidad, cajas con impresiones en papel Fine-Art, y formatos digitales como USB o enlaces de descarga. Además, todas las opciones incluyen galerías privadas protegidas con contraseña, disponibles en los primeros 15 días después de la boda. Una boda tienen momentos de mucha intimidad, y por eso se comprometen a no compartir las fotografías en las redes sin vuestra autorización.