Opiniones de Hacienda Zorita Wine Hotel & Spa

Nos casamos en la Hacienda Zorita de Fermoselle el 24 junio 2023. Fue un día espectacular.
El cóctel es increíble, cenamos en el patio al aire libre y la gente quedó encantada.
Un sitio diferente y en un entorno único.

No hay ningún sitio igual que Hacienda Zorita!! No solo es la belleza del sitio, pero el equipo de Zorita lo hace todo con un amor, carińo y una profesionalidad de otro nivel. No se puede comparar con ningún otro lugar porque es totalmente único. Todo se hace con el más alto estándar pero al mismo tiempo te sientes super comodo y en familia. No puedo estar más agradecida porque tuvimos el día de nuestros sueños grácias a ellos! Volveremos a visitar a Zorita porque después de nuestra experiencia tán bonita queremos re-vivir la magia de Zorita otra vez.

Solo hemos recibido buenos comentarios de los invitados a nuestra boda. El cóctel y la comida buenísima y abundante, el entorno precioso y la atención estupenda. Lo volveríamos a elegir sin duda.

Sobran las palabras cuando el corazón habla... no puedo describir con palabras lo que sucedió el día 22 de julio de 2023,
Me gustaría poder cerrar los ojos y volver a ese momento, aunque tengo que destacar que volvería al inicio de empezar hablar con Marta García para iniciar los preparativos, es simplemente maravillosa y la que mejor te guía en este camino.
Desde la prueba de nuestro menú hasta el día de nuestro evento solo puedo tener palabras de agradecimiento para todos y cada uno que hicieron posible que nuestro evento fuera impresionante.
Quiero dar las gracias a Marta por su organización, por estar pendiente de todo y mimarnos tanto.
A Pablo Pérez por su profesionalidad, su trato, sus detalles y por tener con él ese equipazo que tiene.
Me encantaría nombrar a todos y cada una de las personas que forman parte de la gran familia que es Hacienda Zorita Wine Hotel & Spa pero es imposible, solo puedo decir Gracias por hacer que fuese el mejor día de nuestras vidas y de la vida de los nuestros.
Os volveríamos a elegir si mil veces me casara.

No se me ocurren más que cosas buenas que decir sobre la Hacienda y su personal. Empezando porque el sitio es absolutamente fascinante y precioso, la comida deliciosa, el personal encantador y existen multitud de espacios y alternativas a utilizar. No podríamos estar más felices con nuestra elección, el día de la boda fue inolvidable de cóctel a fiesta (una maravilla poder disfrutar de un fiestón así al aire libre) y durante todo el proceso y meses previos la atención ha sido rápida, eficaz y amable.

Decidimos casarnos allí en nuestra primera visita sin tener ninguna duda.
La Finca es espectacular. Un sitio único a pocos kilómetros de Salamanca y con un paisaje único. La comida también es de primera. Tanto la del restaurante como la que pusieron en la boda.
Sin embargo, no puedo decir que sea un sitio preparado para organizar una boda. El trato previo a la firma del contrato siempre fué muy correcto, pero a partir de ahí, la gestión para organizar la boda solo tuvo impedimentos y cero ayuda.
La persona encargada para el evento, M., no reúne las cualidades que se requieren para ese puesto. Hasta el punto de valorar cambiar de lugar por todos los impedimentos a la hora de organizar el mismo.
Es un sitio con un precio muy elevado a la media y más al de los alrededores, por lo que se espera un trato acorde al mismo que no tuvimos.
Por contra, el resto del Equipo del día fue totalmente profesional, destacando a F., M. y S.

Celebramos nuestra boda en la finca porque nos encantó el sitio y la comida. Hasta el día de la boda, sufrimos diferentes cambios de persona de contacto y finalmente nos atendió desde el equipo comercial, M., la cual nos hizo replantearnos seriamente si queríamos celebrar nuestra boda a pesar de todo lo positivo que tiene el idílico paraje. Un trato al cliente muy poco profesional, no ofrece ninguna ayuda y además, se nota mucho que lo que quiere es sacar dinero ofreciéndote, entre otras cosas, más comida cuando el cocktail es fabuloso, 0 ayuda el día de la boda y hasta cobrarte 200 euros por colocar unas luces en unos árboles, que por cierto, si no las colocas tú proactivamente, el jardín por la noche se queda totalmente a oscuras. De hecho, después de nuestra boda hemos conocido a otra pareja que ha tenido el mismo feeling con esta persona. Creo que necesitan a alguien que realmente muestre y comparta la ilusión que se requiere para un evento como es el día de tu boda y sobretodo, que esté acorde con el sitio.

En lo positivo, destacamos el excelente servicio de camareros, metre y recepción que tiene el hotel. En este aspecto, un 10. Estamos agradecidos de la ayuda que ofrecieron tanto A., S. y M.

Celebramos la boda hace unas semanas. La Hacienda Zorita es un lugar espectacular. Nos encantaron el hotel y los alrededores, El banquete y el cóctel, estupendos. La calidad y servicio excelentes. Al final todo salió bastante bien, pero hubo muchos detalles que hubiera convenido evitar. La organización y comunicación los días antes de la boda dejaron mucho que desear, por no decir los meses antes cuando los correos se pasaban días y días sin ser contestados. Así muchas cosas y decisiones las fuimos dejando para última hora porque no teníamos la información concreta para decidir. Aconsejo que una sola persona se encargue de la comunicación con el hotel y tomar notas detalladas de las conversaciones y que después de cada reunión, a modo de resumen, se envíe un email confirmando lo hablado con detalles y precios concretos. Nos pareció que al principio todo eran facilidades de hacer lo que deseamos, pero luego (después de retrasar la boda por la pandemia por un año), las mismas cosas no se podían hacer o nos las presupuestaron a precios que me parecieron altos. El principal problema que causó estrés e irritación a los invitados fueron las habitaciones. El proceso de "check in" muy desorganizado y tomó demasiado tiempo. Algunos invitados acabaron en las habitaciones incorrectas y, aunque la entrada era a las tres o antes si hubiera sido posible, algunas habitaciones no estuvieron listas hasta las cuatro. El autobús para la catedral salía a los cuatro y media. No hubo tiempo para prepararse. Sabían que íbamos a llegar todos juntos. No hay excusas. Hubo incidentes que aumentaron el coste de la boda. Si tienes un presupuesto ajustado es necesario controlar estas situaciones: por la situación de la pandemia, nuestro número de invitados bajó de 100 y, como queríamos todavía tener el cortador de jamón, pedí que me dijeran cuál sería el coste adicional de este servicio (por el número de invitados que teníamos hasta 100 con los que entraba el servicio). Me presupuestaron el jamón y el cortador a coste completo (850 euros). Les dije que no me parecía justo, pues teníamos 85 invitados (acabé pagando 91 menús) y, finalmente, "me regalaron el jamón" y me cobraron el cortador de jamón (250 euros). Luego, los platos de jamón que quedaron del cóctel me dijeron que los sirvieron en la recena. No lo hicieron. Como digo, acabé pagando seis menús extras porque se nos olvidó pasar que había 6 vegetarianos. También me pasaron la factura del coste total de los 6 menús. Cuando les dije que el único coste adicional para ellos fueron los 6 entrantes y seis primeros vegetarianos (el cóctel, los vinos... El porcentaje de beneficio, ya me lo estaban cobrando en los seis menús regulares que no sirvieron), me rebajaron el precio del entrante y primer plato vegetariano a 90 euros (lo cual me parece caro). Estoy de acuerdo que fue nuestro error, pero se hubiera agradecido que alguien al pasar la orden de la boda a los distintos departamentos se hubiera preguntado por qué no había ningún requisito dietético en una boda de 85 invitados. Me resulta difícil entender cómo calculan los gastos extras de estas situaciones excepcionales. También quisimos disminuir el número de raciones de pulpo al ser menos invitados y nos dijeron que el mínimo tenía que ser 70 raciones. Pregunté si podíamos llevarnos las raciones extras que no consumieran en el cóctel. La respuesta fue que no por motivos de refrigeración. Las pedimos de todas formas. Luego supimos (porque Salamanca es un pueblo) que solo habían encargado 50 raciones al pulpeiro, aunque a nosotros nos cobraron 70 raciones. La explicación que me dieron es que algunas raciones eran de dos personas... Aquí sentí vergüenza ajena al hablar del tema. Esto no se hace. Naturalmente, no quedó pulpo extra. También la tarta que encargamos (a última hora), decepcionante. ¿Falta de comunicación? Aconsejo hacer preguntas, pedir opciones y presentar fotos cuando quieras algo extra. Trajeron una tarta pequeña que no parecía para nada una tarta de boda. Los novios cortaron una ración, hicieron la foto y ya está. Ni sirvieron la tarta durante el banquete, ni durante la recena, ni ofrecieron que nos la lleváramos. La foto nos salió a 250 euros. Un fiasco. En general, recomiendo el lugar, es espectacular. No es barato comparado con otros hoteles en Salamanca y, además, tienes que contratar las habitaciones, pero a nosotros nos mereció la pena porque realmente se disfruta más del lugar. Los problemas que he mencionado fueron irritantes y se podrían haber evitado con un poco de planificación de mi parte y más ayuda del departamento de organización. Personalmente, me sentí que estaba "regateado" por cosas que me parecía que ellos debían haber ofrecido sin tener que preguntar por ellas en una boda en la cual gastamos más de 22.000 euros con 85 invitados.

Si existe un lugar mágico para casarse, es este. Trato y profesionalidad inmejorables.