Mi nombre es Daniel y desde pequeño supe que mi pasión era la fotografía cuando cogí por primera vez la cámara de carrete que me dejó mi padre con 7 años y pude hacer mi primera foto.

Cuando conseguí mi primer sueldo compré mi primera cámara réflex que me acompañó en cada viaje por el mundo y cada sensación la iba plasmando a modo de recuerdos imborrables.

Inundado de sentimientos y amor por lo que hacía como hobby lo trasladé a mi día a día donde podía comunicar y contar historias llenas de vida como la vuestra.

Para mí, el concepto de fotografía de bodas está ligado a los sentimientos y las emociones y por eso es algo que me apasiona y vivo en primera persona desde un punto de conexión total con los novios que confían en mi.

En todos estos años fotográficos que me acompañan he experimentado muchas cosas en mi trabajo, tanto en exteriores donde mi amor por la naturaleza me inspira como en nuestro estudio donde diseñamos otros conceptos.

Siempre encuentro excitante el seguir apostando por cosas nuevas que pueda incorporar a mi esencia por lo que estoy en formación continua para poder ofrecer lo mejor a la gente que confía en mi.

Espero que podamos compartir muchos buenos momentos juntos y ser partícipes de eso paso tan bonito que vais a dar.

Gracias de corazón.

Un abrazo.

Daniel Leiva