Calidad, genial. Profesionalidad, perfecta. El problema está en que lo que pedimos no es lo que nos trajeron. Teníamos una idea muy clara en la cabeza sobre lo que queríamos en el Candy Bar, y no cumplió para nada las expectativas. Pensábamos que nos habían entendido, pero está claro que no.
Nos dijeron que habría decoración, pero no fue así. Nos decepcionó un poco, la verdad, ¡aunque calidad de los productos increíble!

El resultado fue mejor de lo que me llegué a imaginar. No solo el sabor era de diez, que todo estaba buenísimo, sino la presentación, el hecho de que han respetado la temática de colores de la boda, se han adaptado a todas las peticiones que les hemos hecho, además con el factor tiempo que teníamos en nuestra contra (a solo dos semanas de la boda). El servicio ha sido excelente, han resuelto todas mis dudas de forma ágil, y hasta me han ofrecido probar los productos antes de la boda para tener una idea de qué elegir. Me han sabido asesorar, y se han adaptado totalmente a nuestras peticiones, y no han tenido problema en desplazarse hasta el restaurante y ponerse ellos en contacto con el restaurante para agilizar todas las cosas. De verdad, que no puedo estar más contenta y más satisfecha. He tenido la suerte de dar con unos auténticos profesionales, que aman la repostería, y que han sabido crear el rincón dulce que tanto deseaba poder regalar a mi hermana en su boda. Un placer contar con ellos, y seguro que repetiremos. ¿Quizá para un baby shower?