Después de reunirme con muchísimas floristerías de Sevilla, sin que ninguna me convenciese, fui a dar con Dani, de La Esencia de la Flor, a través de una conocida. Fue el único florista que me hizo una propuesta de flores en condiciones, con base en lo que yo le había dicho que quería, no queriendo imponerme allí donde tenía las cosas claras, y proponiéndome allí donde andaba más perdida. Además, aun estando su base en Chipiona (maravillosas flores, ya se sabe) y teniendo que pagar el desplazamiento a Sevilla, compensaba con respecto a los desorbitados precios de algunas floristerías de Sevilla.
Contar con él fue un acierto, ya que tanto el ramo de novia, como las flores de la iglesia y del banquete quedaron preciosas. En especial, la mesa presidencial era espectacular.
El día B, tras el montaje de flores en la iglesia, Dani personalmente vino a entregarme el ramo y a ayudarme a colocarle la cinta.
En la finca se encontraron con el problema de que el cielo amenazaba lluvia (a pesar de llevar 2 semanas dando buen tiempo), por lo que el catering no pudo montar las mesas fuera hasta el último minuto, lo que retrasó el trabajo de Dani, razón por la que no dio tiempo a montar un par de cosas que habíamos acordado. Sin embargo, nos devolvió parte del dinero por no haber podido disfrutar de estos arreglos, lo que le honra. Estoy segura de que, de haber podido hacerlos, habrían quedado igual de espectaculares.