Me llamo Dora, maestra por formación y cocinera por vocación; es mi hobby preferido.

Entre recuerdos, sueños y amores nace La Coqueria. Recuerdos de mi niñez en casa de mi abuela, donde pasé buena parte de mi infancia aprendiendo de ella lo propio de esa época: cocina, costura, ganchillos… Trastear en la cocina me entusiasmaba y los días que se hacían cocas eran los mejores.

Mi empresa nace fruto de una historia de amor a mi abuela y a sus cocas, porque siempre conservé su receta, ¡es que me encantaban! Ella me las preparaba muchos días para merendar, sus cocas del forat, producto muy popular por aquel entonces. Mi abuela nació en 1900; ahora prácticamente había desaparecido de nuestras cocinas y me propongo recuperarlo.

La empresa nace cocinando bajo una carpa en ferias populares, gastronómicas y mercados artesanos. Disfruto despertando emociones y recuerdos a mis clientes; me encanta ver sus caras cuando muerden la coca y me dicen: ¡uau, esto es como lo que hacía mi abuela o mi tía!

Eso tiene que perdurar en el tiempo, nuestras raíces gastronómicas, con productos sanos y naturales, cocinados con amor a fuego lento, no se pueden perder. He conseguido que mi producto pueda lucir la A de artesanía, de lo cual me siento muy orgullosa.

¡Va por ti, abuela!