No sé por donde empezar, era una novia perdida, no sabia lo que quería, yo por mi lo hubiese puesto todo, me hicieron un ramo espectacular el cual entregaron ellas mismas a las once de la noche a mi padrino para que no madrugase el día de la boda. Un diez total, no se donde sacan tantas ideas y cosas monas, pero su tienda es una maravilla, tienen un jardín en medio de gracia, y allí me dejaron celebrar mi cóctel de despedida de soltera, ¡me consiguieron un catering fabuloso y todo salio estupendo! ¡Lo recomiendo totalmente!

Yo quería una boda diferente a la decoración que veía en las bodas que iba de invitada, soñaba con marcar la diferencia y que los detalles no pasasen desapercibidos, he ido a muchas bodas y no recuerdo ningún centro de mesa, no lo recuerdo porque eran más de los mismo.
En cuanto entré en la tienda taller de Mireya y Mercedes supe que eso era lo que buscaba, nos entendimos a la perfección, recuerdo las reuniones con ellas con mucho cariño y como yo entraba en la tienda con la ilusión de contarles novedades sobre la boda, el vestido, etc. Aparte de ser unas grandes profesionales, desprenden una sensibilidad especial que pone el sello inconfundible a todo lo que hacen. Mi boda fue una pasada todo el mundo mencionó la decoración y mis amigas a día de hoy recuerdan los centros de las mesas, ¡y cada uno de los rinconcitos que decoraron para nosotros! Mi día no habría sido tan perfecto si no hubiese confiado en ella plenamente. ¡Gracias!

Un placer trabajar con ellas, mucho talento, muchas ganas y pasión por su trabajo. Eso se nota, y se agradece. Tratando tu boda como si fuera la única, buscando lo que te gusta y tu personalidad y adaptándolo a la decoración y flores. Un resultado precioso, romántico, justo lo que buscábamos. No tuvimos que preocuparnos por nada. Aunque no siempre contestaran con mucha rapidez, ya que tienen muchísimo trabajo, cuando estaban por ti, estaban 100% por ti, no pudimos quedar más contentos con el resultado.

No he dejado que mi mujer escribiese esto, quería hacerlo yo, Mercedes y Mireya me salvaron de un infierno rosa, ya que mi madre, mi suegra y mi mujer querían hacerlo todo así. Suerte que ellas me tuvieron en cuenta y dieron su opinión que no solo se casaba la ella sino también yo, decidido este punto me ayudó a involucrarme mucho más y decidir la decoración entre los dos. Me gustó muchísimo el resultado, ¡hasta nos hicieron una sala de caballeros con sombreros! Muy bonito todo, lo recordare siempre.

Genial equipo formado por dos señoras encantadoras quienes encargan de hacer que todo quede muy bonito y romántico.
Su buena experiencia sirve de mucho a la hora de obtener recomendaciones en estas decisiones a veces tan complicadas.