Cuando nos hicimos las primeras fotos con Anabel no teníamos planeado casarnos. Cuando, un tiempo más tarde nos lo planteamos, no tuvimos duda de quién iba a ser nuestra fotógrafa... ¡Anabel! En nuestra primera experiencia con ella sentimos una gran profesionalidad y calidez al mismo tiempo. Logró que nos sintiéramos cómodos con el posado, un aspecto al que no estábamos nada acostumbrados. Anabel tiene una gran sensibilidad, humor y respeto, que hizo que delante de su objetivo nos pudiéramos sentir relajados, naturales y hasta hubieron risas durante el trabajo fotográfico. También sabe combinar muy bien las sesiones de trabajo con momentos de compartir y eso es algo que le agradecimos porque en esta primera sesión sentíamos la necesidad de "tomar aire en ciertos momentos". De alguna forma también nos preparó para la boda.
Nos impresionó todo el trabajo que le conllevaba el plasmar un día como el de nuestra boda y lo atenta que estuvo a todos los detalles. Propuso reuniones para hablar sobre nosotros y nuestros gustos, ir al lugar donde íbamos a casarnos, acompañarnos a lo largo de los días previos... una inversión de tiempo que pasa desapercibido por las personas que no son protagonistas de un evento tan especial como este o que optan por encargar la documentación fotográfica a personas que no son verdaderos profesionales. Durante el día de la boda pudimos ver a Anabel en todas las formas posibles, acostada en el suelo, sobre una silla, de rodillas,... de hecho algunas personas nos comentaron que no sabían de donde sacaba la energía para poder estar en tanto movimiento y paciencia al mismo tiempo...infinita paciencia. Cuando llegó el momento de entregarnos su trabajo nos encontramos con una presentación exquisita y con cómo las fotos reflejaron su esfuerzo y dedicación: las emociones que nosotros vivimos, las de nuestros invitados, la belleza del lugar... pero lo que nos sorprendió mientras veíamos las fotos finales con ella fue que mientras nos las iba explicando descifraba cosas que a nuestros ojos estaban ocultas. No eran meras fotos planas, sino que estaban llenas de secretos y hermosas revelaciones. Fue y será, durante el resto de nuestra vida, emocionante recordar un día tan especial a través de sus/nuestras fotos. Nosotros nos sentimos tremendamente afortunados de haberla tenido en un evento tan significativo en nuestras vidas. Ella utilizó una palabra para el slide de nuestra boda "Grace (Gracia)" y esa palabra también podría resumir nuestra experiencia con ella. Gracias Anabel.

Anabel es una gran profesional, nos la recomendó mi hermana y no podemos estar más felices de que haya sido ella la persona que ha hecho nuestra boda.

Mi mujer y yo cuando llegamos desde Irlanda un día antes de la boda, y ya en el aeropuerto, ella estaba ahí sacando fotos y planeando lo que haríamos en nuestra boda. La calidad de las fotos son buenísimas y lo podéis ver en su página. También el vídeo fue muy bonito. Así que si la recomiendo, no os defraudará.

Profesionales. Os recomiendo a esta pedazo de fotógrafa capaz de captar las emociones y sentimientos, plasmarlo en un instante y darte la oportunidad de guardar tantas imágenes para el resto de la vida.

Conocimos a Anabel por casualidad, pues vino de acompañante con el fotógrafo de nuestra boda, ella se dedicó a la parte creativa, estuvo con nosotros desde el inicio hasta el fin del banquete, y sin ningún lugar a dudas supo captar momentos increíbles, unas fotos bellísimas que no dejó de mirar una y otra vez. Su trato cercano con todos los invitados hizo que todos nos olvidásemos de las cámaras. Muchísimas gracias Anabel por ver la esencia de cada momento. Sin duda la recomiendo tanto para bodas como para todo tipo de eventos, hemos visto varios trabajos suyos y ya la tengo en mi agenda para futuros eventos. Un beso enorme y un millón de gracias de nuevo.

Qué decir del mejor día de mi vida, día que recuerdo como si hubiera sido hoy gracias a la profesionalidad de la fotógrafa elegida, Anabel Vargas.Transmite paz, seguridad, tranquilidad... Algo muy difícil de conseguir en un día en el que todo parece por momentos que va a cien por hora y, sin embargo, en otros a uno por mil.
Me gustó tanto el trato recibido como su profesionalidad y cuidado a la hora de hacer su trabajo, sin notar apenas su presencia, y a la vez con la seguridad de que dejaba constancia de todos y cada uno de los momentos cumbres de una ceremonia preciosa.
Si queréis un recuerdo para toda la vida, os recomiendo, sin ninguna duda, a Anabel Varga.

Quería felicitar a bodas.net por que tuve suerte de encontrar a una buena profesional con mucho estilo y hemos quedado muy contentos.
Muchísimas gracias Anabel por tu paciencia y tus horas de trabajo. No dudaremos en volver a contratarte y recomendarte a nuestros amigos.