Sueño no cumplido
Hemos visto que todas las opiniones son buenas, lo cual nos duele más aún, si cabe, ser los únicos que no han cumplido la noche de sus sueños. Para todos los novios, incluso con pretensiones mínimas, celebrar la noche de su boda con los suyos significa pasar una noche espectacular. La nuestra no fue así.
1. Después de habernos decidido por esta finca (es preciosa), no volvimos a saber nada (después de haber dado la señal de reserva de 1000 euros) ni del propietario ni de nuestra "supuesta wedding planner".
2. Pocas semanas antes del evento (boda) conseguimos concretar una cita con la wedding planner para ver menaje y decoración para el convite. Como novia, me sentí una más. No hubo ninguna entrevista personal para, por ejemplo, saber mi color favorito. Me ofreció lo que había y punto. Dudo que supiese cómo me llamaba.
3. Idem acerca de la "entrevista" con uno de los djs,. Todo parecía perfecto hasta que llegó el día y, después de haberle facilitado el USB con todos los temas ordenados uno por uno (fueron tres noches dedicadas a ello), me pusieran una canción del momento "fiesta" para nuestra entrada. Mi marido tuvo que hacer que parase la música y explicarle cómo iban las carpetas del USB (el dj aceptó las directrices de muy, muy malas maneras). Se fue de nuestro evento sin siquiera despedirse y con nuestro USB junto con sus pertenencias Por otra parte, nada malo que objetar acerca del dj encargado, ahora sí, del momento fiesta. Fue un verdadero encanto, educado y comprensivo en todo momento. Nos ayudó a pasar un rato realmente estupendo con los nuestros.
4. El momento cóctel fue un verdadero despropósito. No vi a penas bandejas con comida, y lo que vi para nada lo que habíamos concertado. Sentíamos que no nos podían salir peor las cosas en ese momento (los pedazos de sushi eran anormalmente grandes, el vino nos lo cambiaron, etc.). Llos invitados llegaron a la hora estipulada y todos los que llegaron nos dijeron que estaban todavía montando mesas, inaceptable. El dueño de la finca nos insistió en que eso no fue así, osea que 117 invitados son todos unos mentirosos, según las afirmaciones del propietario, que no lo dijo directamente.
La cena... La vajilla que pone mi madre en Navidad es más bonita. Pusieron lo que les quedaba libre después de dos comuniones que tuvieron por la mañana. Ni siquiera tenían suficientes copas. A nuestra madrina no le pudieron dar otra para que tomase de otro vino. La cerveza... En jarra, cuando pedimos botella en exclusiva. Según el propietario, la cerveza en jarra se mantiene más fresca durante más rato. No hubo manera de hacerle entrar en razón. Los platos principales no estuvieron mal, aunque todos los pescados estaban más bien fríos. Los camareros... Terribles. Todos, menos uno, el que tenía más experiencia. Señoras y señores... Nos pusieron camareros de prácticas en un convite de casi 20000€.
Compramos pizarras y palillos para que pusieran una mesa con fruta cortada, que mi marido ya les llevó cortada. Pues nada, la colocaron en unos cuencos horrorosos, otra vez, hicieron lo que les dio la gana. La encargada de nuestra mesa no estaba informada del protocolo de la mesa presidencial. Nos preguntaba a nosotros qué debía de hacer en cada momento. Tuve que decirle, como pude dentro de mi disgusto, que era la primera vez que me casaba y no podía ayudarla.
En general, como os contamos, los camareros no estuvieron para nada a la altura de la situación. Contestaban mal, tenían cara de cansados y asqueados. A las 3 de la mañana nos hicieron sentir que sobrábamos en nuestra boda porque no paraban de mirar los relojes y bufar al ver que aún quedaba tiempo para cerrar la barra libre. No lo alargamos ni una hora. Cuando fuimos a recoger las botellas de alcohol que compramos nosotros, la mitad de las botellas estaban sin los tapones...
En cuanto a la tarta... Un año después lo pienso y aún me dan ganas de llorar.
Las tostadas que me hago cada mañana son más grandes y gordas. El serigrafiado de los nombres en la tarta estaba hecho con pocas ganas, rápido y mal. Mi prima pequeña lo hubiese hecho mejor. Parecía letra de parvulario. No llevamos la tarta que queríamos porque el dueño del establecimiento nos dijo que la que ponían ellos era espectacular. Mentira.
Para ir terminando. Deciros que cuentan con la posibilidad de hospedaje en la misma finca. Cosa que no cogimos y nos metieron en la cuenta final. Ahí sí pudimos hacerle entrar en razón. ¡El resopón! Eran las sobras de las comuniones que tuvieron por la mañana, socorro. No nos dijeron en ningún momento que tenían tantos eventos ese mismo día. Si lo hubiéramos sabido, hubiéramos contratado en otro sitio.
Futuros novios de Alicante y cercanías. Buscad bien, preguntad mucho y haced lo que os dé la real gana. Es un día, o una noche, que no se va a volver a repetir, por lo menos con las mismas personas. Mucha suerte a todos en vuestros sueños y gracias por si habéis llegado al final de ésta nuestra opinión/crítica.