Santa Helena es un sitio absolutamente acogedor tanto por el lugar como por las personas que trabajan en él. El lugar de la ceremonia es precioso con vistas al mar. La zona de aperitivo es ideal postceremonia y los pinos hacen que sea todavía más acogedor y no pasas calor. Además, con la decoración floral en todos los espacios queda todo aún más bonito. El comedor tiene unas vistazas y tiene mucha luz natural. Y la parte de la discoteca es superbonita. La gente nos felicitó por la calidad de la comida, vinos y cava. Algunos dijeron que era el mejor sitio donde habían comido. Tienes muchas opciones para hacer tu propia boda. Con las dos Marías nos entendimos bien desde el principio; son sinceras y te recomiendan mucho para que sea todo de 10. Además, son muy flexibles y muy agradables en el trato. Si nos volviésemos a casar, volveríamos a hacerlo aquí. No hubo inconvenientes. La única pega es que se te pasa el día volando. Por lo demás, todo perfecto. Fue un gran festival, una boda perfecta.

María hace fácil lo difícil. Fue una locura conseguirnos casar el año del Covid-19, pero en parte lo conseguimos por las facilidades que ponen las dos Marías en todo momento. Una finca estupenda, que tiene desde rincones muy bonitos para fotos, a una zona de baile fantástica. Nueva, con buenas vistas, privada y muy agradable, ayudó sobremanera a que la experiencia fuera inolvidable. Están encima y al detalle, ayudan con todo lo posible y ofrecen mil opciones de personalización. Además, llovió un rato antes de empezar el banquete y trabajaron lo que no estaba escrito para mantener la planificación, no creo que se pueda encontrar a alguien más comprometido contigo. Lo recomiendo al 100%.

Nos costó encontrar el lugar en el que imaginábamos nuestra boda. En todo momento buscábamos un sitio que nos transmitiera plena confianza y que el trato fuera familiar. Este, fue el único lugar que nos hizo y nos ha hecho sentir atendidos y respetados de principio a final. Buscan conoceros como pareja y ofreceros todo lo que creen que os hará felices y que llenará vuestro día de emoción. Son flexibles y aunque siempre teníamos ideas muy claras de cosas que queríamos en nuestro día, ellos lo complementaron más y nos dieron ideas increíbles.

Cuando buscábamos restaurante para la boda, fue encontrar la opción de Santa Helena y enamorarnos. Después de visitarlo y compararlo con otros sitios, y decidimos quedarnos con Santa Helena. Sin olvidar la profesionalidad y a la vez, buen rollo, que nos transmitió María G. primero y más adelante Maria U. Todo perfecto: los espacios, las vistas al mar, la comida... Muy flexibles en cuanto a los aperitivos y el menú (soy vegetariana) y es de agradecer. Todos los invitados nos comentaron que la comida estaba buenísima. Maria, la encargada de la boda, superatenta y a nuestro lado en todo momento e indicándonos el siguiente paso, un diez. Dejan llevar todo tipo de decoración por parte de los novios sin ningún problema. La ceremonia fue muy emotiva a la vez que solemne pero con un toque de humor; el oficiante nos dio muy buenas sensaciones des del primer minuto. Como puntos a mejorar: la accesibilidad para personas con movilidad reducida/silla de ruedas (desde aperitivo a salón y desde ceremonia a aperitivo), las sillas (solo opción funda sin coste extra), y la ausencia de carro de licores después de la tarta (entraba con el precio, pero al no pasar el carro muchos invitados no pidieron nada). ¡Muchas gracias Santa Helena!

Nos encantó el lugar y los diferentes espacios que tiene, pero tomamos la decisión sobre todo por el trato de las Maria's. Nos guiaron en la organización, nos dieron ideas y, lo más importante, el día de nuestra boda no tuvimos que preocuparnos por nada. Disfrutamos mucho el día, no tuvimos que estar pendientes de nada, y pudimos estar con todos los invitados, que estaban contentísimos con el espacio y la comida, que estaba buenísima. ¡Sin duda fue una excelente elección!

Todo perfecto para un día inmejorable donde Maria y su equipo estuvieron de 10.

Escogimos celebrar nuestra boda en el Santa Helena porque desde el primer momento Maria nos trasmitió gran profesionalidad y nos dio la tranquilidad de que todo lo que nosotros quisiéramos sería posible. Además la versatilidad de sus espacios encajó a la perfección con lo que buscábamos. La comida estaba deliciosa, todo el equipo fue muy atento y todo salió a pedir de boca. Gracias al Santa Helena por brindarnos el espacio donde hacer que la magia de nuestro día brillara en todo su esplendor.

Fue todo tan fantástico que volvería a escoger Santa Helena mil veces! Todo el equipo son maravillosos, una atención perfecta y la comida riquísima, les encantó a todos y a cada uno de los invitados! Además cuando surgió algún imprevisto lo solucionaron al instante. Solo podemos darles las gracias, sobretodo a María por la profesionalidad y la paciencia, y estarles eternamente agradecidos por hacer que fuera uno de los mejores días de nuestras vidas.

Agradecer a todo el equipo de Santa Helena su trabajo y dedicación. Superaron con creces nuestras expectativas. Después de un año de reuniones con Maria, emails y llamadas, ¡llegó el gran día y fue espectacular! Desde el principio, teníamos muy claro como queríamos que fuese nuestra boda: la decoración floral, la música, la comida, la organización…Y Maria tuvo mucha paciencia, se adaptó y consiguió que se hiciese realidad. Todos los invitados elogiaron la comida por su calidad, presentación y cantidad. Además, nos sorprendió que también nos comentasen muchos invitados el servicio de los camareros, siempre pendientes y muy amables. Contentísimos con la elección del espacio Bitinia en Santa Helena. Muchas gracias.

Recomendaría Santa Helena por muchos motivos: primero, por el sitio, la verdad es que es muy bonito y con la decoración quedó todo precioso. La comida estaba buenísima, el aperitivo espectacular y el menú estaba riquísimo, aparte de que no faltó comida en ningún momento. No es porque fuera mi boda, pero es de las bodas donde me ha gustado más la comida (lástima que no pude disfrutarla mucho con todo el estrés de día) y la gente quedó impresionada. Nosotros celebramos nuestra boda el pasado 26 de agosto en Bitínia, con la ayuda de Maria, que estuvo siempre muy atenta a nuestras necesidades y nos ofreció toda su ayuda des del principio. Además, está muy bien situado, cerca de Barcelona y de fácil acceso también para autobuses grandes. Quedamos muy contentos con el Servicio de Santa Helena y de María y todo el equipo también.

Nos casamos en el espacio Bitínia el pasado 6 de mayo de 2017. Desde que visitamos la masía Santa Helena y conocimos a María, tuvimos claro que queríamos casarnos allí. El espacio es mágico, sencillo y elegante. María es una persona muy agradable que intenta que estés tranquilo en todo momento e inspira mucha confianza. Son bastantes flexibles a la hora de dar ideas, etc. Nos dejaron llevar todo lo que quisimos sin ponernos pegas. En relación a la comida, ¡el día de la prueba estaba buenísima! Del día de la boda los nervios no nos dejaron disfrutar de los platos. ¡Fue el día más especial de nuestra vida! Solo puedo dar el consejo a los próximos novios, ¡disfrutar porque el día pasa muy rápido!

Miquel y yo nos casamos el pasado 14 de abril de 2017. Ha sido un día precioso y perfecto para nosotros la verdad. Desde la primera visita al Santa Helena hasta después de nuestro gran día, siempre hubo una atención de 10, flexibilidad, y disposición al 100% para hacer las cosas más sencillas. Aceptamos sugerencias, ellos las nuestras y María no se dejó ningún detalle. Relación calidad-precio excelente. La comida estuvo increíble, y aunque tuvimos dudas al principio, repetiríamos seguro. Muchas gracias al Santa Helena y especialmente a María Garzón por un trabajo y profesionalidad excelentes.

¡Indescriptible! ¡Un millón de gracias equipo Santa Helena!
En un principio nos encantó Marmara pero por capacidad finalmente escogimos Bitinia, que también nos enamoró. Nos casamos el 8 de Julio, con la explanada y la sala recién reformada. El aperitivo delante genial, con muy buenas vistas y muy original los buffet, hasta que se puso el sol y entramos para hacer plato principal, postre y pastel. La sala ya de noche es preciosa, por un lado las vistas al mar y por el otro lado unas grandes cristaleras que por la noche estaban iluminadas, dando un toque encantador. La comida es exquisita (disfrutad de la prueba, el día de la boda no comeréis) y no os va a sobrar nada. La noche acabó con baile, música y barra libre hasta las 3h. ¡Se nos pasó volando! Aun así los invitados aguantaron hasta el final y es que se lo pasaron bomba. Además, contratamos un fotomatón, que trae su propio attrezzo, y aún animan más la fiesta.
El personal es encantador y Maria nos asesoró de maravilla. Cuida hasta el más mínimo detalle, te aconseja a la perfección, tiene mucha experiencia (y sabrá indicaros en cada momento que es lo que os toca planificar, cual es el siguiente paso, todas esas cosas que no sabes como buen novato), y aceptará cualquiera cosa que vosotros queráis hacer. Hicimos muchas manualidades de decoración y ella lo presentó todo exactamente como queríamos, ¡incluso mejor!
Además podréis haceros unas fotos preciosas en Mas Pujol mientras vuestros invitados van llegando, ¡sin perderos vuestro aperitivo! Valoramos mucho la situación, ya que somos de Mataró, nos casamos en Cabrera de Mar y no queríamos que se nos perdiera ningún invitado. Está muy bien situado, no tiene perdida, y disponen de aparcamiento para todos los invitados.
En definitiva, no dudéis porque la calidad, el trato y el servicio son excelentes. ¡Estáis en muy buenas manos!

El pasado 25 de junio realizamos una ceremonia con vistas al mar y la celebración en Santa Helena, y no tengo palabras para describir lo bien que fue la boda. Dar las gracias a Maria y todo su equipo, ¡de 10!

Nos casamos el pasado 13/05/2016 y ha sido una boda inolvidable. Cristina se ocupó de que todo saliera como estaba previsto, se preocupó de todos los detalles y quedó todo precioso. También se implicó 100% en la organización para que nosotros no tuviéramos que estar pendientes de nada más que de disfrutar nuestro día. Muchas gracias Cristina y equipo por todo lo que habéis hecho. Y siempre con una sonrisa.