La verdad es que teníamos clarísimo que queríamos celebrar nuestra boda aquí, así que ni siquiera miramos más sitios. Pero una vez pasado el día, no podemos estar más felices de haber tomado esa decisión.

No solo el edificio es precioso, que lo es, sino que los profesionales que lo gestionan son, pues eso, profesionales.
Sonia estuvo siempre disponible para nosotros durante la preparación (y es de agradecer porque somos conscientes de que este año iba hasta arriba de trabajo), y los nervios típicos de los días previos a la boda se nos quitaron en cuánto conocimos esa semana a Carlos, el que sería nuesto maitre.
Lo tenía todo bajo control y nos dio su opinión sobre temas en los que estábamos indecisos y fueron sin duda un acierto.

La verdad es que hablando con ellos te trasladaban esa tranquilidad de saber que todo iba a salir bien y efectivamente, todo salió perfecto.

Los invitados quedaron encantados con el sitio, con la atención, con la comida... vamos, que no le podemos poner una pega.
Por decir algo más, ni siquiera fuimos a otro sitio a hacer fotos, porque es tan bonito y tiene tantos espacios que los fotógrafos dijeron que no merecía la pena ir a ningún otro lugar.

Hasta se las apañaron para buscar las canciones que nuestros amigos les pidieron en ese mismo momento para darnos los regalos durante la comida (porque son así y a ninguno se les ocurrió ponerse en contacto con ellos antes).

Entre todo el equipo hicieron que coordinar y gestionar ese día parezca algo fácil, cuando sabemos que no lo es.

Repetiríamos una y mil veces.

No pudimos escoger mejor opción. El sitio es precioso (sólo hay que verlo), pero el trato que nos ha dado todo el equipo (mención especial a Sonia, que desde que contactamos con ella nos ha acompañado, aconsejado, facilitado...con cercanía y amabilidad, y a Carlos, el metre, que estuvo el dia de nuestra boda super atento y nos hizo sentir como en casa). Sólo podemos decir gracias, gracias y gracias. No pudo haber salido mas perfecto.

No podemos estar más contentos y agradecidos con la gente del palacio. Fue el primer sitio que vimos y nos enamoramos de él a primera vista. Y sobretodo de Sonia e Israel. Sois únicos y os estamos eternamente agradecidos por hacer de ese día el más maravilloso de nuestras vidas. Gracias por formar parte de él y por ayudarnos en todo. Por cada duda resuelta y por cada facilidad que nos habéis puesto. Igualmente agradecer a cada camarero/a, limpieza, ama de llaves..unos pedazo de profesionales! Que habríamos hecho sin vosotros!!! Recomiendo 100% el palacio porque además de ser precioso, el estar apoyados por gente como vosotros en un día así, es algo que no tiene precio. Gracias por todo equipo!!!

Encantadísimos con la elección que hicimos. Desde el principio el trato ha sido impecable, en nuestro caso Sonia estuvo atenta en cada momento hasta el día de la boda. Y en el Palacio, Carlos el maitre fue súper atento, se ocupó de que todo estuviera perfecto para que nosotros pudiéramos disfrutar y que todos los invitados estuvieran bien atendidos. La comida buenísima y la música de la fiesta genial, el DJ muy simpático, podíamos pedirle en todo momento la música que nos apeteciera. Lo recomendamos 100%

Un sitio precioso para celebrar la boda. Comida riquísima, todo el mundo nos dijo que comió fenomenal y que lo pasó genial.
Especial mención, a Carlos el maître y al equipo que nos cuidaron muchísimo!
También a Sonia por acompañarnos en el proceso.
Mil gracias!

Nosotros queríamos una boda íntima, y somos unos enamorados de la arquitectura, así que fue una elección perfecta. El emplazamiento abraza la fiesta y consigue que todos los invitados interactúen. Fue único. Por poner una pega: conocemos las limitaciones para la preservación, pero ojalá se pudiera entrar en la cúpula trasera (sólo disponible para bodas civiles si llueve mucho…).

Ni en mis mejores sueños me imaginaba una boda tan bonita como la que hicimos en el Palacio de Larrinaga. El palacio pertenece a Ibercaja, pero el catering lo lleva El Cachirulo.
Cuando planeamos la boda pensamos en organizar la boda en el palacio, pero teníamos dudas con el tema que no se comía dentro, sino en un invernadero que hay al lado. Conforme fuimos viendo fincas nos dimos cuenta de que en realidad esto se repetía y que siempre la comida se hacía en un lugar externo a la propia finca. Sin duda, no nos equivocamos al elegir el Palacio como lugar de nuestro enlace. Ya en sí el palacio es un escenario idílico para celebrar cualquier evento, pero es que el día de la boda brilló todavía más.
Como la boda fue en verano, pusieron unas lonas gigantes para que hubiera más sombra y así ayudar a los invitados a aguantar el calor que ese día hizo. El cóctel se hizo en el jardín, la comida en el invernadero y la fiesta en una sala que tienen a la derecha. Además, por la noche pusieron unos toldos y unas sillas en el jardín al lado de la zona de fiesta para que los invitados que no quisieran bailar, pudieran estar a gusto. Todos los invitados (102 fuimos), quedaron encantados y alucinaron con que una finca así estuviera en el centro de Zaragoza.
Nosotros queríamos hacer un montón de actividades en la finca y no hubo ningún problema: suelta de globos, bengalas de humo para entrar, bengalas de luces para el baile, regalos variados…
Tienen una habitación para los novios y allí se puede descansar y dejar lo que se necesite. Dentro del palacio dejan hacer fotos, pero ya no dejan salir al balcón a saludar a los invitados, por pertenecer a Ibercaja esas salas.
Fue como estar en un cuento de hadas y salió incluso mejor que lo que habíamos planeado. Gracias a Israel por estar pendiente de cada detalle, a Mariana y a Carlos por servirnos en la mesa nupcial y a todos los camareros por su amabilidad y profesionalidad. Gracias a los dos DJ por ponernos la música apropiada en cada momento. ¡Enhorabuena por vuestro trabajo! ¡Repetiríamos sin duda!

La finca es preciosa y el Cachirulo una garantía de profesionalidad y buen hacer.
Todos nuestros invitados quedaron encantados con la boda.

Lugar idílico para la celebración de una boda, ubicación dentro de Zaragoza para ser una finca, difícil de mejorar, aunque tuviéramos alguna restricción dentro del Palacio, debido a la situación actual, que era un gran aliciente.
El servicio del cachirulo inmejorable en cuanto a profesionalidad y calidad, la comida estupenda en cantidad y calidad, los invitados encantados. A nivel de servicio; unos profesionales, rapidez en respuesta, flexibilidad, atención personalizada. Gracias a Sonia, Ana, Luigi y todo el equipo que nos atendió aquel día. Para una boda mediana perfecto; los jardines, el comedor, la sala de baile… Lo recordaremos toda la vida. La situación que nos ha tocado vivir este año no ha sido fácil, ni para nosotros ni para ellos, pero, total entendimiento, si se pudiera repetir, volvería a ser allí, una vez y siempre.
Gracias a todos.

Volvería a repetir mi boda 1000 veces con ellos. Además del propio entorno son superprofesionales, atentos y se ajustaron a todas nuestras peticiones e imprevistos. Un 10.

Un sitio precioso en el centro. No hace falta mucha decoración porque el palacio iluminado es bonito por sí solo. El reportaje fotos se puede hacer dentro del palacio, la ceremonia y el cóctel fuera en el jardín y la comida o cena en el invernadero. Se alquila el lugar a la ibercaja y se trabaja con el Cachirulo.
Recomiendo totalmente.

Un lugar mágico, maravilloso, perfecto, que se construyó por amor, y eso se nota tanto por dentro como por fuera del Palacio. Es un sitio inmejorable para celebrar una boda. Además, lo lleva El Cachirulo y eso es garantía de calidad, de una cocina exquisita y una organización perfecta. Les doy un diez.

Celebramos nuestra boda en el Palacio de Larrinaga en Noviembre y no podíamos haber elegido un sitio mejor.
A parte de por lo obvio, es un sitio precioso con una historia de amor detrás, una arquitectura impresionante y que este en la ciudad es un plus, sin perder la zona ajardinada para el cocktail.
Solo tenemos palabras de agradecimiento para Sonia, Carlos, Dani y todo el equipo. Consiguieron que tuviéramos la boda de nuestros sueños. El día B nos despreocupamos por completo y disfrutamos al 100%. Gracias a Carlos, nuestro maître, que hizo que todo fuese bien y estuvo pendiente de nosotros en todo momento.
Todos los invitados estaban encantados con el catering, nos lo repiten todavía lo bien que se comió. Tanto el aperitivo, la comida y la recena de 10.
Dani amenizo con música todo el día, adaptándose a peticiones de último momento. La fiesta fue increíble, todo el mundo bailó y cantó.
Solo tenemos buenas palabras para todo el equipo, muy profesionales y a la vez muy cercanos.
Gracias por hacer nuestro día perfecto.

Lugar perfecto, localización céntrica, Palacio precioso y acogedor. En cuanto a los servicios, trato inmejorable de El Cachirulo, tanto de Sonia, Carlos el Metre y de todo el personal. Cena buenísima! T2 eventos amenizaron la boda como nadie. Volvería a repetir con ellos!! Todo salió perfecto!!

El sitio es maravilloso y ademas dentro de la ciudad, lo que te ahorra muchos problemas. Como máximo 150 invitados, es algo a tener encuenta, pero si no es una boda enorme, es el lugar perfecto.

Todo salió bien excepto la comunicación que a veces costaba mucho ponerse en contacto con ellos. Nuestro florista por eso ha decidido no volver a trabajar con ellos porque es un caos alinearse. Como nota, despues de dejar todo por la noche, flores, ramo de novia, atrezzo etc... no conseguimos llegar al palacio hasta 2 -3 dias despues de mucho insistir. La decoración floral la habian tirado directamente (ni la intentaron conservar, ni nos dieron opcion de ir a por ella a tiempo)... y algo que fue bastante desagradable es que el ramo de novia que era preservado desaparecio y despues de varios dias lo encontraron (no sabemos donde). Lo habian puesto en agua ademas, lo que hace que aunque sea preservado se pudra. Menos mal que el florista lo rescató, pero lo pasamos fatal hasta que apareció. Una pena que este desenlace manchara un poco todo lo bonito que fue el dia de la boda.