Un gran error contratarlos
De entrada I. parece profesional. Una vez realizado el pago de la mitad de su servicio, la actitud cambia. Hablamos por teléfono 1 vez para que nos presente su propuesta para nuestra boda, que resultó ser un copia y pega de las fotos de Pinterest que habíamos enviado nosotros como inspiración.
A partir de entonces, ya desaparece. Casi nunca recibíamos respuesta a nuestras peticiones, y solo contestaba a parte de nuestras preguntas. Le preguntamos si había que realizar una segunda reunión, tal y como estipula en su contrato, y nos dijo que no, que ya lo tenía todo controlado y entendido. Confiamos en ella, y el día de la boda nos dimos cuenta de que fue un error y lo pagamos caro.
En la última semana antes de la boda, por el pánico que sentíamos por su total indiferencia y ausencia, tuvimos que enviarle por los menos 2 o 3 mensajes de súplica para verificar que se acordaba de nuestra boda. Días más tarde nos contestaba con evasivas y un “tú no te preocupes”. No supimos ni el propio día de la boda a qué hora llegarían.
Llega el día de la boda. Aparece un transportista al mediodía que monta el arco de la ceremonia, y deja tirados los centros de mesa al pleno sol. Suerte del catering, que visto panorama, recogieron los centros y los guardaron en una nevera para conservarlos.
Seguidamente, la persona encargada de traer el ramo y una corona de flores para la novia (parte indispensable del look final) llegó 1 h antes de empezar la ceremonia, causando mucha intranquilidad e inseguridad momentos antes de empezar.
Camino al altar me encuentro (la novia) con el siguiente panorama: el welcome que en teoría tenía I. clarísimo como iba a decorarlo (tenia que rellenar unas cajitas de madera con flores y decorar el cartel) quedo extremadamente pobre — ver foto de cajas vacías. Nos puso un mísero matojo de flores encima del cartel y arreando. Además pedimos unas flores colgando del árbol de encima que tampoco se pusieron. La excusa que dio para un welcome tan miserable es que se pensaba que la masia se encargaba de las flores del welcome. (?? Entonces para qué la contratamos?)
Sigo caminando al altar y me encuentro que el mueble que habíamos colocado en la entrada de la ceremonia para poner los conos con hojas y pétalos para lanzar al final, estaba vacio. Nos encontramos con una triste caja solitaria tirada en el suelo con pétalos sueltos. Os podéis imaginar el agobio que sentía mientras caminaba al altar, pensando en qué otros fallos habría por parte de ellos. Su justificación fue la siguiente: no encontró conos y se le olvidó comentárnoslo. Seguimos sin entender como no ha encontrado conos si la habíamos contratado con 10 meses de antelación. No se le olvidó por eso cobrárnoslo. Por suerte, como lo reclamamos nosotros, nos ha devuelto el dinero. No tenemos claro ni si nos lo hubiese llegado a decir si no llegamos a quejarnos.
Llegamos al aperitivo. El pack que ofrecen y por el que firmamos un contrato incluía 6 centros de mesa para el aperitivo, que tampoco aparecieron. ¿Motivo? Seguimos esperando respuesta pese a haber insistido en varias ocasiones. En este contexto hemos reclamado el dinero proporcional de los centros, que nos han devuelto. No obstante, si no llegamos a quejarnos y reclamar el dinero no nos lo hubiese devuelto (esto lo reclamamos días más tarde que los conos, y ella no hizo ni mención).
Podríamos alargar este review mencionando todas las cosas que también pasó por alto. Pero en resumen, una falta de atención al detalle y nada profesional.
Decidimos confiar en I., y nos hemos llevado una gran decepción. Entendemos que porque no la hemos contratado como wedding planner, nuestra boda pasó a ser para ella completamente secundaria y eso se ha visto reflejado en el resultado de su pésimo trabajo.
Gracias I. por poner el “casi” a nuestra boda perfecta. Nos sentimos estafados y debería daros vergüenza este trato que habéis tenido con nosotros.