Opiniones de Real Labranza de Villasevil

Nos hemos casado el 26 de agosto de 2023 y todo ha sido maravilloso. Nosotros nos casábamos en 2020 y nos pilló la pandemia. Hemos ido retrasando año tras año la boda y nunca nos pusieron una pega, todo fueron todo facilidades. El trato siempre ha sido cercano y sobre todo amable. Pepa, la encargada de la finca de Villasevil es un amor, siempre atenta al detalle. Los camareros el día de la boda maravillosos, muy profesionales. La comida buenísima toda y en cantidad - nuestros invitados salieron rodando sólo del cóctel! en definitiva, si tuviéramos que elegir de nuevo, volveríamos a elegir casarnos en la Real Labranza de Villasevil.

No podemos estar más convencidos con haber escogido la Real Labranza para celebrar nuestra boda.
Decoración de la finca y del comedor al detalle y acogedora.
Alta calidad de la comida tanto en el cocktail como en el comedor, no solo por nuestra percepción sino por la totalidad de nuestros invitados (vegetarianos incluidos).
Todo un privilegio poder despertar con un rico desayuno en la misma casa junto con la familia y amigos cercanos.
Repetiriamos sin dudarlo!

¡Lo tiene todo! La casona de estilo indiano es preciosa, con unas habitaciones amplias, acogedoras y que guardan su encanto.
El jardín, metros y metros cuadrados donde perderse y a la par encontrar el lugar perfecto para tu boda.
Nosotros hicimos todo allí, ceremonia, cocktail, cena y fiesta. No faltó de nada, está todo preparado para que tu día sea entorno a la finca.
¡Ojalá volver a repetir!

Decidimos hacer nuestra boda en este espectacular sitio por la belleza, pero, sin duda, dimos en el clavo. La comida exquisita, y las habitaciones y zonas comunes limpísimas. ¡Y el personal imposible valorarlo el mejor! Desde los camareros hasta Lara y Pepa, que nos lo hicieron todo tan, tan fácil a pesar de los contratiempos. Gracias por hacer esto de mi día.

A 4 meses de la boda, después de haberla pospuesto por la pandemia, nos quedamos tirados con el restaurante. Estuve llamando a toda Cantabria para ver si tenían hueco con tan poco tiempo. Nadie podía… Y llegamos a la Real Labranza, ¡y pum! La magia salió. De ser una boda con un concepto moderno cambiamos a un concepto rústico. ¡No hemos podido elegir mejor, la boda fue espectacular! ¡Desde el lugar, que cuando lo vimos nos enamoramos, hasta el trato de todo el mundo! Lara superatenta en todo momento al WhatsApp contestándonos las dudas que tuviéramos. ¿Y Pepa? ¡Increíble! Grandes profesionales y mejores personas. Los camareros espectaculares, atentos en todo momento de todo, que si queríamos repetir de cualquier plato... Teníamos invitados con alguna alergia y rápidamente al comienzo preguntándonos quiénes son para estar en todo momento atentos y sacar un cóctel diferente para ellos. ¡Recomendaría sin dudarlo! ¡De todo corazón, gracias!

Mejor sitio imposible. ¡De 10 todo! Los cuidados, los consejos y todo. Las habitaciones muy bonitas y el comedor superluminoso. La finca estaba preciosa. ¿Qué decir? Todo con un día fenomenal de tiempo. ¡Un sitio genial!

Una boda estupenda. Todo cuidado al mínimo detalle. Mis invitados han quedado encantados, tanto con el menú como con el servicio. Recomendable al 100 por 100. Chicos, sois un equipo estupendo. Gracias por todo. Nos lo habéis puesto muy fácil.

Puedo decir que me casé en el sitio de mis sueños. ¡La finca ya es espectacular de por sí y poniéndole el toque personal salió todo de 10! ¡Me volvería a casar 1000 veces más en el mismo sitio!

Nuestro día fue redondo. Tenemos que reconocer que, durante la organización, no dejamos de tener dudas, sobre todo por el tamaño del comedor, porque en un principio no bajaba el número de invitados (unos 250) y eso de que tranquilamente entran 200 en mesas redondas es más bien si se meten con calzador, pero, al final, entre que fallaron 50 y pusimos un par de mesas largas y otra cuadrada en el anexo, se solucionó.
Pero vamos por partes: Organización y montaje: desde el minuto uno estuvimos en comunicación con Vadinia. Pero es verdad que la que consiguió tranquilizarnos haciendo prueba con nosotros fue Sonia, vaya fichaje que tienen en la finca con sus guardeses. Hacen que todo sea facílisimo, te tranquilizan y ayudan en todo. Al casarnos en diciembre también dudábamos de la calidez, y hemos de decir que la casa estaba preparadísima para la ocasión, calentita con todo limpio y en las mejores condiciones posibles (aunque se nota que la casa es usada para bodas y la gente va "destrozando" alguna cosilla, especial mención al piano quemado y a la alfombra cochambrosa de las escaleras).
Por otro lado está la comida: fue un 10, ya en la prueba nos encantó pero se superaron el día b, a día de hoy la gente sigue felicitándonos, el jamón y el queso del cóctel espectaculares, todos los canapés calientes y en su punto, el menú una maravilla, con productos de buenísima calidad y en su punto, todo el mundo pudo repetir de lo que quiso, aquí debemos dar las gracias a pedro y al equipo de cocineros, dar de comer tan bien a 200 personas es napoleónico.
La barra libre y la sala en general: debemos dar gracias de nuevo a todo el equipo, los camareros un encanto, Sonia pendiente de todo y Jose, el maitre, fue un descubrimiento ese día, vaya ayuda nos prestó, nosotros que no teníamos ni idea de cómo era el protocolo, estuvo pendiente de todo y de guiarnos, la verdad es que al personal de sala un 10. Y por último el ayuntamiento, colaboró junto con Amalio, el concejal, para poder celebrar in situ la ceremonia, y darnos alguna pauta de cómo podíamos montar el día. Sin lugar a dudas elegimos el mejor sitio posible para celebrar la boda, nunca podremos agradecer a Sonia, su marido, Jose, el maitre, y a Pedro, el maravilloso día que pasamos.

Conocimos el sitio a través de Internet sin saber muy bien lo que nos podíamos encontrar ya que no conocíamos a nadie que se hubiera casado allí, y desde el primer momento nos encantó. La casa es una pasada y el comedor de lo mejorcito que vimos por decoración, luz, etc. Antes de la boda el trato fue excelente desde la prueba de menú hasta los días previos, facilitándonos todo el proceso, abriéndonos la finca todas las veces que lo necesitamos y siempre dispuestos a ayudarnos. El día de la boda salió todo perfecto, el jefe de sala, camareros y cocineros solo se merecen nuestro más sincero agradecimiento, es muy difícil pero todos los invitados se fueron encantados, recibimos felicitaciones, mención especial al lechazo deshuesado, haciendo sin duda que nuestra día fuera aun más especial. Dar las gracias especialmente a Vadinia una gran profesional y a Sonia, que es un amor de persona tratándonos como a sus hijos desde un primer momento, desviviéndose desde la mañana a la noche porque todo estuviera perfecto. ¡Recomendarlo se quedaría corto, si elegís a quality no os arrepentiréis!