No tengo palabras para agradecer, en especial a Sandra, todo lo que han hecho por nosotros para que ese día fuera perfecto. No tenemos pegas, el sitio y la comida fue destacada por todos los invitados. La comodidad de estar en Madrid y a la vez ser un sitio precioso y único. Todo facilidades que nos dieron Marta y Sandra desde el principio, y durante todos estos meses Sandra me ha ayudado y no ha puesto ninguna pega a cualquiera de nuestras peticiones. Todo ese esfuerzo se ha reflejado en ese día perfecto de 19 de octubre que hasta el Sol nos brilló. Gracias Real Club La Moraleja! Gracias Sandra! Y por estar ese día tan pendiente de cada detalle y de nosotros!

Celebramos nuestra boda y fue perfecto a los invitados les encantó tanto el entorno, tan verde y cerca de madrid, así como la comida.

Especial mención a Sandra y Marta, que hicieron que todo fuese más fácil y estuvieron siempre pendientes y ayudándonos a llevar a cabo las ideas que teníamos. No podíamos haber imaginado un día mejor! Recomendable 100x100.

Gracias por hacer que nuestra boda fuera mágica.
Sin Sandra y Marta no habría sido posible, vuestra ayuda y predisposición fue clave.
Todo salió de 10, los invitados se fueron encantados con el lugar, la comida y la atención.
La comida estaba buenísima, y el servicio y atención era maravilloso.
Gracias por hacer magia en nuestro día.

El mejor sitio que habríamos podido elegir, todo el mundo quedó asombrado con tanto detalle y nosotros encantados con todas las facilidades que nos han dado. Calidad y profesionalidad al máximo

Desde el primer momento Marta nos atendió haciéndonos sentir en casa. Todo son facilidades, pudimos acudir al club todas las veces que necesitamos. Marta ha estado muy pendiente tanto en el proceso como el día de la ceremonia.
Es un sitio con un encanto especial, la ceremonia quedó súper bonita. Añadir también, que en caso de lluvia como nos pasó a nosotros, dispone de un salón muy bonito. Fueron muy rápidos en mover todas las mesas del exterior al interior. Servicio súper amable y todo el mundo mencionó lo bien que comieron.
No hubiéramos podido elegir otro sitio mejor. Gracias por todo Marta!

Totalmente recomendable. No pudo estar mejor. Gracias a Marta y Beatriz, encantadoras, nos lo hicieron todo muy fácil, te asesoran en lo que necesites, te dejan elegir proveedores sin ningún problema, pendientes en todo momento hasta el último minuto. Respecto al catering, alta calidad, muy abundante y gran variedad al igual que la atención del servicio de camareros. Todo eso acompañado de un entorno ideal decorado al máximo detalle, con vistas impresionantes al campo de golf y acompañados de los más íntimos, hizo que saliera la boda perfecta.

Teníamos nuestra boda planificada el 06 junio 2020 y tuvimos que posponer. Enseguida nos dieron facilidades tanto para apurar con la fecha original, como para darnos un plan B el 18 de julio. Al final tuvimos que celebrar en julio y fue el mejor día de nuestra vida. Todo salió mejor de lo que esperábamos. La atención de Beatriz fue excepcional, en todo momento disponible y atenta a nosotros, todas las personas del catering encantadoras y cuidando a los invitados (todos nos destacaron la atención tan buena) y, por supuesto, el encanto del golf, que es espectacular, ¡hizo nuestro día mágico! Lo recomendamos absolutamente y estamos muy contentos de cómo salió todo.

Nos fue muy fácil elegir el sitio del banquete. No sólo porque la localización y vistas son maravillosas (sobre todo si sois aficionados al golf como nosotros) sino porque el equipo de Bea y Marta transmiten muchísima confianza y tienen una experiencia tremenda. La comida, los tiempos, las zonas... Todo fue un diez, y no solo lo hemos vivido así nosotros, ¡sino nuestros invitados también! ¡Gracias a todo el equipo por vuestro trabajo y acogida en nuestro gran día!

Salió todo perfecto. Desde el primer momento en el que contratamos los servicios del club todo fueron facilidades y apoyo para que todo saliera bien. El club, las instalaciones, la atención y servicio fueron fantásticos, todo perfecto. Desde la señorita del guardarropa, los camareros y el chef... Todo increíble. Los salones muy bonitos, la terraza espectacular, los jardines y las vistas magníficos. Y por último quiero resaltar muy especialmente el apoyo y ayuda de dos magníficas profesionales: Marta y Beatriz. Desde el primer momento me ayudaron, asesoraron y atendieron de una manera increíblemente perfecta: atentas, amables, encantadoras. No hubo ninguna petición que les diera que no cumplieran de manera fácil y eficaz. Sin ellas no hubiera sido posible. Su apoyo y atención fueron fundamentales. ¡No lo dudéis y elegid el Real Club de Golf de la Moraleja para celebrar vuestra boda!

La verdad es que cada vez que nos acordamos de la boda, recordamos la buena elección que fue celebrarla en el club de Golf de la Moraleja.

Fue de nuestras primeras opciones desde el principio, pero también quisimos ver otros espacios y finalmente vimos que el Club era la mejor opción y demostraron serlo. Resaltaría lo siguiente:

1. La comida: una gozada de menú, muchísimas opciones y todo delicioso. Elegimos una ensalada de foie y jamón de primero (fueron generosisimos con el jamón y el foie) y solomillo con salsa de trufas (de una calidad impresionante). El cóctel fue de muy buena calidad y abundante!! Al contrario que otros sitios, no bajan la calidad de su cocina o productos para los eventos, y eso es una tranquilidad que no tiene precio, porque al final lo que todo el mundo recuerda es la comida.

2. Los precios son claros: pagas el cubierto por invitado y ya. Sin combinaciones ni porcentajes, sin mínimos, sin cobrarte por sacar una croqueta más... Son transparentes y su intención no es sacarte los cuartos como en otros sitios (eliges tú fotógrafo, tu dj, tu florista, hasta 3 días antes pueden caerse invitados sin penalización, no cronometran los minutos de barra libre, tampoco sin comisiones, ni extras, ni cosas raras)
Nosotros apreciamos mucho que solo se hiciera una boda máximo a la semana. Se nota que el Core Business del club es el Golf, y que los eventos que celebran se hacen con cariño y profesionidad, y no con intención de hacerse ricos a costa de los novios.

3. El sitio: el club de la moraleja está situado en un lugar precioso. El cóctel se celebra en la terraza con vistas al lago del hoyo 18. La cena en las jaimas cubiertas que son ideales para bodas de verano. Y el baile en una salas para ello. Me encantó poder tener un espacio diferente para cada momento. Hicimos la sesión de fotos en los pares tres, que hay un arbolado centenario y quedó impresionante.

4. El servicio: a todos los niveles fueron encantadores, nos trataron en todo momento con mucho cariño y dándonos todas las facilidades del mundo. Marta, la wedding planner, fue amor. Lo hizo todo muy fácil y siempre atendió a nuestras peticiones, con una sonrisa y mucha dedicación. María, la maître, nos ayudó en la prueba de menú y el día de la boda estuvo atentísima y controlando el trabajo de todo el personal, gracias a personas como ella, exigentes y profesionales las bodas salen bien y todo va coordinado. Todas las intolerancias y alergias se tuvieron perfectamente en cuenta y a las personas mayores se les sirvió pescado. Vanessa nos atendió con los pagos, pero también se implicó con los diseños de las minutas y el sitting. Fueron todas encantadoras y superprofesionales.

5. Flexibilidad y facilidades: lo que para otros espacios parecía un drama y totalmente imposible, el club lo hacía fácil y factible. Cada boda es un mundo y ellos lo entienden. Nos dejaron una salita para dejar cosas de decoración la semana de antes, ayudaron e imprimieron el sitting y la minuta que les mandamos, puedes elegir las flores y tienen diferentes mantelerías... Tienes además servicios como una salita para los novios, una persona encargada del ropero y baños, parking privado, camareros con experiencia y profesionales, cocina situ...

No podemos más que dar las gracias al club y a su personal por todo el servicio y ayuda, y alegrarnos por la decisión que tomamos. Hicieron que el día saliera perfecto, los invitados disfrutaron al máximo y se fueron encantados, todos hablaron de lo bonito que era el sitio y lo bien que comieron. Nosotros estuvimos muy tranquilos y sabíamos que estábamos en buenas manos (y eso es importantísimo un día así) y nos lo pasamos cómo enanos.

Repartiríamos 100%.

Celebramos en julio en el Club de la Moraleja la ceremonia civil, cóctel y cena al aire libre. Fue un día inolvidable en el que todo salió muy bien. Nuestros invitados han resaltado la calidad del cóctel, la presentación de los platos, el solomillo jugoso y recién hecho, los postres extraordinarios y la amabilidad, educación y profesionalidad del servicio. La elección, desde la organización los días previos, hasta la decoración de la ceremonia y cena, fue un “10” en todos los sentidos. Resaltar el buen trato, enorme paciencia, gran profesionalidad y buen gusto para todos los detalles de Marta Torronteras, que ha sido la encargada de hacer que nuestra boda haya resultado muy especial, librándonos de todas las preocupaciones que suelen existir en ese día y los anteriores. Y como gran recuerdo para siempre... las bonitas fotos en el campo de Golf al atardecer.

El sitio es maravilloso, pero sobre todo destaco el servicio. Todo el equipo se vuelca para hacerte sentir especial. Mención especial para Marta Torronteras, la organizadora. Está encima de todos los detalles y hace que todo sea fácil. El resultado es una boda perfecta en la que todo salio según lo planeado. Tenemos muchos amigos que están organizando su boda en estas fechas y todos destacaron lo bien organizada que estaba y lo bien que comieron... nos encanta ser los primeros en el ranking de bodas del año.

Al principio todo fue bien, el sitio bonito y la comida muy buena. Todo eran facilidades, pero después la cosa cambió. En primer lugar, comento las cosas menos graves que sucedieron en nuestra boda en el Club Golf la Moraleja:

1- No se sirvió la tarta para alérgicos que llevamos expresamente por la mañana y que ya habíamos avisado en numerosas ocasiones tanto por email como en persona de que la llevaríamos. Yo comenté que no quería que en mi boda hubiera fruta para nadie. Y la hubo, teniendo que tirar la tarta que habíamos comprado para los alérgicos.
2- No se guardó ningún aperitivo para los novios, tal y como nos comentaron al inicio de nuestra relación.
3- La comida de los proveedores estuvo muy mal organizada, no tenían ni sitio asignado y apenas pudieron cenar. Todos se han portado fenomenal con nosotros y queríamos que estuvieran a gusto.
4- No se les sirvió champán a los invitados para el brindis inicial.

Hubo algunos detalles más así que decidimos dejar a un lado para no amargarnos hasta que se produjo un incidente realmente desagradable: una persona alérgica al marisco tuvo de primer plato langostinos. Se lo comenté a la maître para ver si había alternativa. Me contestó con bastante mal tono (cosa que ya ocurrió en la prueba de menú) y se fue. Una vez más, armándome de paciencia en el día de nuestra boda (en mayúsculas porque es increíble que se trate así a personas que quieren celebrar una boda con toda su ilusión), lo dejé a un lado. Lo dejé a un lado hasta que la maître se situó justo delante de la mesa nupcial a criticarme con otro camarero y contarle lo sucedido (que por otro lado, la que debería haber manifestado enfado debería haber sido yo, ya que yo solo consulté si teníamos alternativa) y vimos perfectamente cómo ponía mal gesto, me señalaba a mí y a la mesa del invitado alérgico y se quejaba. Yo la miré fijamente y ella se dio cuenta de que la había pillado. Y vino a intentar medio arreglarlo, pero me parece increíble que en un lugar como este se tenga una actitud tan poco profesional. Es básico no hablar de tus clientes estando ellos delante, sobre todo cuando hablas mal de ellos y especialmente en el día de su boda. Algunos de nuestros invitados nos han comentado también que se les habló en un tono que no era el adecuado.

Para rizar el rizo, a la mañana siguiente fuimos a recoger nuestras pertenencias al club y nos preocupamos porque faltaban las arras (de incalculable valor sentimental) y el certificado de matrimonio, que necesitábamos para nuestra luna de miel.

Cuando le explicamos a la maître este problema, nos trató con muy poca delicadeza en un momento tan complicado cuando al menos debería haber empatizado con nosotros. Y ahora la gota que colma el vaso: cuando la Maître llamó a la responsable de la boda (M.T.) por el móvil, oímos perfectamente lo que le dijo. Increíble pero cierto: la responsable de nuestra boda diciendo: “nada,quítatelos de encima. Que se busquen la vida con la wedding planner”, en un tono fuera de lo que consideramos estándar para un cliente. No nos podíamos creer lo que estaba pasando cuando nosotros siempre nos hemos portado bien, con respeto y educación. ¿Cómo es posible que se pueda dar ese trato a los clientes? De verdad, no damos crédito y nos sentimos profundamente decepcionados, tanto por lo ocurrido durante el banquete como con lo ocurrido con las palabras tan desagradables que tuvimos que oír las tres personas que estábamos allí el día siguiente, preocupados por los objetos que no encontrábamos.

En resumen: entre unas cosas y otras nos fuimos bastante tristes cuando salimos del club en nuestra noche de bodas, pero fue aún peor al día siguiente, cuando en un momento tan crítico, no se nos tuvo en cuenta. No le deseo a nadie el sentimiento que tuvimos el día de nuestra boda.

Pablo y yo celebramos nuestra boda en el Real Club La Moraleja el pasado 23 de noviembre y aún estamos emocionados!! Solo podemos decir que todo fue maravilloso, la ceremonia fue preciosa, el entorno ideal, la atención magnífica y la comida estupenda. Tanto nosotros, como nuestros invitados vivimos un día perfecto. Pero lo mejor de todo fue contar con la ayuda de Sandra, todo fueron facilidades, todo buenas ideas, todo cariño; sin duda alguna fue un enorme acierto celebrar nuestra boda allí. Gracias, Sandra, por hacer de ese día el más feliz de nuestras vidas! Rosa y Pablo.

Organizamos nuestra boda en el club de golf y salió todo a pedir de boca: la comida, la organización y la decoración, a pesar de que por lluvia tuvimos que organizar todo en el interior.
Sandra es fantástica y muy resolutiva, organizando perfectamente hasta el último detalle!